40 colocaciones para flora

No solo se encuentran en el Mayon curiosísimos ejemplares de la flora, si que también los hay de la fauna.

Verhaeren anota sus impresiones dolorosas, copia, al agua fuerte, paisajes cálidos y calcinados, colecciona sus almas violentas y bárbaras como los productos de una flora tropical, excesiva y rara.

Todos los años, algunos desórdenes violentos, pero temporales, trastornan esta regularidad del escalonamiento de la flora.

, y muestras de la flora, la fauna y la geología de aquellas montañas, que los viajeros compran por curiosidad y por llevar recuerdos de sus excursiones.

Se ven extrañas flores De la flora gloriosa de los cuentos azules, Y entre las ramas encantadas, papemores Cuyo canto extasiara de amor a los bulbules.

Tan evidente está ello, que un botánico de la flora social hallaría en lo excesivo y anormal del desarrollo el anuncio casi certero de la próxima caducidad; porque es el tiempo un factor de velocidad uniforme que con idéntico paso mide el comienzo, el medio y el término de la vida en un mismo organismo, y no hay infancia breve que corresponda á una larga madurez.

A principios de Junio vimos parte de este trabajo concluido; pero aún restaban varias cosillas, girasoles chiquitos, pensamientos grandes, amén de unas cuantas mariposas sentimentales de negras alas, posadas aquí y allí, libando el dulce macassar en los cálices de aquella flora piliforme.

La contribución a la flora neoyorkina es universal, desde los productos franceses de serre-chaude, hasta esas rosas robustas que sólo brotan en la tierra de los madgiares.

Un gran cultor del árbol, esteta y naturalista, don Carlos Thays, antiguo director de parques y paseos y a quien tanto debe el país, en lo que se relaciona al cultivo y divulgación de nuestra flora, visitó, hace algunos años San Huberto.

Y si los cultivaron, es seguro que supieron favorecer su convivencia con la difusión en flora perfumada.

Pero figúrese el disgusto de la pobre Flora cuando supo por Marcelino que Galán quizás tuviese que aceptar la tremenda condición para que no pueda atribuirse su negativa a cobardía... ¡Un disgusto de muerte!

De noche, sobre el negro cielo, surgen las más hermosas especies de una flora rutilante, tallos de fuego que se elevan rápidamente, y alla arriba echan de improviso cantidad de flores, de luz, que duran un momento y se deshojan cayendo en chispas: son los cohetes.

No es nuestro propósito desvirtuar la obra de referencia que para nosotros tiene, a pesar de esta omisión, un ponderable significado como aporte científico al estudio de nuestra flora.

Piensa en las variedades infinitas que atesora la Naturaleza, en la abundancia de sus inagotables colecciones, donde así la fauna como la flora te ofrecen formas nuevas cada vez que las examinas.

Si no viene pronto el cataclismo social, será porque Dios quiere que la sociedad se pudra lentamente, y se pulverice toda en basura para mayor fertilidad de la flora que vendrá después.

Al aspecto limpio de esta ciudad y á la elegancia de sus habitantes hay que añadir la hermosura de su flora.

esos animales se atavían con un extraño lujo botánico, con libreas espléndidas de una flora excéntrica y lujuriosa.

Temblaba en las agujas el hilo de oro, y bajo los dedos de las cinco doncellas nacían las rosas y los lirios de la flora celeste que puebla los paños sagrados.

El literato tagalo necesariamente tendrá que habérselas con esta obra, si ha de querer saber llamar por sus propios nombres a las yerbas y plantas medicinales del país, y a las manifestaciones de su flora.

Los hay de todos colores y formas: blancos, azules, marrones, grises, color de lirio, de violeta, de rosa; están todos los matices de la flora; unos muy escotados, otros poco, otros nada.

El breve trayecto de Salgar a Barranquilla es pintoresco, no sólo por los espectáculos inesperados que presenta el mar que penetra audazmente al interior formando lagunas cuya poca profundidad no las hace benéficas para el comercio, sino también por la naturaleza de la flora de aquellas regiones.

Todo vecino tiene en torno á su vivienda un gran espacio de tierra, hermoseado por los olores y perfumes de la flora tropical.

cierto tufillo de sótano ó de ortigas ó de musgo; tal cual aroma de poleos y zarzamora, y haciendo con todo este acopio una discreta y erudita excursión por los campos de la geología, de la química orgánica, de la física experimental y hasta por la Ley de aprovechamiento de aguas, llegara á darnos, no ya las partes componentes del misterio, sino su panorama en realce, con su flora y su fauna correspondientes.

Explicábame las divisas de amor pintadas sobre las frágiles láminas de nácar, me introducía en los hogares domésticos japoneses mostrándome el modelo de su casa en Yeddo, una miniatura de laca, al que no faltaba un solo detalle, desde las cortinillas de seda de las ventanas hasta las grutas artificiales de rocalla del jardín, un jardinillo minúsculo adornado con plantas enanas de la flora indígena.

Todo lo más rico, variado y bello que da la tierra fuerte, hay en aquella Mesopotamia gloriosa del Sur, en aquel país mediterráneo, privilegiado por la Naturaleza en el portento de su flora y en una primavera eterna y saludable.

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