450 oraciones de ejemplo con merinos

Se han traído algunos merinos; se han propagado fácilmente, y ya existen rebaños bastante numerosos, que se aumentan cada día en razón de que no se consumen para el alimento diario.

Sancho IV encargó á los merinos de la tierra castigar á los malhechores que robaban y detenían á los hombres buenos que iban á las ferias y mercados (COLMEIRO, Introd.

»Enbió sus alcalles, merinos é sayones: »Al ladrón enforcavan por quatro pepiones.

Como los Chicos habían abarcado también el comercio de lanillas, merinos, telas ligeras para vestidos de señora, pañolería, confecciones y otros artículos de uso femenino, y además abrieron tienda al por menor y al vareo, tuvieron que pasar por el inconveniente de las morosidades e insolvencias que tanto quebrantan al comercio.

Todavía no era moda ir a buscarlos al África, y los venían a buscar aquí, cambiando cuentas de vidrio por pepitas de oro; es decir, lanillas, cretonas y merinos, por dinero contante o por obras de arte.

Dictó aquellas célebres disposiciones que tan extraordinario vigor infundieron a las armas carlistas, y en todo mostró ser insigne guerrillero, digno sucesor de los Viriatos, Empecinados y Merinos, con más saber militar que todos ellos.

XI EL UTOPISTA RIVADAVIA (FRAGMENTOS TRADUCIDOS DE UN CANTO EN HONOR DE RIVADAVIA TITULADO: «LES BREVIS MERINOS DANS LA RIO DE LE PLATA» POR CÁRLOS PELLEGRINI.

Ahora verá Ud. Antes de que se inventaran los procedimientos de refrigeración que hace posible la exportación de carne helada y congelada, los criadores sudamericanos sólo se interesaban en la producción de lana, y a fin de mejorar gradualmente la calidad de ésta, cruzaban sus ovejas criollas con reproductores merinos.

En exceso, al punto que hoy día el setenta y cinco por ciento de las lanas en la Argentina procede de lincolns y leicesters, puros o cruzados con merinos.

Los merinos y los mestizos, que se reconocen por su lana más fina y más rizada, son poco estimados para la cocina.

Por iniciativa del deán se comenzó á hacer una lista de suscripción; luego se discutieron varios proyectos, y el director indicó que lo primero era hablar con Merino, á quien veríamos al día siguiente.

Se habló de las probabilidades de éxito del levantamiento contra los franceses, y cuando se debatía este punto entró un lego á decir que don Jerónimo Merino se encontraba en el claustro.

Era Merino hombre de facciones duras, de pelo negro y cerdoso de piel muy atezada y velluda.

Cuando miré de nuevo alrededor, ya Merino había desaparecido.

EL ALBÉITAR FRANCÉS Nos avistamos el director y yo con un albéitar que se llamaba Arija, hermano de un sombrerero que en 1821 se levantó con Merino, Cuevillas y otros realistas contra el Gobierno constitucional.

Al mismo tiempo llegaron al campamento varios jóvenes de Lerma: Julián de Pablos, Eustaquio de San Cristóbal, Fermín Sancha, Miguel de Lara, Ricardo Páramo y otros, que, en su mayoría, fueron luego capitanes distinguidos del regimiento de Burgos, en que se convirtió andando el tiempo parte de la guerrilla de Merino.

El Padre Eterno era el maestro de taller de la herrería de Merino, y constantemente estaba arreglando las armas que se estropeaban y se cogían al enemigo.

Es hijo de una estirpe de rudos caminantes, pastores que conducen sus hordas de merinos a Extremadura fértil, rebaños trashumantes que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.

Entre los robles muerden los negros toros la menuda hierba, y el pastor que apacienta los merinos su pardo sayo en la montaña deja.

tres varones, que en el campo son riqueza, y, ya crecidos, los puso, uno a cultivar la huerta, otro a cuidar los merinos, y dió el menor a la Iglesia.

Allí están nuestros famosos merinos, y la oveja castellana, y la andaluza, y las inglesas, de cabezota redonda (como los puritanos de Cromwell) y de lana apretada, que parecen talladas en piedra por escultores medioevales.

He cabalgado cuando niño en carneros merinos, perros de Terranova y cerdos en pelo, es decir, cerdos en cerda.

Está ademas comprobado que las ovejas de raza sajona dan dos i media libras de lana por vellon en promedio; los merinos tres i media libra, i las ovejas ordinarias cinco libras.

Para esta esencial reforma servirian especialmente los locales indicados, limitándose al principio a la distribucion de merinos tipos, de cerdos, para proceder con el tiempo a la refina de vacas i caballos, sirviendo estas ocupaciones ausiliares de dar medios de industria i sosten a los futuros maestros.

Y porque acabéis de conocer quién son y cuán poco tienen de cristianos, advertid que de pocos nombres que del tiempo de los moros quedaron en España, llamándose ellos merinos, le han dejado por llamarse alguaciles.

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