Socorro dijo, sin embargo, por lo bajo a su querido, "que daba asco verla comer".

Ella ocupaba un palco bajo frente a ellos.

se contempla un cielo puro y trasparente, bajo cuya diáfana bóveda baten sus alas y cantan sus amores, la pintada garza, la veloz dulili y la amorosa tórtola, cuyos cantos son interrumpidos por el agorero chillido del mamoy y el estridente graznido del fanifi.

Entre los que no conocen las islas Marianas corren una porción de versiones, que si en otro tiempo fueron apreciables, hoy no lo son bajo ningún aspecto, ni material, ni moral, ni político.

Bajo la garantía de los fondos locales y á plazos más ó menos largos, hay muchas compañías norte-americanas que venderían á las islas Marianas un modesto barco que podría ocuparse, no solamente en el servicio del correo, sino que también tener en comunicación Rota, Saipan y Guajan.

Mucho campo tiene para ello el Archipiélago bajo cualquier tema que se le mire.

Con la confianza que da el vivir bajo un mismo techo, y la que presta todo viajero, me acerqué á la mestiza, sirviéndome de introductor su pasado mareo.

Aquella era mestiza inglesa, su padre respetable comerciante escocés había heredado de sus mayores toda la rigidez de los principios puritanos, en cuya doctrina hacia dos años había bajado á la tumba, dejando á Enriqueta bajo la guarda de Matilde, casada hacia algún tiempo con un comerciante español quien á la sazón se encontraba en la provincia de Albay dedicado á su profesión.

La justicia humana acampa sus legiones en un puñado de tierra cubriendo sus ejércitos con cuatro varas de lona; la Divina justicia hace dormir bajo dilatadas sábanas de candente lava, poderosas fuerzas cuyo solo aliento remueve montañas llevando la muerte y la destrucción por doquier.

Cuando el viento mueve las ramas y las miles de florecillas tiemblan bajo sus flexibles tallos, se asemejan á una bandada de blancas mariposas, revoloteando alrededor de un canastillo de verdura.

Entonces no es buena para nada, sólo para ser arrojada y pisada bajo los pies de los hombres.

Los peñascos horadados abren paso á diversas grutas ó cuevas en no pocos sitios del cerro, á cuyo pie, más bajo aún que el nivel del camino, están como socavadas las piedras, formando una gruta mayor y de más grande entrada que las otras.

Entre tanto añadió D. Fadrique, hablando con lentitud y bajo, dejando caer las palabras una á una, como si le costasen grandes esfuerzos, y como si en vez de responder á su sobrina hablase consigo mismo y á sí propio se respondiese; entre tanto, Doña Blanca es discreta, es piadosa y es buena madre.

Ni alto ni bajo, ni pelinegro ni rubio, ni flaco ni gordo.

Todo esto lo fué soltando, despacio y bajo, casi en el oído de D. Valentín, su tremenda esposa Doña Blanca.

El P. Jacinto vió á Doña Blanca transfigurada; reconoció en ella un corazón de mujer que antes no había sospechado siguiera bajo la aspereza de su mal genio, y le tuvo lástima y la miró con ojos compasivos.

Hablaba bajo, pero cada una de sus palabras tenía punta acerada como una saeta.

Pero a los treinta y cinco años proseguía en su pieza, aderezada en taller bajo la ventana.

Una de ellas llevó conmigo el flirteo bajo parasoles de garden party a un extremo tal, que me exasperé y la pretendí seriamente.

Pero un momento después su cara caía de costado bajo el brazo crispado al respaldo.

Sentí que las lágrimas se detenían, y bajo ellas me respondió un momento después: Como quieras.

Los dos traían bajo el brazo sus espadas; no espadas viejas y con agarrador de madera, como los pobretones, sino con empuñadura de coruscante dorado y vaina de cuero, iguales á las que usaban los guardias municipales de la ciudad.

Con el enfundado acero bajo el brazo, envueltos en su poncho y levantada el ala del fieltro sobre la frente, parecían dos caricaturas de los hidalgos de capa y espada, sus legítimos abuelos.

Le gustaba tenerlo bajo el imperio de su superioridad.

Traía el uno montera verde de cazador; el otro, un sombrero sin toquilla, bajo de copa y ancho de falda.