46 colocaciones para diestras

Muy señor mío y mi dueñodíjole don Simón, doblándose, descubriéndose y tendiéndole una mano; atenciones a las cuales correspondió Cuarterola tocando apenas el ala de su grasiento sombrero hongo con la extremidad del índice de su diestra, que sacó perezosamente del bolsillo, volviendo a hundirla en él en seguida.

Entonces Rojas se dejó caer para presentar menos blanco, y fué arrastrándose, con el revólver en la diestra.

) Nieves bajó entonces un tantico los suyos; y mientras daba golpecitos con los dedos de su diestra en el cristal del retrato de su primo, con la otra mano deshojaba, sin percatarse de ello, una de las flores del manojito que llevaba prendido sobre el pecho.

Complacíame en representarlo tal como lo había contemplado en las estampas, o sea galopando intrépido sobre una parva de cadáveres de moros, la espada sangrienta en la diestra y el formidable escudo en la siniestra.

Todos corrieron en una misma dirección, menos el capitán, que permaneció inmóvil, con el brazo caído y la pistola todavía humeante en su diestra.

Gillespie lo colocó sobre la palma de su diestra y lo fué elevando hasta cerca de sus ojos.

Perdiste el movimiento de la mano Izquierda, para gloria de la diestra.

No humeaban aún las cabañas de los labradores, que semejaban gigantes aves acurrucadas y dormidas aquí y allá a diestra y siniestra del camino.

Acomodóse junto á él, abrazó sus rodillas con la mano izquierda, tocóle la barba con la diestra y dirigió esta súplica al soberano Jove Saturnio: 503 «¡Padre Júpiter! Si alguna vez te fuí útil entre los inmortales con palabras ú obras, cúmpleme este voto: Honra á mi hijo, el héroe de más breve vida, pues el rey de hombres Agamenón le ha ultrajado, arrebatándole la recompensa que todavía retiene.

Guardaba ella en un bolso pendiente de la diestra su dinero, sus alhajillas, todo lo de algún valor que podía servir para la fuga.

Empezaba á ponerse el sol, cuando Gillespie pasó á la popa con la cajita en su diestra.

Hoy se casanrepitió ella con turbada voz, sintiendo en la palma de la mano el calor de la diestra de Baltasar, que amorosamente la oprimía.

Ha buscado Miguel Angel el agrupamiento de las figuras curándose poco de las radiaciones sobrenaturales del cielo de los justos y de las rojas bocanadas de hornaza del infierno de los réprobos: quiere, ante todo, quiere grandiosamente la expresión inmortal del cuerpo humano, la nobleza clásica del gesto; está cerca de Jove y ha visto el fruncimiento de sus cejas y los hinchados músculos de su diestra que blande la centella...

Hoy no se explican las rápidas conquistas de los muslimes y la difusión del Imperio del Islam, desde la India y las fronteras de la China hasta más allá por el Norte de los Pirineos, y por el Occidente hasta las olas del Océano, donde entró Ocba a caballo y la cimitarra en la diestra para dominarlas en nombre del profeta Mahoma.

El presidente del Consejo de ministros, que ocupaba el asiento frontero al del anfitrión, se puso de pie y con una copa en la diestra, rebosando de espuma.

Al canto sublime de la poesía se unirá la elocuente expresión de la escultura: se le erigirá una estatua, en que aparezca con su fisonomía reflexiva y varonil, rotos á sus pies todos los instrumentos de muerte, y con la copia de su carta inmortal en la diestra, mirando hacia el nacimiento del Sol.

Para cortarlo se le coloca sobre el lado izquierdo, y tomando el trinchante con la mano izquierda y el cuchillo con la diestra, se pasa el primero en la juntura de la pierna y se fija sólidamente.

Dexese la ciudad á la siniestra Mano, dixo Mercurio, el bagel vaya Y siga su derrota por la diestra.

Su cabellera de aurora, su andar majestuoso, el perfume que iban sembrando sus pasos, el brillo de un diamante en su diestra desenguantada, hicieron detenerse á sus espaldas á cuatro hombres morenos, de robustez cuadrada y rostros inquietantes, que se consultaron con voces roncas de ebrio.

El aire apareció como erizado de diestras que se alzaban de todo el pueblo argivo entero que a una voz sancionaba el decreto.

á hacer gastos extraordinarios por darnos gusto, y en vez de una bailarina veo aparecer dos, con casquetes dorados y unas espaditas de á palmo en sus diestras.

La miniatura representaba a Nuestro Señor subiendo en los aires, con blanco estandarte en la diestra, mientras los guardas caían despavoridos en torno del sepulcro.

» Doña Luisa, al decir esto, veía á Julio tal como se lo había mostrado su esposo en una fotografía pálida recibida de las trincheras, con kepis y capote, las piernas oprimidas por unas bandas de paño, un fusil en la diestra y el rostro ensombrecido por una barba naciente.

El ateniense entró en el santuario de en medio, perteneciente á Júpiter, y vió la imagen del dios en barro cocido, con una lanza dorada en la diestra.

Estas bestias humanas iban guiadas por una mujer, seca de cuerpo, con nariz aquilina, ojos imperiosos y un látigo en la diestra.

46 colocaciones para  diestras