Miró en torno de él, sin distinguir nada amenazante en el mar; pero sobre una de las bordas de su embarcación vió cómo se movía una especie de hilo de araña.

Estas carrozas, que ya se han sumergido en los obscuros abismos del no ser, se componían de una especie de navío de línea, colocado sobre una armazón de hierro; esta armazón se movía con la pausada y solemne revolución de cuatro ruedas, que no tenían velocidad más que para recoger el fango del piso y arrojarlo sobre la gente de á pie.

esta piel se movía rápidamente y se replegaba sobre las cejas formando una serie de círculos concéntricos alrededor de los ojos, que remataban en semejanza con un lechuzo.

El retrato descansaba en tierra y se movía adelante y atrás, poco seguro en manos de sus portadores.

La joven no se movía, y sólo en sus facciones se podía conocer su gran turbación.

Al fin vió una luz que se movía; era un sereno.

Aunque el banquero no se movía, la fijeza y avidez de sus ojos posados sobre la joven ejercieron sobre ella la consabida influencia magnética.

Era imposible; no había saliente donde agarrarse y el bote se movía.

Hacía un calor espantoso; el cielo ardía implacable, sin una nube, como una cúpula roja; no se movía ni una brizna de viento; las velas, desinfladas, caían a lo largo de los palos; el mar, como un cristal fundido, reverberaba una claridad tan cruel que le dejaba a uno como ciego.

No se movía ni una ráfaga de viento.

Vió a alguien que se movía a través de un cristal.

En esa llanura inmensa, todo lo que se movía cambiaba de tamaño sin gradaciones ordenadas, desorientando y aturdiendo los ojos todavía no acostumbrados á los caprichos ópticos del desierto.

En torno á la mesita del hall se movía un niño de nueve años, voluntarioso y algo desobediente, que buscaba la protección de Robledopor otro nombre «tío Manuel»cuando le reñían sus padres.

Por menos de cien pesos no se movía de su tierra natal.

Tarea inútil: los proyectiles levantaban esquirlas de su coraza, pero el enorme lagarto apenas se movía, como si todos estos balazos fuesen para él leves cosquilleos.

Otras veces, la inquilina del cráneo se despertaba impetuosa, haciendo toda clase de cabriolas y extravagancias, y el ilustre maestro pasaba de golpe á vivir en un mundo quimérico, mientras su cuerpo se movía en este mundo terrenal.

Sus ojos encendidos conservaban huellas de recientes lágrimas, y su desmadejado cuerpo se movía con pesadez, como si le fatigara su propio peso.

La Virgen tenía una corona de hierro, en cuyos picos debió de haberse enredado una cometa de algún chico de la vecindad, pues un jirón de papel, todavía suspendido junto al cuerpo de la sagrada estatua, a impulsos del viento se movía.

El papelejo fué lo que a mí me pareció un brazo que se movía y una mano que me llamaba.

Pero llega la noche, y á las nueve no mas aquella ciudad que se movía, que incitaba á las fuertes emociones, parece como dormida.

El pobre Obispo apenas si se movía: únicamente su pecho continuaba agitándose con penoso estertor.

594 Y como el tiempo pasaba y aquel asunto me urgía, viendo que él no se movía me juí medio de soslayo como a agarrarle el caballo, a ver si se me venía.

El corazón dió en decirle que encontraría buenas noticias, el enfermo aliviado, la cara de Rufina sonriente al abrir la puerta; y en su impaciencia loca, parecíale que el carruaje no se movía, que el caballo cojeaba y que el cochero no sacudía bastantes palos al pobre animal....

Era un rápsoda que se movía incansable de una provincia a otra, viéndose en sus recaladas siempre sitiado por los poetas, y derramando a manos llenas humorismo picante y la sal de sus ocurrencias.

Y el viejo, con el bigote un tanto erizado y los mongólicos ojos echando chispas, se movía y braceaba furioso, como si arrojara su indignación a la cara de un ser invisible.