El cocinero quedóse otra vez inmóvil y estupefacto ante aquella brusca despedida; pero reponiéndose en seguida giró sobre los talones, diciendo con dignidad: Está bien, señora; lo buscaré.

inmediatamente viró de bordo, y giró para ella; por lo que al instante lo perdió de vista la fragata francesa.

El abad de Boán los descorrió impetuosamente, el Tuerto sacó la tranca, giró la llave en la cerradura, y clérigos y seglares se lanzaron contra la canalla sin avisar ni dar voces, con los dientes apretados, chispeantes los ojos, blandiendo látigos y esgrimiendo garrotes.

La conversación giró un momento sobre el viaje de Jacobo, hasta que vino a interrumpirla la entrada del tío Frasquito, que volvía del pasaje Jouffroy cargado de noticias.

Su conversación giró al poco rato sobre el dinero y la nueva vida que les esperaba allá.

Después giró la vista en torno con cierta alarma, y continuó en voz baja como si las cepas pudiesen oírle: Tú ya me conoces: te trato con confianza porque eres incapaz de andar con soplos y porque has visto mundo y te has desasnado en el extranjero.

A third, by M. Giró, is spoken of by Albert Soubies, Histoire de la Musique, Espagne, XIX siècle, Paris, 1900, page 54.

La conversación giró en seguida, por iniciativa del mismo D. Bernardo, sobre la necesidad absoluta que tenía su hermano de llevar a casa una señora, opinión que ya le oímos emitir no hace mucho tiempo.

D. Bernardo giró gravemente en redondo, haciendo sonar el terrible espadón y las espuelas.

Y giró sobre los talones y se metió pugnando por no reír en el portal de la casa de su madrastra.

El hombre de la roca giró sobre sí mismo y desapareció lanzando un grito que dejó aturdido al Carolino.

Isidorito se levantó de improviso con el rostro desencajado y extendiendo su diestra hacia la tierra, exclamó con voz poderosa y angustiada:¡Vuelta, vuelta por Dios, o me arrojo al agua!Entonces la falúa, no queriendo ser cómplice de un suicidio, giró sobre sí misma, dejó caer la vela, y echando los remos al agua, comenzó a caminar lo más velozmente que pudo al punto más cercano de la costa.

Giró sobre los talones y salió con paso firme de la estancia.

No sucedió entonces lo mismo: el walí, transformándose en ladron, sacó un instrumento de hierro de entre su talabarte, lo introdujo en la cerradura, y sin causar ningun ruido y con gran facilidad, descorrió el fiador, que era de resorte: entonces la puerta giró sobre sí misma sin ruido, y pudo notarse que por la parte de delante, era una verdadera puerta secreta disimulada en la tapicería.

Irguióse arrogante, se miró las manos y las uñas y giró hacia el espejo la cabeza, pero sin atreverse á consultarle otra vez, señalósele á Eugenia, diciendo: No te mires...

Sentó con arrogancia la planta en el suelo, examinó todo desde la rodilla, giró un poco sobre el tacón, movió la delgada punta, semejante á un dedal.

Don Ramón se detuvo bruscamente y giró sobre sí mismo, dirigiéndose hacia la parte alta de la calle, donde está el Hospital de la Princesa.

Aunque uno ni otro de los dos se esforzaron mucho, una enorme piedra, al parecer completamente adherida al suelo, se movió lentamente, giró sobre goznes invisibles y dejó al descubierto la entrada de una cueva que en pendiente suave penetraba en el suelo, y la cual indudablemente recibía aire y luz por infinidad de imperceptibles intersticios, pues estaba seca y en ella se veía claramente.

Y la que pocos días antes sólo conversaba con los pájaros, y sólo esperaba el rayo de sol del pastorcillo, se halló aclamada por millares de voces, aturdida por el bullicio de espléndidos festejos, y admiró las iluminaciones entre el follaje, y oyó las músicas ocultas en el jardín, y giró con las parejas que danzaban, y supo lo que es la gloria, la riqueza, el placer, la pasión delirante y la alegría loca...

Cual señor que oye lo que lo agrada, y por ello abraza a su siervo, congratulándose por la noticia en cuanto éste se calla, de igual suerte me bendijo cantando y giró tres veces en derredor de mi frente, luego que me callé, aquel apostólico fulgor, por cuyo mandato había yo hablado: tanto fué lo que mis palabras le agradaron.

alzó la cabeza y giró en derredor suyo una mirada inquieta y recelosa.

II Alberto abrió los ojos y los giró alrededor suyo.

Giró sobre sus suaves goznes la puerta de honor, y el señor Marqués penetró en una galería cuyos muros ofrecían a la vista gran variedad de armaduras antiguas, e infinidad de dardos, lanzas, espadas y cuchillos de caza, juntamente con un surtido variado de fustas, trallas y látigos, cuyo peso había sentido más de un labriego cuando su señor estaba encolerizado.

Una serie de puyazos dirigidos por una ventanilla que abrieron en el techo del toril, acabaron de hacerle perder el juicio: y, cuando al son de los clarines y timbales giró sobre sus goznes la ferrada puerta, salió a la plaza dispuesto a comerse al que se le pusiera delante.

Giró sobre los talones y comenzó a subir las escaleras con propósito de restituir lo robado.