Los obreros dependientes del contratista estaban sentados en el suelo, fumando ó dormitando.

Los comerciantes escriben cartas y sus dependientes escriben las facturas y algunas cosas más.

Estos tinteros son limpiados todos los días (every day) por los dependientes ó por las criadas.

En frases dependientes de ciertos verbos y conjunciones.

Vigilar sobre las costumbres de sus hijos y dependientes.

Obligaciones de los hijos y dependientes.

Entre las parroquianas de la casa había una joven que los dependientes designaban con el apodo de «la beatita».

Evitaba entenderse con los dependientes, sin duda por molestarla sus exagerados cumplimientos, ese afán de decir a toda parroquiana, con voz automática, que es muy bonita, para despachar mejor la mercancía; y apenas entraba en la tienda, buscaba con los ojos a Juanito, muchacho juicioso, tan tímido como ella y que no se permitía el menor atrevimiento.

Tónica, al entrar, no hacía caso de las palabras de los dependientes, e iba recta en busca de aquel barbudo tan tímido como ella, que muchas veces le enseñaba las muestras con manos temblorosas; y Juanito experimentaba un verdadero disgusto cuando se ausentaba de la tienda y al volver le decían que había estado «la beatita».

En días de gran venta, cuando había muchas señoras en la tienda y los dependientes desplegaban sobre el mostrador centenares de pañuelos, la lóbrega tienda semejaba un jardín.

Todas las noches del año le obligaba a rezar el rosario con los dependientes de la casa; hasta que cumplió los veinticinco nunca fue a paseo solo, sino en corporación con los susodichos dependientes; el teatro no lo cataba sino el día de Pascua, y le hacían un trajecito nuevo cada año, el cual no se ponía más que los domingos.

Todas las noches del año le obligaba a rezar el rosario con los dependientes de la casa; hasta que cumplió los veinticinco nunca fue a paseo solo, sino en corporación con los susodichos dependientes; el teatro no lo cataba sino el día de Pascua, y le hacían un trajecito nuevo cada año, el cual no se ponía más que los domingos.

Pero ya los dependientes habían empezado a sacudirse las cadenas; ya no eran aquellos parias del tiempo de D. Baldomero I, a quienes no se permitía salir sino los domingos y en comunidad, y cuyo vestido se confeccionaba por un patrón único, para que resultasen uniformados como colegiales o presidiarios.

Pues bien; sus hijos estaban en Barcelona, unos como dependientes de comercio, otros plumeando en el despacho de su tío el rico.

Y señalaba un papel manuscrito fijo en la puerta de su tugurio, á semejanza de los carteles impresos que figuraban en todos los establecimientos de París para indicar que patronos y dependientes habían obedecido la orden de movilización.

Después de traspasar la tienda al primero y único de sus dependientes, sólo poseía en valores del Estado una renta de ocho a diez mil pesetas.

Felizmente, dos dependientes del embarcadero que vieron al viejo tirarse al agua, habían saltado en un esquife y bogaban con toda fuerza hacia aquel sitio.

En el teatro era casi un dictador: los actores le halagaban porque les podía hacer daño con un descuido intencionado, la empresa se mostraba satisfecha de él, y los dependientes le respetaban y le consideraban como jefe.

Siendo consecutiva esta accion sobre la sangre, de la que ejerce este medicamento en la inervacion, claro es, que debe ser de la misma naturaleza; es decir, atáxica y maligna; el corazon es afectado en este sentido, y despues de él todas las vísceras mas provistas de vasos capilares de toda especie, porque su tenuidad les coloca en los límites de la esfera sanguínea, y donde, por consiguiente, son mas dependientes de la vida vegetativa.

Puede jugar aun el arsénico en oftalmías sobreagudas dependientes de una causa reumática, de un exantema, de la menstruacion.

Reuniendo las tropas de su capitanía y los dependientes de su casa, fue Portocarrero el primero que salió al encuentro de los moros.

El hermano lego, algunos dependientes de la abadía, y dos ó tres pastores de la granja de los frailes, que formaban círculo alrededor del hogar, le escuchaban en un profundo silencio.

El hidalgo hizo plato á su señor, que no quiso acelerar para su servicio el fin de la caza, ni se curó de llamar á los dependientes, á quienes tales oficios de su casa estaban cometidos: la situacion de su ánimo, devorado al parecer de secretas ideas, y el deseo de permanecer en la compañía libre y desembarazada de aquellos en quienes depositaba su confianza, redujo á dos el número de sus servidores en tan crítica situacion.

El Círculo de Dependientes de Comercio tiene 40.000 socios, residentes en la Habana.

En los almacenes grandes ó modestos, los dependientes y muchas veces los amos son japoneses, chinos, malayos ó indostánicos.