147 oraciones de ejemplo con arrollaron
Con ímpetu irresistible se lanzó Morsamor contra Balarán, yendo a su lado Tomás Cardoso y otros ocho valientes, que arrollaban o derribaban cuanto obstáculo se les oponía.
Lienzos finísimos esparcidos al azar se arrollaban á su cuerpo ó le servían de almohada.
Su cuerpo, como sostenido por alguna presencia sobrenatural, se fue arrodillando, muy lentamente, y sus ropas blancas se arrollaban en el suelo.
Dos brazos se arrollaron a su cuello, al mismo tiempo que asaltaba su olfato un fuerte hedor de vino.
Sus brazos enormes y flácidos se arrollaron al cuello del torero y las lágrimas mojaron una de sus mejillas.
Abajo, en el comedor había una mesa de alas de caoba, capaz para doce cubiertos, hasta seis butacas en dos hileras frente a la puerta del aposento; en el ángulo el indispensable jarrero, mueble sui generis en el país, y para proporcionar sombrío a la pieza y protegerla contra la reverberación del sol en el patio, había dos grandes cortinas de cañamazo, que se arrollaban y desarrollaban lo mismo que los telones de teatro.
Desembocaban por ella el coche del general Vives con su escolta de a caballo, todos a galope tendido; y mientras, para abrir campo, los dragones del piquete interrumpían el movimiento de los quitrines de ambas filas, en el paseo, entre los cuales se hallaba el de O'Reilly; dos flanqueadores con sable desnudo detenían y arrollaban a los que pretendían entrar o salir por la puerta del Monserrate, antes que su excelencia el Capitán General.
No se limitaron á estos desahogos, con los que ya estaba bien alborotada la población, sino que por la tarde acudieron en gran tropel y confusión al teatro de la Montería, y penetrando en él, arrollaron al público, ocupando aposentos y bancos, obligando á los actores á que volviesen á empezar la representación, que ya estaba próxima á concluir.
las persecuciones contra los mozárabes cuando la tiranía ó la razon de Estado arrollaban la barrera de los convenios, y entonces la suerte de los vencidos seguia todas las alternativas del capricho ó del temor, y los infelices sojuzgados no tenian mas arbitrios que la fuga, ó el martirio, ó la rebelion, ó la abjuracion de su fé.
Ya iba á desaparecer la bandera entre la gente, cuando de pronto se irguió de nuevo, los manifestantes se pusieron á cantar La Marsellesa como locos, cargaron sobre los guardias y los arrollaron.
En aquel momento sonó un tiro, disparado por uno de los moriscos que daban la guardia á Aben-Humeya, y como si aquella detonacion hubiera sido una señal de combate, todos se lanzaron con las armas enhiestas, sobre la guardia, la arrollaron, rompieron las puertas y se precipitaron en la casa.
La alta nave se encontraba obscura y desierta; en medio, delante del altar mayor, la cerora y el sacristán iban vistiendo de negro un catafalco mortuorio; en el suelo se entreveían una porción de objetos, trozos de madera, en donde se arrollan las cerillas amarillentas, y cestas con paños negros.
Entonces los del socorro y defensores hicieron una salida, y aunque pocos en número, como estaban de refresco y hallaron tan desalentados á los nuestros, arrollaron fácilmente á los primeros, y los otros ya sin más espera se dejaron caer en derrota desde la cima á la falda del monte.
No pudieron los nuestros romper el ala derecha, y se llegó á desesperar de la victoria porque el ala izquierda parecía más fuerte; con todo, ésta fué envuelta y deshecha en poco tiempo por los escuadrones de nuestra caballería, que arrollaron á la carrera á la caballería francesa, y cayendo en seguida sobre el centro hízose total la derrota.
Al mismo tiempo se pusieron en marcha por terreno seco hacia el cuartel del mariscal de la Ferté: llegaron sonada la media noche y lo embistieron, de manera que en un momento lo arrollaron todo, poniendo á los franceses en completa derrota.
Las bufandas se arrollaban como culebras en la garganta carcomida de los hombres graves, oradores, abogados y políticos, que eran la flor y el principal lustre del establecimiento.
Las bufandas se arrollaban como culebras en la garganta carcomida de los hombres graves, oradores, abogados y políticos, que eran la flor y el principal lustre del establecimiento.
En el cuerpo de guardia empezó no el combate, sino mas bien el degüello, pues mataron durmiendo á muchos de los soldados, y á los demas (tal fue el terror que les infundió este sobresalto) los arrollaron sin resistencia: pero á ninguno perdonaron; porque siendo en tan corto número los escaladores, no podian hacer prisioneros.
Al punto suena una trompeta, y saliendo Vargas y los suyos, dieron en ellos con tal furia y denuedo, que en un momento arrollaron á cuarenta de los enemigos: los demas volvieron las espaldas.
Los arroyos convertidos en rápidos torrentes, arrollaban en su hervoroso curso las casas y los molinos, destruian las mieses, y arrebataban los ganados.
Desarrollaron el telón, hiciéronme tender a la larga en medio de él y lo arrollaron otra vez, volviéndome y revolviéndome dentro del mismo con peligro de sofocarme.
Este pueblo belicoso de los sármatas, después de haber vencido á los cimerios y á los tauros, que habitaban entonces la Crimea, penetraron en Iberia por los desfiladeros del Cáucaso, lo arrollaron todo, y cayeron sobre Media como nube de langostas destructoras y terribles.
Los telares en que tejían el algodón consistían en dos vigas, una sujeta al suelo y otra que colgaba del techo, en las cuales se extendía perpendicularmente la urdimbre; además dos tablillas de pizarra que la mantenían en doble cruz y abrían paso a la lanzadera; ésta consistía en un palo corto a que arrollaban el hilo.
Sus conductores, ayudados por los soldados, descargaban de sus lomos las cuadradas torres y arrollaban las gruesas gualdrapas que les cubrían los flancos en los momentos de combate.
Los saguntinos, con el impulso ciego de la victoria, chocaron con este refuerzo y casi lo arrollaron en el primer encuentro.