Al fin, sin terminar la lectura, cayó en el sillón presa de un ataque que le privó del sentido.

Esta y no otra fue lo que privó á la archiduquesa de su razon hasta que dejó de existir.

[Nota 33: Sospecho que nada de esto es verdad, porque cuando volvió Hernando Rivera, (que fué á 30 de Enero de 1543), estaba enfermo Cabeza de Vaca, y no pudo dar relacion del descubrimiento; y le duró la enfermedad hasta que le prendieron, por el aborrecimiento que le tenia la gente, á la cual privó de sacar del Puerto de los Reyes las indias que los indios le habian dado y adquirido: que es lo que refiere cap.

Suelto despues de algunos años vuelve á su plaza, de que le privó el vistado202.

D. Pedro no era mas que príncipe de Cataluña cuando trató y concluyó su casamiento S. Raimundo de Peñafort, á disgusto del Rey D. Jaime su padre, y del Papa Urbano 4.º, que desamaba, como dice Argensola, al Rey Manfredo, y le privó de sus reinos.

De manera que, si cayó de espaldas, no fue porque la herida le privó de hecho de las fuerzas.

No había visto Cecilia morir a nadie, así que, al convencerse por el tacto de que la abuela no alentaba precisamente cuando la creía más viva, el horror más bien que el pesar le arrancó un grito terrible y le privó del sentido.

Desque dejó el servicio de su Alteza, de contemplar su belleza, dura también me privó.

Se privó usted del único placer que tenía, para que yo pudiera estar en las mejores condiciones posibles.

La fuerza del huracán le detuvo, y la lluvia, penetrando entre el embozo de la capa y el sombrero, le privó de la vista.

Después del lamentable suceso que privó a D. Miguel de licencias para confesar y decir misa, quedó él al frente de la parroquia.

No le privó del curato (que esto no podía hacerlo), pero le puso un coadjutor para desempeñarlo.

En cambio mi madre se alarmó y enfureció lo indecible, me privó de toda golosina y no me dejó salir a la calle con mis amigos durante muchos días.

Riciardeto acudió en seguida con heróica audacia: al enristrar su lanza, se echaba de ver, como lo habia demostrado en diferentes ocasiones, que era un digno paladin de Francia: probablemente habria hecho conocer al Tártaro que le igualaba en valor, si no le hubiera impedido arremeterle la caida de su caballo, que cogiéndole debajo, y no por culpa suya, le privó de todo movimiento.

Reinaba en Italia Berengario II, en cuyo tiempo Rodolfo, rey de Borgoña, pasó á Italia, llamado por muchos señores que odiaban á aquel, le venció y le privó de la corona.

Entonces fué cuando los miembros de doña Beatriz comenzaron a temblar, con una convulsión dolorosa que, por último, la privó del sentido.

Los escritores pueden holgarse de haber compuesto un libro que perpetúe su nombre; pero, ¿qué resta de los actores muertos, y qué de las modelos á quienes el tiempo privó de encantos?

Cuando en 1859 la muerte le privó en la Habana de un compañero, y destruyendo su fortuna con la de Cipriano de las Cagigas, el Capitan general de la Isla, D. José de la Concha, le colmó de atenciones y de consuelos, y el banquero D. Manuel Calvo le alojó espléndidamente en su tranquilo y salubre cafetal; procurándole en él la soledad necesaria para el trabajo, y salvándole la vida y el honor con los cuidados de su amistad.

Rozados en su vanidad profesional, Fernández Parreño y don Ignacio Martínez afirmaban que el dictamen por ellos suscrito respecto al accidente que privó de vida al señor Frasquito, era rigurosamente cierto.

Para mayor desgracia, también me privó mi hermano de pasear, llevándome, que quieras que no, á ver al director de Instrucción pública para un asunto que no me interesaba.

A estos horrores sucedieron otros ocasionados por la política y el fanatismo: la expulsión de los judíos dejó a España sin banqueros y la de los moriscos, últimos restos de los árabes, la privó de sus más hábiles e industriosos agricultores.

Llevábalos el oleaje alrededor del negro bajel y un dios les privó de la vuelta á la patria.

La aguda espina de la más rigorosa necesidad, me privó de mostrarme suave y cortés.

Del afan y ejercicio se le encendió una maligna fiebre, que obrando ejecutivamente, al séptimo dia privó la Provincia de su gobernador, á la Asumpcion de su padre, y á la milicia de su experto capitan.

Un aguacero cayó en un lugar, que privó a cuantos mojó de seso.