583 Adjetivos para describir calle

Por la parte superior de la poblacion, bajo el cañon de Guamapata, se habian ya internado hasta la calle de las casas del licenciado Mogrovejo, y cuando pensaba Orellana en los medios de resistirlos y rechazarlos, como lo consiguió en poco rato, se le dió aviso de que otros entraban por la calle principal, y revolviendo sobre ellos para oponerse, los atacó valerosamente, y les hizo perder el terreno que habian adelantado.

Le seguí, y me condujo a una posada de marineros de la calle de la Souris, calle estrecha, infecta, sombría.

Ramoncito, entregado también a sus melancolías, limpiaba con el pañuelo el cristal de la ventanilla para sumergir la mirada en las calles solitarias y en el cielo poblado de estrellas.

El grande hospital, situado en una ancha calle, que puede llamarse plaza, merece ser visitado por mas de un concepto: el servicio interior no deja nada que desear: la belleza del edificio es digna del objeto á que está destinado.

Cuando la muchedumbre se hubiese alejado, el gigante podría entrar por las calles casi desiertas, sin riesgo de aplastar á los transeuntes.

] Durante una ó dos horas, en las calles inmediatas á estos puntos reinó un bullicio, una animación y un movimiento indescriptibles.

Un suceso inaudito llenaba las páginas de los periódicos, y tal era su novedad, que paralizó la vida corriente, aglomerando á todos los habitantes en las plazas y calles céntricas.

La desigualdad del terreno sobre que está sentada la capital lusitana, y el poco interes que se han tomado por su nivelacion posible, hacen que el que la visita y estudia se canse y fatigue al recorrer sus tortuosas calles, en cuesta la mayor parte.

205: «A la otra mano derecha del mismo monasterio [de San Jerónimo], saliendo de las casas, ay otra alameda tambien muy apacible, con dos órdenes de árboles, que hazen vna calle muy larga hasta salir al camino que llaman de Atocha....

Poco antes de la puesta del sol llegaron los tres jinetes á la calle central del pueblo.

Desembarcamos en el muelle, pasamos la puerta del Mar y seguimos por una calle próxima a la muralla.

] [Nota 587: La antigua calle de la Pajería, también nombrada en otro tiempo del Mesón de los Caballeros, se llama desde años ha de Zaragoza, en conmemoración del bizarrísimo comportamiento de los zaragozanos durante nuestra gloriosa guerra de la Independencia.

¿Puedo hablar con él? No está, se ha ido al club después de comer... Una vez solo en la calle oscura, Nébel levantó y dejó caer los brazos con mortal desaliento: ¡Se acabó todo! Su felicidad, su dicha reconquistada un día antes, perdida de nuevo y para siempre! Presentía que esta vez no había redención posible.

Paseaba mucho, me encantaba el pueblo, sus plazas alegres, sus calles rectas; contemplaba las casas blancas de miradores enormes, las iglesias también blancas, y recorría la muralla al ponerse el sol.

Si Sevilla interesa durante el dia, por los caprichos de sus calles empedradas, estrechas y tortuosas, por el esplendor de sus casas modernas, sus hoteles y cafés, por la magnificencia de su plaza de toros, por la majestad ó el primor de sus monumentos, por su actividad industrial y mil circunstancias,durante la noche, á la doble luz de la luna de mayo y del gas de millares de faroles, tiene un encanto particular.

Don Juan Manuel Montenegro cruza una y otra calle, calles angostas asombradas por altas tapias, sobre las cuales ya se derrama una higuera, ya descuella un ciprés.

La noche estaba hermosísima, la calle silenciosa y solitaria, el ambiente tibio y perfumado, el, cielo lleno de estrellas y sin luna.

Y esto tiene mucho mérito, viviendo en plena calle, con hambre y con dolor, entre gerifaltes de la pirueta que aprenden la picardía en las aulas de la necesidad.

Seguramente lo mismo de las otras tardes: visita general á los grandes modistos de la rue de la Paix y calles adyacentes.

Entre la iglesia de Binondo á la capitanía del Puerto, hay una calle llamada de San Fernando: en la parte izquierda un trozo tiene portales.

Antes crucemos, desde el Buen Suceso á los Italianos, esta alegre y animada Carrera de los Padres Jerónimos, que era entonces lo que es hoy y lo que será siempre: la calle más concurrida de la capital.

Todo lo que puede contener una opulenta ciudad se encuentra reunido en esta hermosa calle de una legua de extension, anchísima y recta como he apuntado ya.

La poca vida que á nuestro alrededor se manifiesta en la única calle de la villa, presenta el mismo carácter de extrañeza y de arcaísmo fielmente conservado de un mundo desvanecido.

Mientras mayor era la afluencia de éstos, menor era el paso a que se les permitía moverse; de que resultaba a menudo un ejercicio muy monótono, no desaprovechado en verdad por las señoritas, cuya diversión principal consistía en ir reconociendo a sus amigos y conocidos, entre los espectadores de las calles laterales, y saludarlos con el abanico entreabierto, de la manera graciosa y elegante que sólo es dado a las habaneras.

Posee calles enteras de Londres; vastos parques donde corre el zorro perseguido por un tropel de jinetes de casaca roja que galopan entre rugidos de trompas; castillos en Escocia al borde de lagos verdes que hacen recordar las novelas de Wálter Scott; vastas posesiones en Irlanda que sirvieron algunas veces de nocturno escenario á las hazañas de los fenianos de negro antifaz.

583 Adjetivos para describir  calle