362 colocaciones para sacerdotes

Y se aceptará la traicion de un discípulo, y el inocente Cordero será llevado á los tribunales, y será interrogado, y al responder palabras de verdad, el príncipe de los sacerdotes se sentirá devorado de celo, y rasgará sus vestiduras, y dirá «blasfemó,» y los circunstantes dirán «es reo de muerte.

002:004 Reuniendo a todos los jefes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntó donde nacería el Cristo.

Por fin, gracias a Dios, pudo abrir la puerta que sólo tocan las manos ungidas del sacerdote.

El incienso, que era compuesto de gomas olorosísimas que se recogían en los bosques de la tierra caliente, comenzó a envolver con sus nubes el hermoso cuadro del altar; la voz del sacerdote se elevó suave y dulce en medio del concurso, y el órgano comenzó a acompañar las graves y melancólicas notas del canto llano, con su acento sonoro y conmovedor.

sacó su espada, le dio al siervo del sumo sacerdote atinándole en la oreja.

005:014 Jesús le encargo no decirle a nadie, «Pero sigue tu camino, y muéstrate al sacerdote, y haz una ofrenda por tu limpieza de acuerdo a los mandamientos de Moisés, como testimonio para ellos.

Salía el tribuno primero, y le decía al tribuno segundo si había visto á Cayo; el tribuno segundo le contestaba al tribuno primero que no; pero después venía el tribuno tercero y decía á los dos anteriores que Cayo estaba en casa del sacerdote Ennio Sofronio, y que después vendría á confiarles sus planes en la plaza pública.

En cambio, el patriarca montañés profesaba al cura un cariño y una admiración extraordinarios, gustaba mucho de oirle hablar sobre religión, y se consolaba en las penas que le ocasionaban su ceguera y su pobreza, escuchando las dulces y santas palabras del joven sacerdote.

Y para demostrar que la religión es fuente de toda grandeza, los más ilustres escritores llevaban hábitos de sacerdote...

Dos gruesas lágrimas se desprendieron de los ojos del anciano sacerdote, rodaron lentamente sobre sus mejillas, y vinieron a perderse en las arrugas de su rostro.

Arrodillado un hombre a los pies de un sacerdote, 5 estaba confesando sus culpas, con la más edificante humildad, cuando se calló de repente, como si se hubiese tropezado con un pecado nada leve.

El auditorio le escuchaba atento, sumiso, convencido de que era el Espíritu Santo quien por boca del venerable sacerdote les ordenaba tener mucho cuidado con la tradición, con la religión, y sobre todo con la propiedad.

Se alzaron dos verticales sobre las cabezas: el brazo del sacerdote trazó en el aire un signo, el sable del jefe del piquete relampagueó al mismo tiempo lívidamente... Un trueno seco, rotundo, seguido de varias explosiones tardías.

54 Empero Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote: y estaba sentado con los servidores, y calentándose al fuego.

Protestando contra el cántico de muerte, el hermoso sol de invierno enviaba sus rayos a la cabeza inclinada y canosa del sacerdote, y encendía con tonos calientes la nuca de Lucía, inclinada también.

Menéndez Pelayo está reconocido fundadamente como el cerebro más sólido de la España de este siglo; y en la historia de las letras humanas pertenece a esa ilustre familia de sacerdotes del libro de que han sido ornamento los Erasmos y los Lipsios.

13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.

La igualdad es un mito de los impíos; hasta en el cielo hay jerarquías y los Padres se dedicaban al cultivo de los de arriba, de los que por su nacimiento ó su fortuna estaban destinados á ser pastores de hombres, dejando la gran masa que ellos no podían evangelizar, al cuidado de los sacerdotes del clero bajo.

FEGEO (Φηγεύς): Teucro, hijo del sacerdote Dares y hermano de Ideo.

¿Quién podría describir las torturas de un alma en tales circunstancias? El canto de los sacerdotes; el espectáculo de la fosa recién abierta; el rumor de la tierra que cae sobre el ataúd, producen emociones que llenan de horror el ánimo más esforzado.

Las luces, las vestiduras de los sacerdotes y sobre todo el órgano tuvieron de ello la culpa.

Fundó ciudades, levantó templos, abrió caminos, estableció colegios de sacerdotes y comunidades religiosas de mujeres.

Con asombro mio los embajadores, en vez de negarse, asintieron á mi propuesta en nombre de su rey Calpuc, y del mismo modo consintieron en entregarme un fuerte tributo por cada uno de los habitantes de la ciudad; exigí, ademas, para mi seguridad y la de mi gente, que el rey viniese entre nosotros y entrase á mi lado en la ciudad, y que se entregasen á mis soldados el templo y las habitaciones de los sacerdotes.

Pero de cintura arriba mostrábase el señorío, «la dignidad del sacerdote de la instrucción», como él afirmaba; lo que le distinguía de toda la gente de las barracas, gusarapos pegados al surco: una corbata de colores chillones sobre la sucia pechera, bigote cano y cerdoso partiendo su rostro mofletudo y arrebolado, y una gorra azul con visera de hule, recuerdo de uno de los muchos empleos que había desempeñado en su accidentada vida.

En el centro de la pirámide del medio se halla una cámara sepulcral y en donde reposa la momia del gran sacerdote que ayudó á edificar ese enorme edificio, y con él está enterrado tambien un libro maravilloso, que contiene todos los secretos del arte mágica.

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