Pirovani los enseñó con vanidad, golpeándolos para ensalzar los méritos del roble y elevando los ojos al techo mientras aludía á sus precios.

] Creo que la Estética trascendental, ó sea la teoría de la sensibilidad, de Kant, no es bastante trascendental, pues se ciñe demasiado á la parte empírica, y no se eleva á la altura que su título hacia esperar.

, la mujer más graciosa y más remonísima que ha pisado el salón hasta ahoraañadió elevando un poco la voz para que lo oyese la interesada.

Las monjas horrorizadas elevaban sus manos al Cielo; algunas lloraban.

Ella, con los blancos cabellos en desorden, elevaba los brazos cantando la Marsellesa.

Entre las pequeñas ciudades industriosas de una y otra márgen, cuya poblacion se eleva de 2,500 á 6,000 almas

XVIII Doña Rebeca se rebullía en su cuarto con las crenchas blancas tendidas en enredada madeja, con los brazos secos alzados como las quimas de un árbol marchito que se elevase al cielo pidiendo venganza.

El amor mío, si hubiese llegado a ser hacia Juan Maury exclusivo y profundo, hubiera tenido que romper dolorosamente el lazo que a mi bienhechor y protector me ligaba; hubiera sido para D. Joaquín horrible infortunio: todo el bien, todo el contento y el reposo y toda la superior serenidad hasta donde había yo logrado elevar su espíritu, hubieran venido a desvanecerse o a hundirse en negro abismo.

Alegre ó melancólico, me dejaba así fascinar por la corriente, símbolo de ese curso que nos arrastra á todos hacia la muerte, y luego, sustrayéndome con pena á la atracción del agua, elevaba mi mirada á los frondosos árboles, en los que se estremecía la vida, y hacia los ricos prados y serenos montes inundados de sol.

Al escuchar entonces el grave tañido de la campana, que sonaba lento y acompasado, indicando la oración, todos los ruidos cesaron; todos aquellos corazones en que rebosaban la felicidad y la ternura se elevaron a Dios con un voto unánime de gratitud, por los beneficios que se había dignado otorgar a aquel pueblo tan inocente como humilde.

¿Quién como tú podria merecerla? ¿Acaso no he bebido en tu seno purísimo la esencia de fé, de amor, de bien y sentimiento que nutre mi existencia y eleva con su savia el pensamiento? ¿Acaso no me han dado dolor bastante que mi canto inspire, tus lágrimas benditas? ¡Cuántas por culpa mia has derramado!... ¡Ah!

Si quieres elevar un verdadero monumento a tu nombre y a tu gente, cuenta la epopeya marítima de tu ciudad natal.

En una sección de este barranco inmenso era donde trabajaban los hombres para elevar el nivel de las aguas unos cuantos metros, fecundando los campos próximos.

Se le da una población de 400,000 habitantes; pero es muy probable que el próximo censo revele que su número se eleva a cerca de medio millón.

No muy tarde la modificacion será profunda y casi completa, y Valladolid (que puede hoy contener 100,000 habitantes) se elevará al rango de ciudad española de primer órden.

Tengamos sólo por cierto, para no disputar con el señor Sankarachária, que, antes de que apareciese la raza blanca, hubo otras razas que progresaron y se elevaron a no pocos grados de civilización.

IV Si cuarenta años de incansable laboriosidad, de continuos servicios prestados al arte, á las letras y á la juventud, son título bastante para elevar á un hombre sobre sus contemporáneos, ninguno debiera estar más por cima de la vulgar muchedumbre que D. Severiano Carranza, conocido entre los árcades de Roma por Flavonio Mastodontiano.

Vanda había caído de rodillas, y elevaba sus plegarias al cielo.

El volador, pescado que no excede nunca de una tercia: debido al gran desarrollo de sus aletas se eleva sobre las aguas y vuela un largo trecho.

La escena (tablado) se elevaba algunos pies sobre el patio, y estaba mucho más próxima á los espectadores que en los nuestros modernos.

Las montañas se elevan á menudo perpendicularmente sobre nuestras cabezas, dejando sólo un estrecho paso que se reparten el hombre y el arroyo.

Pero los corazones que han nacido sin la seráfica limpieza que establece en la tierra un Limbo prematuro, cuidan bien de no inflamarse mucho con lo que ven [10] en los retablos, en los coros, en los locutorios y en las sacristías, si antes no han elevado en su propia conciencia un altar, un pulpito y un confesonario.

Cuando el sacerdote elevó la Hostia, la gaita y el tambor tocaron con brío la marcha real, el hombre de los cohetes disparó profusión de ellos en un instante; la muchedumbre se inclinó aún más, hasta tocar casi con la frente en el suelo.

Ustedes podrán creer lo que les acomoderepetía el escritor de Hacienda, intentando elevar su dignidad de noticiero sobre la chacota de sus amigos, pero lo que yo sostengo es que antes de un mes está el Príncipe Alfonso en el trono».

Esta queja en efecto elevaron al rey D. Fernando IV en las córtes de Valladolid la mayor parte de los obispos y cabildos de todos los reinos, y en vista de tan justa y debida representacion, mandó el rey librarles la carta que trae Gomez Bravo en su Catálogo de los obispos de Córdoba, cap.