35 oraciones de ejemplo con el viudo

Pues, señor, resulta de que yo, á la vera de la casa, tengo un güerto de carro y medio de tierra, que, en buena hora lo diga, es una alhaja pa el dicho de coger patatas y posarmos pa el avío de la casa...; como que el viudo del Cueto me daba por él un prao de cinco carros y un rodal viejo, y no se le quise cambiar....

XXX Á los seis meses de la muerte de Doña Blanca, en pleno invierno, se reunían todas las noches en torno del hogar, en el piso alto de la casa del mayorazgo D. José López de Mendoza, á más de su mujer y de su hija Lucía, el Comendador D. Fadrique, el viudo D. Valentín, Clara y á veces el padre Jacinto.

Resulta que la cifra menor es la de los viudos y viudas.

MENDAÑA ¡Ah! para el viudo lo mejor es la viudez.

Poco a poco, con las visitas y el largo charlar de ellas, Isidora iba queriendo al viudo, y el viudo aficionándose tanto a ella, que llegó un punto en que hubo de sorprenderse y asustarse de la formalidad de su cariño.

Al despedirme me acompañó hasta la puerta el viudo.

Síme contestó el viudo,es el mayor consuelo que me queda.

Ella, tan despreocupada y resuelta para acudir junto a su protegida a cualquier hora, sin reparo ninguno, comenzó a evitar los encuentros con Ambrosio y a poner en sus visitas una mesura llena de precauciones y melindres, cabalmente cuando los vecinos decían que procuraba su boda con el viudo, seduciendo a la nena.

Lleno de turbación y rebosando lástima de su corazón oprimido, el viudo salió de la alcoba como si saliera de su juventud.

¡Feliz ella!dijo sordamente el viudo.

Lleno de turbación y rebosando lástima de su corazón oprimido, el viudo salió de la alcoba como si saliera de su juventud.

¡Feliz ella!dijo sordamente el viudo.

Un año después, y en edad tempranísima, falleció sin sucesión D.ª Sancha, y pasó el viudo a segundas nupcias con doña María Milán de Aragón, de los Condes de Albaida por su padre, y Villahermosa por su madre, en quien tuvo descendientes, siendo la última D.ª Ana de Borja, que a principios del siglo XVII trajo a la Casa de Gandía el principado de Squillace por su matrimonio con D. Francisco de Borja.

Murió, pues, santamente, y pudo el viudo, dejando establecidos a sus hijos y arreglados todos sus asuntos en Gandía, entrar en la Compañía de Jesús y luego en el cielo, como uno de los más grandes entre los Santos españoles, que allí abundan, y con fama muy otra de la que alcanzaron los Borjas en Italia.

Pero el viudo, con la querencia del lar y de la dote, vuelve ahora en busca de su cuñadita Ascensión, y la madre, que aún llora a la hija malograda, sonríe ante la suerte de esta otra, convencida de que un marido con dinero es la suprema felicidad para una mujer.

La infanta doña Luisa, una linda Orleáns, casada con el viudo D. Carlos, delicada y fina aunque sportswoman airosa y vigorosa que va de cuando en cuando a bañar su beldad de sol a Sevilla.

Su predominio con el viudo no alcanzaba á tanto como eso.

Allí los cortesanos entre tanto También gemían, porque el rey lloraba; Que si el viudo monarca se riera, La corte lisonjera Trocara en risa el lamentable paso.

El viudo, que hasta entonces había vivido tranquilo con sus viejas criadas, despreciando públicamente á las mujeres, era incapaz de resistir el contacto de aquella criatura maliciosa que le rozaba con gracia felina.

En Guatemala el viudo se pintaba de amarillo el cuerpo, y entre los mozquitos todos los individuos de la familia se cortaban el cabello cuando fallecía uno de sus deudos; sólo se dejaban una tira de la nuca a la frente.

El viudo o viuda, son los únicos que pueden limpiar el hollín de las cocinas, porque cuando lo hace un soltero o soltera, se augura que en el matrimonio que realice, nunca conservará con vida a su consorte.

Para purificarse de tal contacto el viudo se bañó en un torrente, y de cada una de las piezas de su vestidura, abandonada en la orilla, fué surgiendo un dios.

Manín gruñó agradecido, pero algo turbado, como temiendo que aquel honor no le correspondiera, en concepto de su yerno, el viudo, y esto pudiera costarle el asiento que tenía á la mesa.

El gesto de vinagre se atenuó; quedaba el traje negro de invierno encargado de recordar el papel social que representaba el viudo.

De buen grado daré todo el esplendor posible a la posición que ella podría crearse, bien casándose con el viudo Muñoz Moreno-Isla, bien con... ¡Paco, por Dios, no desbarres!...

35  oraciones de ejemplo con  el viudo