32 oraciones de ejemplo con tenaza

Lea enrojeció de dolor y de cólera y trató de desasirse, pero él la tenía como con una tenaza de acero.

El primero, aunque desconocido en el país y sin arraigo en ninguna parte, era el más temible, porque con la tenaza del Gobierno tenía cogidos por los cabezones a casi todos los Ayuntamientos.

Tongs, n. [tongz] Tenaza.

A Codillo, que siempre fue una tenaza y una esponja para el dinero, le da ahora por despilfarrarse con la familia y hasta por acompañarla vestido de punta en blanco.

La mano de su esposo era una tenaza de acero que iba a triturarle el hueso.

Por lo demás, y si sólo se mirara el beneficio material, a sacar el redaño al prójimo, crea usted, señora marquesa, que no habría tenaza mejor que el oficio de prestamista sin entrañas.

Tenía en la mano el arma, y la volví contra mismo; pero alguien me apretó en ese momento el brazo como con una tenaza.

Apruebo la tenaza, que garantiza la salud de a bordo, probablemente comprometida con el contacto de aquellos caballeros.

El Franco y el Arabe son la tenaza que le tiene asido, y cada cual levanta sobre él su martillo.

Porque la cristiandad está en dias de prueba, y como férrea tenaza la estrechan por el norte y mediodia los bárbaros normandos y los sarracenos.

Y remangándose un brazo, mostraba sobre la blancuzca y pobre piel que envolvía el hueso y los nervios, algunas huellas amoratadas que delataban la presión dolorosa de una mano como una tenaza.

El ciego se mantenía apretado á , sujetándome como con una tenaza férrea, en su mano formidable, y dejando cargar sobre , más peso de su cuerpo, del que yo podía razonablemente soportar.

Se acercó a la muralla de enfrente, i dirijiéndose a la cara mas atroz que le pareció, trató de apretarle las narices, pero la cara le tiró un tarascon, haciendo una horrible contraccion de enojo; los dientes se chocaron como las muezas de una tenaza, i Mr.

Vieron en el cuello unas huellas extrañas: cuatro depresiones profundas por un lado y una por el opuesto aunque algo más grande: al verlas se habría creído que una mano de acero le había cogido como una tenaza.

Sale á pedazos, unas veces brusca y fiera, otras humillada, resignada; pero sale, entreverada con quejidos sordos que la tenaza de la gastralgia arranca del fondo del pecho.

Cayó el gigante con el rostro amoratado y medio palmo de lengua fuera de la boca, porque Pablo, sin aflojar la tenaza de sus dedos, se encaramó á su gusto sobre el derribado coloso.

Gedeón consigue, á duras penas, librar su mano de aquella tenaza sucia; y huye luego dos varas atrás con la butaca en que está sentado.

Le agarré un brazo con mi mano, que se me figuraba tenaza y le dije: ¡Farsa! no ibas á consultar con Miquis.

Desnudos llevaba como ellos pecho y espaldas, sujeto á la cintura breve faldellín, pendiente del cinto de cuero una bolsa con martillo, tenaza y provisión de férreos clavos.

Al occidente de Mitla se encuentra, sobre la cima de un peñasco escarpado, una fortaleza que mide media legua de extensión, con varios ángulos salientes y entrantes y cortinas intermedias; en su frente, considerado accesible, hay doble muralla, de las que la una es curva elíptica y la otra, más elevada, en forma de tenaza: varios ingenieros que han visitado esta fortaleza, declaran no ser inferior á las europeas del siglo XII.

Al presentarse un obstáculo cualquiera, no se lucha directamente, se recurre á la palanca, á la garrucha, á la tenaza, al cordel, muy al contrario de lo que hacemos nosotros, y no por pereza, no por debilidad, sino por amor al éxito; y así como á la navaja le llamo yo el sexto dedo del yankee, al carrito de mano le doy el nombre de su tercer brazo.

Su mano era una tenaza sobre la muñeca de Sergio, y tanta era la energía de su presión, que ya en los peldaños, después de cerrada la puerta tras el joven, sintió éste en sus ojos lágrimas de dolor, de dolor físico y de rabia, de humillación y de vencimiento.

Más allá se partió solamente en grietas; pero al cerrarse éstas, sujetaron, como trampas para cazar lobos, las piernas humanas; y las víctimas retenidas por la sorda tenaza vieron llegar hasta ellas el incendio, ardiendo como cirios.

12 El herrero [tomará] la tenaza, obrará en las ascuas, le dará forma con los martillos, y obrará en ello el brazo de su fortaleza; aunque [esté] hambriento, y le falten las fuerzas, no beberá agua, aunque se desmaye.

El Caballero de la Tenaza, fol.

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