¡Qué lástima! ¡Tenía tan hermosas flores! ¡He pasado momentos tan felices cobijado en su sombra! ¿Por quién tocas, Mateo?

Mi amo le preguntó por su mujer, y de su contestación deduje que se había casado poco antes, por cuya razón le compadecí, pareciéndome muy atroz que se le mandara al combate en tan felices días.

¡Qué días tan felices! Lástima que yo no hubiera tenido veinte años menos.

Su mujer era quien no se las prometía tan felices.

Suponiendo, por un instante, que todos los demás diputados fuesen tan hábiles, tan mañosos, tan felices y tan píos como el de que hablamos, el Gobierno tendría que hacer el milagro de pan y peces, en inmensa escala, o tendría que producir un déficit, al cabo del año, de diecinueve veces el valor de todos los recursos y rentas del Estado, en el año mismo.

Don Eugenio, aunque animado, no se las prometía tan felices.

¡Somos aquí tan felices, señor duque!respondió Stein, que cualquier mudanza que hiciera en mi situación me parecería una ingratitud a la suerte.

mi desesperación, Luisa... ¡Tan felices que éramos! ¡Que Dios castigue á los que han hecho caer sobre el mundo tantas desgracias!

Tan felices son que en mí se refleja su júbilo.

Tal vez envidia... ¡Pensar que ellos se quedan y que tú te vas!... Son más dichosos que nosotros: vivirán aquí, donde tan felices hemos sido.

ISIDORA.¡Qué horas tan felices si no fueran tan cortas!

¡Estás hoy fresca como una flor! Marta se ruborizó hasta la raíz de los cabellos, pero yo le tomé la mano a hurtadillas por debajo de la mesa, diciéndome: ¡Ya sabemos lo que nos hace tan felices! Al día siguiente por la mañana, cuando tomábamos nuestro café, papá entró con una carta abierta en la mano.

Por tanto que no seríamos tan felices.

¡Y ella habría deseado imitar a sus padres que eran tan felices en su inalterable comunidad! El señor y la señora Aubry envejecían juntos, en una ternura recíproca que los años no debilitaban.

¿Por qué Adela nos ha abandonado cuando íbamos a ser tan felices?

En el fondo, preferiría la calma de antes; pero son tan felices ellos, en su juventud y su inocencia, con los ojos brillantes y las mejillas encendidas, que sería un crimen turbar su alegría con observaciones molestas.

¿Somos tan felices?...

¡Estaremos tan contentas, seremos tan felices allá!

No les faltaban motivos para opinar así, ¡porque eso de encerrarse en el faro!... ¡Y ellos, que encuentran tan largos los días, y son tan felices cuando les llega el turno de bajar a tierra!...

Pedidle la opinión al gran propietario, al rico y al millonario, y, si hablan con sinceridad, os dirán, en confianza, que no son tan felices como parecen, ni gozan tanto de la vida como el modesto hombre de recursos independientes, que se ve sometido a una diminución por el impuesto sobre la renta.

No, no debía haber guardias civiles, concluía el cochero envidiando en su interior tan felices tiempos; porque si no ese negro que se permite tales juegos al lado de esos dos españoles (Gaspar y Baltasar) ya habría ido á la carcel.

A menudo el pan nos faltaba; pero ¡qué días tan felices!» Y acudían a su memoria trozos de antiguas canciones de aquel tiempo.

Los que le han visto después triunfar en todas partes, juzgarán que no había mucha presunción de su parte en anticipaciones tan felices.

Bajo tan felices disposiciones, principiáronse las elecciones o ratificaciones de todas las parroquias, y la votación fué unánime, excepto tres votos que se opusieron a la delegación de la suma del Poder público.

Viéndola un día más expansiva y serena que de ordinario, como hablasen de Paca la de la Parra y su marido, celebrando lo bien avenidos que vivían á pesar de la oposición de sus caracteres, Velázquez le tomó de pronto una mano y le dijo cariñosamente: Tú y yo viviremos al fin tan felices como ellos... Dí, flamenca, ¿cuándo quieres que nos casemos?