73 oraciones de ejemplo con cimera

Ocurrió que recaló en el bosque un guerrero, valiente de traza, con turbante hermosísimo por cimera, y traje moro de la capital de Persia.

justemos. que cimera sacaremos: o que letra? ya va a la missa.

Su verdadera belleza era el golfo inmenso, entre colinas de naranjos y pinos, con un segundo marco de montañas, una de las cuales extendía sobre el azul del cielo su eterna cimera de vapores volcánicos.

Rota la adarga, sobre el rojo polvo tendida la riquísima cimera, la corona de golpes destrozada, desgarrada la toca al aire suelta, de polvo y sangre y de sudor bañado, le faltan, no el valor, sino las fuerzas, y por sus fieros ojos centellantes cruza horrible y fatal nube siniestra.

Plata; cuatro cuarteles, azul y gules; triple león rampante; la rosa heráldica, unida al blasón de la torre, plata sobre gules; brazo armado, con espada doble; grifo, medio vuelo y casco de cimera.

Va subiendo la luna cimera y ancha por las nubes: toda la serenidad del cielo desciende benigna hasta la tierra.

Voluce, uno de los jefes de los sarracenos, acostumbraba llevar por cimera una serpiente que entrelazaba su yelmo, en cuya parte superior terminaba con la boca abierta y devorando á un niño.

Habiendo retado Voluce á Hugo á singular batalla, este aceptó el reto, venció al infiel, y se apoderó de su casco, cuya cimera adoptaron por enseña él y sus sucesores.

En la cimera, lo mismo que en el escudo, ostentaba la imágen de un sapo hinchado y venenoso.

Vistióse las armas que fueron del troyano Héctor y despues de Mandricardo, hizo ensillar al excelente Frontino, y cambió de cimera, de escudo y de sobrevesta.

Brillaban sus armas a la luz de las hogueras y su penacho blanco se revestía de un color rojizo, mientras agitado por un viento recio que se había levantado, flotaba semejante a un fuego fatuo en la cimera de su yelmo.

La hermosa tierra de España, adusta, fina y guerrera, Castilla de largos ríos, tiene un puñado de sierras entre Soria y Burgos como reductos de fortaleza, como yelmos crestonados, y Urbión es una cimera.

¡Con un alma volcánica entré en la dura vida, Aquilón y huracán sufrió mi corazón y de mi mente mueven la cimera encendida huracán y Aquilón! Tu voz escuchó un día Cristóforo Colombo; Hugo cantó tu gesta legendaria.

Un valenciano justador Por ella sacó en cimera Un palmito, y el mote era: Devall terra es lo millor.

La fachada que caía á este patio era la del cuerpo de edificio donde había dormido Gastón; fachada relativamente moderna, de mediados del siglo XVIII, que decoraba una portada con columnas corintias y un escudo barroco con casco y cimera de plumaje enroscado.

El centro es la vía férrea, y por allí, estremeciendo el puente, repicando su campana triunfal, con su cimera de humo y de llama suspendida sobre el abismo, en cuyo fondo muge el torrente, cruza la locomotora llevando como cauda los pueblos y los gérmenes de la confraternidad universal.

El intrépido Trasimedes dió al Tidida una espada de dos filosla de éste había quedado en la navey un escudo; y le puso un morrión de piel de toro sin penacho ni cimera, que se llama catetyx y lo usan los jóvenes para proteger la cabeza.

Teucro dejó el arco en la tienda, colgó de sus hombros un escudo formado por cuatro pieles, cubrió la robusta cabeza con un labrado casco, cuyo penacho de crines de caballo ondeaba terriblemente en la cimera, asió una fuerte lanza de aguzada broncínea punta, salió y volvió corriendo al lado de Ayax.

Éste, á su vez, dió una lanzada á Dólope en la parte inferior de la cimera del broncíneo casco, rompióla é hizo caer en el polvo el penacho recién teñido de vistosa púrpura.

Un casco con una cruz de Caravaca por cimera remataba el escudo: sobre él se leía en una banderola la divisa: Fortis in fide et regi fidelis; bajo el escudo, en otra banderola, Per cruces ad triumphos.

En su cimera No había ya una pluma, ni una hebilla Que encajara en su arnés, roto en cien partes.

Á la luz de los incendios pasaban como un rebaño enloquecido, centelleando los coseletes de bronce, los cascos de rota cimera, las armas manchadas de sangre y mostrando por los girones de las ropas los músculos enflaquecidos, que parecían danzar en su ancha envoltura de piel, apergaminada y seca por el hambre.

Con lo que aludían a un pez de metal que en la cimera de sus cascos ostentaban los opuestos combatientes.

En la puerta exterior unos harapientos culis disparan seis morteretes; y unos hombres vestidos de colorines, con la cabeza calzada de una especie de enorme cencerro colorado, del que salía como cimera una tiesa, larga y única pluma de faisán, se pusieron en fila junto a unos figurones gigantescos y ridículos de cartón, dioses porteros de la morada.

Forman filas agarrados al cordaje de los mástiles, se alinean lo mismo que los pingüinos en las barandillas, se sostienen aleteantes, como animales de cimera heráldica, sobre los bordes de la chimenea.

73  oraciones de ejemplo con  cimera