70 oraciones de ejemplo con almejas

, c. 9, en el cual capítulo habla, como de los pescados más presentados en las yantares, del pes mular e sobrrayo, delfin que llaman en estas partes tohinoto, sollo, salmon, savalo, congrio, morena, carquilla, aguja paladar, mera, trucha, pagel, besugo, panpano, lenguado, dorada, asedia, langosta, langostinos, arenque, ostias, almejas.

«No se dice armejas sino almejas.

Allí debía permanecer, clavado a su torre como si fuese una cruz, sin esperar nada, sin desear nada, buscando en la anulación de su pensamiento una felicidad vegetativa semejante a la de las sabinas y tamariscos que crecían entre las peñas del promontorio, o a la de las almejas agarradas para siempre a las rocas sumergidas.

El Tritón, que había izado su vela al amanecer, desembarcaba antes de las once, y la langosta crujía purpúrea sobre las brasas, esparciendo un perfume azucarado; la olla burbujeaba, espesando su caldo con la grasa suculenta de la escòrpa; cantaba el aceite en la sartén, cubriendo la piel rosada de los salmonetes; chirriaban bajo el cuchillo los erizos y las almejas, derramando sus pulpas todavía vivas en el hervor de la cazuela.

Los marmitones llevaban á la mesa del capitán la olla donde habían hervido los pescados mantecosos, revueltos con langostas, almejas y toda clase de mariscos.

Pacían con una tranquilidad bucólica en los céspedes marítimos, contemplados de lejos por las almejas, las ostras y otros bivalvos adheridos á las rocas por una madeja de seda dura y córnea que envolvía sus encierros.

Algunas de estas conchaslas llamadas «jamones», almejas de gran tamaño, con las valvas en forma de maza, se fijaban, rectas en el fango, dando la impresión de un campo celta sumergido, de una sucesión de menhires tragados por el fondo del mar.

¿Dónde están las ostras y almejas prometidas para la comida de hoy? Calmaos, Sir Oliver, dijo el magistrado.

Ahora sácate de ese cesto que han traído los dos pedazos de carne, las almejas, la gallina, seis cebollas, dos tomates, cuatro morcillas enteras, seis ó siete calamares, diez cangrejos y un pedazo de mero, sin olvidarte de echar el hígado encima.

Almejas á la marinera.

==Almejas á la marinera== Dos kilos de almejas.

==Almejas á la marinera== Dos kilos de almejas.

Las almejas deben estar en agua bastante rato para que suelten la arena.

Se fríe el aceite y en él la cebolla bien picada, sin dejarla tomar color; se echan las almejas y la hoja de laurel, dándolas vuelta con la espumadera para que se rehoguen por igual, espolvoreándolas con pimentón encarnado y pimienta negra.

Un kilo de almejas.

Se quita la concha á las almejas y se dejan en un plato conservando el agua que sueltan; se cuecen los huevos duros, se pelan y se pican menudos; se fríe el tomate; se parten los pescados en rajas y se cuecen con agua, una cebolla partida en cuatro pedazos, unos granos de pimienta y una hoja de laurel.

Cuando están casi cocidos se quita la cebolla, el laurel y la pimienta y se echa el tomate frito, dejando que con él cueza el pescado hasta estar en su punto y entonces se agregan las almejas, los huevos y el agua de las almejas, apartando la cacerola de la lumbre y dejándola diez minutos tapada antes de servir la caldereta.

Cuando están casi cocidos se quita la cebolla, el laurel y la pimienta y se echa el tomate frito, dejando que con él cueza el pescado hasta estar en su punto y entonces se agregan las almejas, los huevos y el agua de las almejas, apartando la cacerola de la lumbre y dejándola diez minutos tapada antes de servir la caldereta.

ALMEJAS Á LA POLLADA.

En muchas ocasiones fuí al puerto, en pequeñas barcas, por los esteros y manglares, poblados de grandes almejas y cangrejos, y me iba a admirar al cónsul inglés, Miller, que perseguía a balazos, con su winchester, a los tiburones.

El mostrador, los ostiones y en este tiempo las almejas, los ejércitos de botellitas con salsas que deben figurar entre los combustibles ó las armas prohibidas, asientes de tripié, mucho tabaco, mucho humo, mucho periódico y mucha pata al aire.

Y sépase que de comer no hay aquí , sino una pobreza de almejas con arroz».

La vieja debió de engullirse sola, allá en la cocina, la cazuela de arroz con almejas que pensaban cenar todas, pues este plato casero no salió a relucir.

ARROZ CON ALMEJAS.Se lavan muy bien las almejas varias veces para que suelten la arena, dejándolas un rato en la última agua fría; después se ponen cerca del fuego en una cacerola bien tapada y sin agua, para que abran; después en la cazuela que se han de cocer se pone aceite fino y cebolla picada; se echa el arroz y las almejas con sus conchas o sin ellas, a gusto, y el agua correspondiente; se deja cocer, y se sirve.

ARROZ CON ALMEJAS.Se lavan muy bien las almejas varias veces para que suelten la arena, dejándolas un rato en la última agua fría; después se ponen cerca del fuego en una cacerola bien tapada y sin agua, para que abran; después en la cazuela que se han de cocer se pone aceite fino y cebolla picada; se echa el arroz y las almejas con sus conchas o sin ellas, a gusto, y el agua correspondiente; se deja cocer, y se sirve.

70  oraciones de ejemplo con  almejas