25 Adjetivos para describir madrileña

Téngase en cuenta que muchos de esos pobres madrileños bigardos de todos conocidos, suelen ser santeros de ladrones y rateros, cómplices de estafas y de mil trapisondas.

Era este sujeto un empleado, madrileño antiguo castizo, y por lo tanto, si bien podia carecer de la tiesa y desdeñosa afectacion que muchos llaman buen tono hoy dia, tenia una urbanidad y cortesía profundamente arraigadas, que jamas por jamas se desmentian; tenia esa benevolencia y aprecio para los demas, que es la base del buen trato, tan celebrado, y con razon, en los madrileños genuinos.

Eran los enemigos del toreo andaluz, los madrileños netos, amargados por la injusticia de que todos los matadores fuesen de Córdoba y Sevilla, sin que la capital tuviera un representante glorioso.

Aviraneta, como madrileño nacido en el barrio, lo conocía muy bien.

Eran los enemigos del toreo andaluz, los madrileños netos, amargados por la injusticia de que todos los matadores fuesen de Córdoba y Sevilla, sin que la capital tuviera un representante glorioso.

Si en lugar de madrileño fueseis andaluz, habriais hablado de soles, dijo Sir George con su séria burla.

Era este sujeto un empleado, madrileño antiguo castizo, y por lo tanto, si bien podia carecer de la tiesa y desdeñosa afectacion que muchos llaman buen tono hoy dia, tenia una urbanidad y cortesía profundamente arraigadas, que jamas por jamas se desmentian; tenia esa benevolencia y aprecio para los demas, que es la base del buen trato, tan celebrado, y con razon, en los madrileños genuinos.

Téngase en cuenta que muchos de esos pobres madrileños bigardos de todos conocidos, suelen ser santeros de ladrones y rateros, cómplices de estafas y de mil trapisondas.

BALTASAR.—Entre la gente joven, no; la mayor parte de los carlistas madrileños capaces de llevar las armas, se fueron hace tiempo a la facción.

Guillermo II es estudiante y vive casi siempre en ópera wagneriana; Alfonsito XIII acaba de presentarse por primera vez en el coso madrileño y ha sido aclamado por la tauromaquia nacional

En su organismo endeble de madrileños criados en casas pobres,

Así es muy raro hallar un madrileño dedicado al servicio doméstico, y si, por razón de sus ocupaciones, depende de algún patrón, maestro ó jefe, todo se conseguirá del madrileño por la razón persuasiva ó por el ruego amable; nada por el mandato indiscutible, ni por el rigor áspero.

En este punto, ver á una elegante madrileña es ver á una elegante granadina.

Cuando Vicente Pastor, en sus años de desgracia, que fueron más de los debidos, y apuntados van á su condición de madrileño, andaba aperreado por esas Plazas, y en la madrileña sobre todo; favorecido por los empresarios con todo el ganado de peor lidia, toros cornalones, resabiados, mansos perdidos, nunca dejé de ver y de apreciar en él lo que más tarde apreciaron muchos como un descubrimiento

Si en lugar de madrileño fueseis andaluz, habriais hablado de soles, dijo Sir George con su séria burla.

Y en esa frase ponen todo el desprecio que les inspiran los cuatro madrileños gatos que, á falta de una tertulia ministerial, donde tomarlo de gorra, van á tomar un café al café, con gotas de censura á la infalible política que nos gobierna.

Era este sujeto un empleado, madrileño antiguo castizo, y por lo tanto, si bien podia carecer de la tiesa y desdeñosa afectacion que muchos llaman buen tono hoy dia, tenia una urbanidad y cortesía profundamente arraigadas, que jamas por jamas se desmentian; tenia esa benevolencia y aprecio para los demas, que es la base del buen trato, tan celebrado, y con razon, en los madrileños genuinos.

Pero el madrileño solar de unos cuantos miles de pies, yermo, blancuzco, limitado por una mísera valla y con la sequedad propia de Castilla, le hizo abandonar este ensueño.

La temperatura era grata y el paseo estaba muy lucido, como si aquella tarde se hubiesen citado allí las madrileñas más lindas y elegantes, al contrario de otros días, en que parece que se congregan las cursis y feas para amargarnos la vida, atormentarnos los ojos y hacernos dudar del Todopoderoso.

Cuando cruzaban la plaza del Rey, Carmen vió a su amiga: una madrileña neta, bajita, delgada, con mucho negro y mucha luz en los ojos.

arranca desde el Pretil de los Consejos, cerca de la Capitanía General, y termina en la plaza de la Cruz Verde, plaza desconocida por los madrileños actuales, pues es un pequeño espacio irregular próximo a la calle de Segovia, según se baja hacia el puente, a mano derecha.

Pero el madrileño solar de unos cuantos miles de pies, yermo, blancuzco, limitado por una mísera valla y con la sequedad propia de Castilla, le hizo abandonar este ensueño.

DOBLE VÍA Al año de ser diputado y madrileño adoptivo,

Yo he oído decir que, de todos los que van a las francachelas del molino, el único que lleva mal fin es ese madrileño tan aficionado a faldas

La otra niña, Clara Infante, es también muy amiga de mis hijas, una madrileña alegre y desenfadada que siempre está de broma.

25 Adjetivos para describir  madrileña