105 oraciones de ejemplo con tormes

10 ¡Ay, qué de envidias se encienden! ¡Ay, qué de celos que causa En las serranas del Tormes Su perfección sobrehumana! Las más hermosas la temen, 15 Mas sin osar murmurarla; Que como el oro más puro No sufre una leve mancha.

Es tan bueno respondió Ginés que mal año para Lazarillo de Tormes y para todos cuantos de aquel género se han escrito o escribieren.

Los prosistas españoles más distinguidos se consagraron á describir las costumbres y la sociedad de su época, ya en pequeñas novelas, en las cuales descolló entre todos Cervantes, imitándolo Montalván, Mariano de Carvajal y Saavedra y otros, ya en las famosas picarescas, por el estilo de El lazarillo de Tormes, que traducido é imitado ha recorrido toda Europa.

(¡Bien hubieran podido los franceses de 1808 haberse acordado de esto, y no destruir, como destruyeron, en la ciudad del Tormes multitud de obras de arte!)

De entre lo más espeso de aquella pintoresca fronda salía mansamente el arroyo Zurguén, que baja de las históricas alturas de Arapiles y penetra en el Tormes, después de haber regado el precioso valle cantado por Iglesias y por Meléndez Valdés.

¡Verdaderamente, el cataclismo fué muy justo! * * * Desde el Tormes subimos á visitar al ya citado señor chantre D. Camilo Álvarez de Castro, cuya casa y huerto se divisaban á una grande altura sobre nuestra cabeza, pues se apoyan en la antigua muralla de Salamanca y tienen vistas al río.

De un modo ó de otro, el autor de La Tía Fingida debió de residir alguna vez en Salamanca; pues la descripción que en aquella novela hace de la población flotante de la ciudad del Tormes y de sus usos y costumbres, es demasiado gráfica y pintoresca para no estar tomada d'après nature.

Es decir, que la segunda barbarie demoledora de monumentos; la barbarie que en otras regiones de España destruyó, blanqueó, reformó y afeó tantas y tan preciosas obras artísticas en los tiempos que median entre los Reyes Católicos y Carlos III, no llegó á las orillas del Tormes.

} Hame sucedido tan bien, yo le he usado tan fácilmente, que casi todas las cosas al oficio tocantes pasan por mi mano: tanto que en toda la ciudad el que ha de echar vino a vender o algo, si Lázaro de Tormes no entiende en ello, hacen cuenta de no sacar provecho.

Que él me habló un día muy largo delante della, y me dijo: "Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas, nunca medrará.

en su Lazarillo de Tormes,

Felipe III, aunque asistió á algunas, y señaladamente á una que se representó en cierto teatro mandado levantar por el duque de Lerma sobre las aguas del Tormes, no gustaba mucho de ellas: acaso hubiera caído entonces el arte dramático á no ser sostenido y defendido vigorosamente por otros teólogos y frailes muy aficionados á tal espectáculo.

Es tan viejo como el mundo, y el autor del Escriba egipcio no fué ni más ni menos realista que el autor del Lazarillo de Tormes ó que Franz Hals.

Lazarillo de Tormes era el héroe de una famosa novela atribuida á Hurtado de Mendoza, y ha venido á ser nombre común, en el sentido de: guía ó conductor de ciego.

A esta, pues, saliendo al río la una tarde en su coche, que juzgara el de Faeton si fuese Erídano el Tormes.

SEGUIDA DE LA VIDA DEL LAZARILLO DE TORMES

» Publicamos á continuacion de la Guerra de Granada la Vida del Lazarillo de Tormes que es sin disputa trabajo de nuestro autor, pues por tal le reconocen y han reconocido todos los literatos, si se exceptúa á Fr.

En aquel tiempo fue cuando parece escribió por entretenimiento, y como descanso de mas graves estudios, La vida del Lazarillo de Tormes, obra ingeniosa, de buen lenguaje, y singular invencion: Fr.

Hame sucedido tan bien y yo le he usado tan facilmente, que casi todas las cosas al oficio tocantes pasan por mi mano; tanto que en toda la ciudad el que ha de echar vino á vender ó algo, si Lázaro de Tormes no entiende en ello, hacen cuenta de no sacar provecho.

Y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad, porque además de no ser ella mujer que se pague de estas burlas, mi señor me ha prometido lo que pienso cumplirá, que el me habló un dia muy largo delante de ella, y me dijo: Lázaro de Tormes, quien ha de mirar á dichos de malas lenguas, nunca medrará.

Allí nos aconteció muchas veces entrar en nuestros pies y salir en ajenos: y lo mejor de esto es que todo este tiempo maldita la blanca Lázaro de Tormes gastó ni se la consentian gastar.

¡O gran Dios! y ¡quién podrá escribir un infortunio tan desastrado, y acaecimiento tan sin dicha, que no deje holgar el tintero, poniendo la pluma á sus ojos! FIN DEL LAZARILLO DE TORMES.

178 LA VIDA DEL LAZARILLO DE TORMES.

Era muy acuto é astuto en los engaños de la guerra: venció al Rey Moro é á otros Capitanes de Granada en batallas campales, é tomó las vanderas de los enemigos en los vencimientos que ovo: las quales, é las vanderas que tomó en la batalla venció á los Valencianos están hoy puestas en la su casa de Alva de Tormes, é las traen sus succesores en las orladuras de sus armas.

Si, estas costumbres, esta mendicidad retozona, esta musiquería ambulante, esta hampa colorida, son antiguas, son seculares, están historiadas en los códices polvosos de los cantares de gesta, descritas en los libros de Don Juan Manuel, rimadas por Don Juan Ruiz, el fraile nocherniego del siglo XIV, contadas en la vida del Lazarillo de Tormes, y desgranadas en mil y tres fábulas, en las novelas de truhanes y pícaros.

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