34 colocaciones para boj

Con gran trabajo pude llegar á la entrada agarrándome á las asperezas de la roca y á algunas ramas de boj que habían arraigado en las hendiduras.

Se puso de pie el Magistral, miró a todos lados por encima del seto de boj que rodeaba su escondite, y al verse solo, solo de seguro, se le ocurrió mezclar a la cháchara insustancial y armoniosa de los pájaros que saltaban de rama en rama sobre su cabeza, su voz más dulce y melódica, recitando aquellas palabras de espiritual hermosura que la Regenta le había escrito.

Las bolas de madera de boj que había dentro produjeron un ruido desagradable.

Meneaba suavemente la cabeza la encajerita, mientras los hilos de la labor se deslizaban, se cruzaban, se entretejían a través de sus dedos, y los palillos de boj, chocando unos contra otros, hacían una musiquilla flauteada.

A las doce en punto, la anciana señorita vino á tomar mi brazo y me condujo ceremoniosamente á un pequeño jardín festoneado de boj, que forma con un pedazo de la pradera contigua, todo el dominio actual de los Porhoet.

Probó el Marqués a encaramarse sobre una escalera de mano de pocos travesaños, que servía al jardinero para recortar la copa de los arbolillos y las columnas de boj.

Ellos, temiendo la reconvención del padre, sacaron un carro de mulas, de hermosas ruedas, magnífico, recién construído; pusieron encima el arca, que ataron bien; descolgaron del clavo el corvo yugo de madera de boj, provisto de anillos, y tomaron una correa de nueve codos que servía para atarlo.

Al entrar el archipámpano, saludó galantemente a la concurrencia, y dirigiose a la elevada escalinata, donde le aguardaba Su Santidad para imponerle las insignias de su grado: la cuchara de boj amarillo y la sotana de color de azafrán.

No hará el caldiño con harina de linaza, ni les echará en el puchero a los pobres enfermos gallinas de boj, para figurar.

Los vascongados que trabajan en el ferrocarril, tocaban la flauta de boj toscamente labrada, haciendo como quien dice rancho aparte, y bailaban á las pasiegas con más donaire y animación.

¡Cómo me gustaba aquel jardín, con sus cuadros de huerta, con sus orlas de flores rodeadas de boj, con sus musgosos y viejos manzanos, sus rosales grandes como árboles y la parra y las campanillas azules que vestían la fachada de la casa!

Al verla sentada al pie de la fuente, sobre aquel fondo de bojes antiguos, leyendo el libro abierto en sus rodillas, adiviné que María Rosario tenía por engaño del sueño, mi aparición en su alcoba.

Luego sonaron unos pasos leves y rápidos detrás de ella, y al volver sus ojos vió cómo surgía entre dos grupos de bojes recortados en forma de muro una jovencita vestida con modestia, que á ella le pareció de excesivo rebuscamiento.

Don Álvaro daba el brazo a la Marquesa, y delante de ellos, detenida por la conversación de doña Rufina iba Anita, mordiendo hojas del boj de los parterres, con la frente inclinada, los ojos brillantes y las mejillas encendidas.

Tenía sus macizos de arrayanes, sus calles de rosales, su laberinto de bojes poblado de rotas estatuas de mármol, su fontana, su cascada y sus puntiagudos cipreses que destacaban las negras siluetas sobre la palidez dorada del cielo.

Y reunió un ajuar digno de la reina, a saber: un escarpidor de cuerno y una lendrera de boj; dos paquetes de horquillas, tomadas de orín; un bote de pomada de rosa; medio jabón aux amandes amères, con pelitos de la barba de los parroquianos, cortados y adheridos todavía; un frasco, casi vacío, de esencia de heno, y otras baratijas del mismo jaez.

siguieron cosa de cien metros, internándose luego hacia la derecha en los jardinillos donde hay una plazoleta con macizos de boj y bancos de piedra en torno de una fuente.

La cara amarillenta del cabecilla no se alteró: expresaba la frialdad inerte de la raza, y se creería que era de madera de boj, á no brillar en ella la chispa de los oblicuos ojuelos de azabache.

De todo lo cual apenas quedaban vestigios: las armas de la casa, trazadas con mirto en el suelo, eran ahora intrincado matorral de bojes, donde ni la vista más lince distinguiría rastro de los lobos, pinos, torres almenadas, roeles y otros emblemas que campeaban en el preclaro blasón de los Ulloas; y, sin embargo, persistía en la confusa masa no qué aire de cosa plantada adrede y con arte.

Un parterre de antigua jardinería, con muros de boj igualados a tijera, extendíase en torno del Caño Dorado, nombre de la fuente a la que venían a llenar sus cántaros las muchachas de las Carolinas.

Era un hombre que tenía el mismo color que los objetos de boj que torneaba en su aparato y muchos chiquillos que correteaban por la escalera.

A guisa de arco, me valía de largo y robusto palo de boj verde, trabajosamente encorvado, y de cuya excelencia en punto a fuerza y elasticidad me aseguré, estudiando comparativamente arcos fabricados con casi todas las maderas conocidas en el país.

Entonces Berbel, furiosa, le llenaba de injurias, y Catalina cloqueaba con visible mal humor; pero el loco, sin hacerles caso, encendía su vieja pipa de boj y comenzaba a contar sus lejanas peregrinaciones a los espíritus de los guerreros germanos enterrados en la caverna hacía diez y seis siglos, llamándoles por sus nombres y hablándoles como si estuviesen vivos.

Entraron los dos compadres en el gabinete; sentáronse frente á frente con la mesa entre ambos, y dijo así don Juan, manoseando al mismo tiempo una plegadera de boj que halló á sus alcances: Sin ciertas diferencias que nos dividen y nos separan á cada momento, y yo, en perfecta y cabal armonía, pudiéramos hacer grandes beneficios á Cumbrales.

Creo haber acertado al preferir los facsímiles ejecutados sobre zinc a los antiguos procedimientos del boj, pues si la madera bien trabajada da finezas y matices, que en el clisé directo se obtienen pocas veces, en cambio este reproduce fielmente la creación del artista, y traslada el acento, el trazo, la personalidad.

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