Quiero que te largues, ¡ea! ¡Mira que entovia es trempano! Pues si no quieres, lo dejas.

"¡Ea!," diz', "ya desta tan buen día me vino, "Que agora se cunple el mi buen adevino".

Vacas guarda en el prado: Dixel': «¡En buen' ora sea »De vos cuerpo tan guisado!» Ella me rrespuso: «¡Ea! »La carrera as errado, »È andas como radío.

¡Ea! arriba; o aquí mismo, delante de estos señores te peino, te calzo y te visto.

Lo que yo digo, Nina, es que las cosas son del que las tiene... y las tiene todo el mundo menos nosotras... ¡Ea! date prisa, que siento debilidad.

¡Ea! ya está de par en par, digo, ya están separados estos pingajos de puerta.

Conoció luego seña Josefa que había terminado la operación, así porque había cesado de quejarse el paciente, como porque el Doctor, alzando el instrumento con que la había ejecutado, dijo: ¡Ea! ya está Vd., despachado.

¡Ea! ya está sentado el sabio; ya sopla el polvo de la mesa y coloca el sombrero sobre ella; ya se saca a medias una bota que le oprime mortalmente los sabañones; ya tose y se arranca la flema de la garganta; ya trae el libro hacia sí, ya mira con curiosidad el sello de la Academia estampado en la primera página; ya empieza a leer.

=¡Ea! ¡Vaya pronto! Que no le echen a Vd. de menos.= ECHEGARAY.

: ¡Ea! despejar, que voy a echar la llave.

Mujeres como tú no debían nacer para morir como las margaritas del campo; no admito, no concibo que Dios haya creado cosa tan linda para esconderla... ¡Ea!

¡Ea! ¡Concluyamos! exclamó el americano exasperado.

¡Ea! Entrégamela al punto Hand her over to me immediately o, sin poderme valer, or, unable to control myself, en esa postura vil I'll strike you dead el pecho te cruzaré.

¡Ea! Venid con nosotros.

¡Ea! no me rompas la cabeza.

Vamos, que yo no tomaba las bolitas, ¡ea! Un sentimiento de indignación: una protesta varonil se alzó en mí, y declaré con energía: No quiero, no quiero.

¡Ea! Hagámonos magníficos regalos, para que digan aqueos y teucros: Combatieron con roedor encono, y se separaron por la amistad unidos.

¡Ea! Aquí tienes las llaves.

¡Ea! ¡Hermana! ¿Quieres venir?

¡Ea! añadió en recia voz dirigiéndose á las criadas; basta ya de aspavientos; ¡callarse! No parece sino que he hecho alguna cosa del otro juéves.

Bien la fortuna apunta, amigos; ¡ea! »El camino sigamos que señala: »Con los Griegos cambiemos de librea; »En mal del enemigo, ¿quién no iguala »Fuerza y astucia?

¡Ea! ¡vete a freír espárragos!

¡Ea! dejémosles decir necedades; no siempre tendrán ocasión de colocarlas...

¡Ea! ¡Hasta la vista!... ¡Ah! se me olvidaba.

¡Claro!... como que me van á poner en la Biblia... ¡Ea! se acabaron las papas.