105 colocaciones para distinción

Únicamente las personas de distinción continuaban en sus casas ó se reunían en aristocráticas tertulias, para no mezclarse con la gente popular.

Formaban una original pareja el hortera endomingado y aquella muchacha, que por estar cerca su casa iba de trapillo, sin perder por esto el aire de distinción adquirido en la niñez y llevando su cesta con la desenvoltura de una colegiala que comete una travesura.

Dicho brazalete constituía entre aquellas razas un alto signo de distinción que solo podía usar el guerrero que daba cima á una acción heróica.

Hiciera calor o frío, arropábase con pieles, pues había adoptado desde su casamiento la idea de que una señora de distinción no debía ponerse en camino sin llevar sobre el cuero de algún animal.

El P. Jacinto se abstenía de echar latines cuando hablaba á las mujeres; pero no podía menos de citar en romance, siempre que se dirigía á damas de distinción, hechos, personajes y sentencias de la antigüedad clásica y de las Sagradas Escrituras.

Había, por último, en el porte y continente de D. Luis aquel indescriptible sello de distinción y de hidalguía que parece, aunque no lo sea siempre, privativa calidad y exclusivo privilegio de las familias aristocráticas.

Es un sujeto de la primera distinción y uno de aquellos señoritos mozos que se llaman elegantes.

Además de que, hablando entre los dos, el objeto tampoco es digno de tan escrupuloso miramiento, porque al fin sólo es una pobre particular, y los hombres de distinción no se emplean seriamente en estas gentes de poca posición, y aun creen que les hacen mucho honor en quitarles el crédito.

Parecía complacerla mucho tener por maestro un grande de España, y procuraba estudiar el chic de aquellas ilustres damas, que como modelos de distinción le proponía su madre.

Antes venían menos ingleses a la bodega; pero los viajeros eran gentes de distinción: lores y loresas, los que menos.

Rica heredera, lisonjeada de hermosa, con la conciencia de su natural distinción, de su poder, de su gallardía y de su elegancia, Costancita querrá ir á las grandes ciudades y brillar en ellas, y tendrá tambien sus esperanzas y sus ilusiones, que nunca desechará como no se prende de y llegue á adorarme.

Había además en la cigüeña un no sabemos qué de exótico: cierto raro modo de ser, bastante parecido al que se nota en un viajero de distinción, venido de muy remotos países, con quien por dicha tropezamos y entablamos conversación sin pensarlo ni pretenderlo y solamente a causa de súbita y misteriosa simpatía.

Hablaba de las futuras conquistas como si fuesen muestras de distinción con que su país iba á favorecer á los demás pueblos.

Un murmullo de placer partió de la concurrencia y los invitados de Harvey, sin miedo de cometer una falta de distinción, aplaudieron con entusiasmo.

«Señoresdijo entonces don Alfonso, la mujer y el hombre que tienen atados a los árboles los ladrones quizá serán una señora y un caballero de distinción.

Su aparición fue aplaudida, y la muchacha, encendida, se remilgó y trató de lucir toda su gracia al que le daba tal prueba de distinción.

Iba a hacer la misma pregunta a otros pasajeros de distinción, y si éstos no tenían «por casualidad» una caja de pistolas, arreglaría el encuentro a revólver, escogiendo dos completamente iguales entre los muchos que le habían ofrecido.

Este honor conmovía al joven, a pesar de todo su desprecio a las distinciones terrenales.

Volvoreta había querido, sin duda alguna, mostrar cierta elevación epistolar, y había estampado al final aquel «suya afectísima», que habría retenido en su memoria alguna vez como detalle de distinción.

Debían ser huéspedas del hotel, devotas de distinción, venidas de muy lejos, para hacer los ejercicios en la casa del santo.

Las otras señoras del lugar se despicaban propalando que Doña Ana era bruja, aunque no con brujería plebeya de untarse y volar al aquelarre, sino con brujería aristocrática, recibiendo en su estrado á diablos y almas en pena de distinción y alto coturno, y entre ellos á varios individuos de la familia, como la mora cautiva, la coya y el comendador, con los cuales tenía sus tertulias.

Una sentencia del Conde de Alhedín sobre feo o bonito, sobre buen tono o mal tono, sobre distinción o falta de distinción, era inapelable para Rosita.

Gallarda y esbelta, tenía toda la amplitud, robustez y majestad, que son compatibles con la elegancia de formas de una doncella llena de distinción aristocrática.

El efecto de esta distinción se deja conocer en el pueblo inmediatamente.

Y lo de tener carruaje acentuábalo doña Manuela como si fuese la ejecutoria de la distinción, el signo único que marcaba la diferencia de castas.

105 colocaciones para  distinción