59 colocaciones para corretear

Así, los que de muchachos comenzaron juntos a corretear por las calles y pisar las aulas del Instituto; los que juntos pensaron seguir una carrera de las reservadas a gente, si no poderosa, al menos acomodada, juntos también, forzados a renunciar a ella, emprendieron la pendiente áspera, y a veces sin fin, que suben en la vida los que se mantienen por sus manos.

Hoy mi mujer tiene demasiadas cosas en qué ocuparse para corretear por el campo.

Aquella voz era la de los hermanos de la Congregación del santo celo por la salvación de las almas y conversión de las que están en Pecado Mortal (que tal era su título), hermanos que con un cepillo de madera colgado á la cintura para las limosnas, una campanilla y una linterna, correteaban la ciudad desapareciendo cuando las primeras luces del nuevo día comenzaban á iluminar el cielo.

Manuel quedó ofuscado; no comprendía bien de qué se trataba; pero no creía que el agente se tomase el trabajo de corretear por las calles únicamente por el gusto de embromarle.

Eran Monina, Tachana y Guru, que después de corretear por el parque, pasaron á la vaquería, de ésta á la corraliza de Trompeta, y una vez allí decidieron hacer una excursión en toda regla por los dominios altos de la casa.

¿Aónde vas , cabezota?gritó deteniendo a un pequeño que correteaba perseguido por otros.

En la plazoleta, frente a la cerrada casa, correteaban las gallinas.

La Sole, los días anteriores, le había pedido que le acompañase y le enseñara Madrid, y don Eugenio hizo de cicerone y la llevó también por los barrios en donde había correteado de chico y había hecho mil barbaridades con sus amigos.

á pocos pasos, chirriaba la enorme sartén cargada de pescado sobre un picudo fogón de barro; correteaban los chicuelos de la vecindad por el fangoso arroyo persiguiendo á los perros, y en todas las puertas formábanse corrillos buscando la escasa brisa que venía del mar.

Reclinada debajo de uno, sobre un almohadón que le trajo Pedro, miraba con semblante risueño corretear á los niños y divertirse con el Canelo.

Me hubiera gustado ser hijo de pescador, para corretear por las escolleras y jugar en los lanchones y gabarras.

El capataz creía vivir en el mejor de los mundos contemplando a sus hijos corretear por los senderos de la viña con dos de los señoritos de la casa, mientras el mayor, el futuro dueño, a pesar de ser todavía un niño, se mantenía al lado de su madre, imitando sus gestos altivos.

De haberlo hecho así no me hubiera visto reducido á ser un mero corderillo correteando frente á su carnicero.

Con todo eso no renunciaban á corretear juntos y sin compañía de nadie.

Se me prohibe corretear por la plaza, pero en compensación la plaza viene a visitarme.

Es verdad, como usted dice, que tengo aquí muchos conocimientosrepuso el visitante sin responder a la principal pregunta que se le había dirigido; en los tres días que llevo de corretear por la capital, me he tropezado con muchos conocidos y creo que también ellos han reparado en .

En la taberna rompía vasos y platos al intentar limpiarlos; quemábase el pescado en la sartén si ella cuidaba del fogón, y al fin su madre tenía que dejarla corretear por la playa ó que fuese á la costura del Cabañal.

Ya no pudo, como en el colegio, corretear por todas las habitaciones de la casa; allí no había una azotea donde entregarse a melancólica contemplación, dejando pasar rápidas las horas, y se veía obligada a permanecer durante todo el día como pegada a las faldas de su tía.

Una de mis jiras predilectas era bajar al río Aragón, corretear por los bordes de su profundo y peñascoso cauce, remontando la corriente hasta que me rendía el cansancio.

Cuando terminaban las fiestas y Sóller recobraba su plácida calma, el pequeño Jaime pasaba los días correteando por los naranjales con Antonia, la vieja madó Antonia de ahora, que era entonces una mujerona fresca, de blancos dientes, curvo pecho y pisada fuerte, viuda a los pocos meses de matrimonio y perseguida por las miradas ardorosas de toda la payesía.

La chiquillería escrofulosa que correteaba por el claustro era la que mejoraba de suerte con la enfermedad del pequeño, cada vez más débil, inmovilizado horas enteras, con una respiración casi imperceptible, sobre el regazo de la madre.

El Roch ayudaba a vivir a la familia, andaba siempre correteando con una cesta al brazo.

Manuel no tenía condiciones para la dirección; además, estaba rendido con el trabajo del taller y el corretear por las noches.

De cuando en cuando se percibía entre las hojas el corretear de una liebre, ó resonaba el último gorjeo de un ave.

El chico, un ángel de Dios, trabajador, modosito y callado, estaba en una casa de comercio; la niña¡cuánto siento no tener aquí su retrato!la niña, que era un serafín, con unos ojazos azules y una trenza rubia, gruesa como mi brazo, y que cuando correteaba por nuestro huertecillo parecía una de esas señoritas que salen en las óperas, no iba a Barcelona con su madre sin que algún joven viniera tras sus pasos.

59 colocaciones para  corretear