662 oraciones de ejemplo con antojaba

Lo único que hacía era dar más vigor, si cabe, á toda prohibición de actos que produzcan dolor, y relajar no poco las prohibiciones de todo aquello que á él se le antojaba que sólo traía deleite ó bienestar consigo.

Aquella mesita baja y larga, cubierta con un mantel viejo, iluminada por un quinqué con pantalla verde, y llena de cajitas, ruedas de alambre y rollos de papel, se me antojaba, a veces, como un arriate engalanado con todos los primores de un jardín.

Y cuando a esta se le antojaba de súbito visitar o pasear y no tenía a Juanita en casa, iba a buscarla a la suya, haciéndose acompañar hasta allí por Serafina.

Y entonces se le antojaba decir a doña Agustina: «Suelta el manso, que es mío; déjalo en libertad, y verás cómo viene a .

Se abanicaba sin punto de reposo y tapaba la boca con el abanico cuando en medio de una situación culminante del drama se le antojaba a ella reírse a carcajadas con las ocurrencias del Marquesito, que tenía unas cosas....

, , era material o lo parecía, ¿por qué no? ¡Qué vana se le antojaba ahora a la Regenta la filosofía superficial del optimismo bullanguero, del espiritualismo abstracto, bonachón, sin sentido de la realidad triste del mundo! ¡Había infierno!

No fue aquella sola; muchas veces, en cuanto veía un rayo de sol, a don Víctor se le antojaba aprovechar el buen tiempo y echar una cana al aire en los ventorrillos de la carretera de Castilla o en los de Vistalegre, en compañía de las personas que más quería en Vetusta, a saber: su cara esposa, Frígilis... y don Álvaro.

en algunos años de buena cosecha; y el galgo Palomo, blanco, gigantesco en su clase, y de terrible genio para quien se le antojaba a él que molestaba u ofendía a su ama, con la cual era todo blandura, docilidad y mansedumbre.

Toda otra gloria se le antojaba inferior y de menos quilates.

Reinaba allí la más amplia libertad de pensamiento; y el médico, que era el constante impugnador del P. Enrique, decía cuanto se le antojaba; pero como todo corazón generoso lleva ingénitamente en su centro la buena crianza, aunque no se la hayan dado, D. Anselmo, ni aun en la fuga del más ardiente disputar, ni en la mayor violencia de sus ataques, se olvidaba de velar y de mitigar su rudeza con la dulzura de la forma.

Más era: aunque la razón le decía que en casos tales todos los maridos del mundo tenían muy poco que hacer, y que todo era ya cosa de la madre y del médico, se le antojaba que él estaba siendo allí todavía más inútil que los demás padres en igual situación; que se le arrinconaba demasiado, que se prescindía demasiado de él.

Bonis llegó a recordar que Serafina misma le había querido dar a entender, de tiempo atrás ya, que el nacimiento de su hijo, el de Bonis, era cosa que no debía tomarse con calor; el mismísimo Julio Mochi, en cierta carta escrita meses antes desde la Coruña, le hablaba del asunto y de su entusiasmo paternal con una displicencia singular, con palabras detrás de las cuales a él se le antojaba ver sonrisas de compasión y hasta burlonas.

Encontrábales cierta desfachatez que se le antojaba canallesca, bien distante de la casta y severa majestad de las grandes damas de otros tiempos.

Aquellos bigotes terribles no servían, en realidad, más que para que todo el mundo se subiese a ellos: y el más encaramado de todos era Miguel, a quien su padre no sabía negar nada, que hacía cuanto se le antojaba, fuese tuerto o derecho, y que con su mala educación daba pie a que se dijese lo que su tío le había dicho aquella tarde.

Completaba el ajuar del despacho sillería de reps verde claveteada, que a Caballero se le antojaba de un gusto detestable; mas había hecho propósito de regalarla a sus primos cuando llegara la remesa de muebles que estaba esperando.

Alejandro, del cual yo hacía lo que se me antojaba, no parecía muy satisfecho con las noticias que corrían por la ciudad aquella noche.

Salió después a la explanada, donde se entretuvo galopando, y al cabo de media hora volvió, dejó el caballo en la cuadra y vino a sentarse junto a , hablándome en una jerigonza ininteligible, que a él se le antojaba francés.

Hasta bien tarde meditó, ceñudoen las sombras de su habitación, embozado en las mantas del lecho, en aquel que se le antojaba asomo de coquetería y de falacia.

Sergio iba examinándolo todo detenidamente, y todo se le antojaba exquisito, insuperable en distinción y en gracia.

En estos momentos suyos de quietud satisfecha, Volvoreta solía dormirse, y a él se le antojaba tener una misión amparadora cerca de ella, y soportaba la molestia del brazo extendido bajo la cabeza femenina, para no turbar aquel sueño suave, seguro, venturoso.

Éste alargaba la mano á quien se le antojaba, para ayudarle á subir y esto sin más atendencia, que su gusto, que debía ser muy malo.

; sino unos pensamientos brillantes, saltarines, y aparentes, á qual mas falso, sembrados por aquí y por allí, conforme se le antojaba al Predicador, sin convencimiento, persuasion, ni calabaza; y con todo esso fueron aplaudidos, como piezas de eloquencia inimitables, y se dieron á la prensa, para que se eternizasse su memoria.

Mi prima iba desterrando poco á poco antiguallas é introduciendo el contrabando de los muebles de arte y gusto; y como Medina la quería tanto, no le era difícil á ella triunfar en cuanto se le antojaba, aunque hubo casos en que el esposo se mostró inflexible.

A ratos se le antojaba ser una de esas figuras de yeso que venden los italianos de santi boniti barati, y creía ser llevado por la calle en el borde de una tabla, mirando á dos varas de sus pies el suelo en marcha, y él quieto, siempre en la orilla de la tabla, inclinado para caerse y sin caerse nunca.

fuera lo que fuese, y por buscar nuevos aspectos al tema de nuestra conversación para ver cómo los trataba y hasta dónde iban los vuelos de un talento que se me antojaba superior.

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