Allí conoció á Alfonso Núñez, con quien trabó amistad; v bien pronto, aunque las musas le fueron propicias (se estrenó en la cruz, con buen éxito, un sainete pastoril suyo, titulado Anfriso y Cenobio), dejó las musas por la política, escribió en El Universal y en El Labriego, charló en los clubs, y se decidió por el partido exaltado.

Entre los que vinieron a ver el recién llegado fueron don Juan de Avendaño y su hijo don Tomás, con quien Carriazo, por ser ambos de una misma edad y vecinos, trabó y confirmó una amistad estrechísima.

En una de sus visitas a Orión, trabó conocimiento con Juana Tiambeng, mujer de calidad y hermosa, y con quien casó el 22 de Julio de 1842.

Volvieron dos noches después a la misma mesa, y Rubín trabó conversación con ellos.

Su piel trabó amistosas relaciones con el agua, y libre de la capa del polvo que atascaba sus poros finos, fue el cutis moreno más suave, sano y terso que imaginarse pueda.

— Dígolo —respondió— porque estos palos de agora más fueron por la pendencia que entre los dos trabó el diablo la otra noche, que por lo que dije contra mi señora Dulcinea, a quien amo y reverencio como a una reliquia, aunque en ella no lo haya, sólo por ser cosa de vuestra merced.

Donde más tiempo permaneció la honrada pareja fue en una capital del Norte, en la cual don José trabó amistad estrechísima con el jefe de una oficina de Hacienda, a quien con su bondad y mucha práctica oficinesca sacó de un grave apuro.

En cambio, por la amistad que trabó con algunos de los discípulos de la clase de escultura en la Academia, comenzó a ensayarse en el modelado, y se sintió desde luego tan apto que siguió trabajando con ahínco.

Este hombre trabó inmediatamente conversación con ellos, lo que no es raro en España.

Se puso al lado de la hermana y, con el aplomo cínico que le caracterizaba, trabó conversación con ella.

Otro quiso que la tía pescueza nos enseñase algo que debe ocultarse, y entre los dos se trabó una lucha y rodaron por el suelo.

Se trabó una larga discusión entre el gitano y el de las cerbatanas.

Este insistió en ellas, i se trabó, con tal motivo, una de tantas contrariedades domésticas, que pasan aun por el cielo mas puro de un hogar, como nubarrones de verano.

Entre tanto, el rey Agramante habia vuelto á montar á caballo, no obstante los esfuerzos de los cristianos para impedirlo, y trabó un terrible y descomunal combate con el amante de Isabel.

Así fué que con el primer magano que trabó en su guadañeta, puso á Andrés lo mismo que si le hubieran zambullido en un tintero.

Procuró el Doctor hablar en el Ateneo, y siempre se le trabó la lengua y no acertó á decir nada.

No bien hubo llegado don Enrique á su cámara despachó á sus caballeros, y solo quedó á su lado su predilecto escudero: depuesta alli la falsa máscara de la pena, cuando hubo quedado solo el intrigante conde con Fernan Perez de Vadillo trabó con él una breve conversacion.

En ellas trabó relaciones de amistad con varios caciques, cambió presentes y recogió noticias para hacer más tarde su conquista.

Aquel día se retiraron de la escuela no pocos niños, y el padre de Nicomedes vino hecho una fiera, se trabó de palabras con don Pedro, y por poco se pegan.

Esto parece mentira; ¡pero qué verdad es! Doña Isabel trabó amistad con su vecina: hizo la prueba de un oráculo, y quedó tan complacida, que le entró descomunal afición á tales patrañas.

31 Y luego Jesus extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: Hombre de poca fé, )por qué dudaste? 32 Y como ellos entraron en la nave, el viento reposó.

Entre los que vinieron á ver el recien llegado fueron D. Juan de Avendaño y su hijo D. Tomas, con quien Carriazo, por ser ambos de una misma edad y vecinos, trabó y confirmó una amistad estrechísima.

Los tres juntos renovaron el combate, y retiraron el enemigo á un sitio, que podemos llamar plaza de armas, donde se trabó una muy reñida batalla, en que murieron cuatro mil tabareños: se hicieron tres mil prisioneros, muchos fueron heridos, los demas huyeron.

Que asimismo procuraron ellos solos venir sin el auxilio de los Peguenches, pero no queriendo muchos caciques acompañar á los otros, por quien eran solicitados, llegaron á enojarse los unos con los otros, de modo que se trabó una contienda en la cual murieron muchos.

EL COMPRADOR Y EL HORTERA Cuentecillo forjado por deleite parecerá sin duda la contienda que se trabó en Madrid en una tienda de vinagre y aceite.