El que fuera digno de gozar el singular privilegio de ser mirado por ella, habría advertido en sus ojos la inalterable fijeza, la expresión glacial, que son el primer distintivo de los ojos de un santo de palo.

Nuestros reyes concedieron privilegios á los castellanos establecidos en Honfleur y Dieppe, mientras que los dieppenses poseían factorías en Sevilla.

Los que tenían el privilegio envidiable y envidiado de penetrar en aquella estufa perfumada, bendecían los chubascos que daban pretexto para asistir todas las noches al gabinete de doña Rufina.

De ahí un gérmen de ruina bajo la transitoria prosperidad de las ciudades que tanto se esforzaron por obtener privilegios exclusivos para el comercio, la fabricacion y la industria.

Patentee, n. [patentí] El que posee un privilegio de invencion.

En 1886, la ley de 30 de Octubre quitó los privilegios.

] En mi concepto hay varios principios que con relacion al entendimiento humano pueden llamarse igualmente fundamentales, ya porque todos sirven de cimiento en el órden comun y en el científico, ya porque no se apoyan en otro; no siendo dable señalar uno que disfrute de esta calidad como privilegio exclusivo.

El Rey D. Pedro el IV confirmó dicho privilegio a Francisca Fillol, nieta de Magdalena de la Cañada, en Valencia a 10 de Marzo de 1362.

Pero, gracias a su excelente carácter, no abusaba de los privilegios de tal.

Una idea tan buena como la anterior; también habría que pedir privilegio, para que el gobierno no permitiese matar indios más que a la partida del señor Antonio el Morenito.

Los cortesanos se felicitaban mutuamente, y los frailes y clérigos estrechaban las manos de los grandes de España y generales de salón, dándose plácemes por el próximo triunfo que devolvería a las clases tradicionales sus antiguos privilegios, desterrando de la nación los demonios de la libertad y del progreso.

Pero de todos modos era un frac, y el del contratista había perdido el privilegio de ser único, lo que puso nervioso á su poseedor, dándole nuevos ánimos para expresar sus deseos.

La escolta de la novia, mucho más numerosa, parecía poblado hormiguero: viejas y mozas llevaban el sacramental traje de negra lana, que viene a ser como uniforme de ceremonia para la mujer de clase inferior, no exenta, sin embargo, de ribetes señoriles: que el pueblo conserva aun el privilegio de vestirse de alegres colores en las circunstancias regocijadas y festivas.

Luego añadió, con un deseo de tomar el desquite: Pero los guerreros masculinos están mandados por oficiales hembras, sin duda para mantener los privilegios del sexo.

Ningún voto perpetuo la ligaba, apenas tenía obligación de vivir algunos días en comunidad, y alcanzaba en cambio no cortos privilegios, exenciones y autorizada consideración.

Por real cédula de 11 de Enero de 1593 se otorgó privilegio especial á los vecinos de Manila para que pudieran despachar todos los años al puerto de Acapulco dos naves, repartiéndose entre aquellos por medio de vales el tonelaje de carga, formándose de esta suerte la razón social llamada La nao de Acapulco.

Por fortuna de los pobres animales, hay en esta provincia, sobre su parte más elevada, entre Campóo, Cabuérniga y Polaciones, unos pastos en los puertos de Lodar, Peñalabra, Palombera, Brañamayor y otros, que están diciendo «pacedme»; y á pacerlos van desde junio á octubre, los ganados, ó cabañas, de varios pueblos de la indicada región, que están en pleno goce de ese privilegio.

¿Verdá que estuve güeno? De la camaradería juvenil guardaba el privilegio de tutear al amo.

Para andar como los seres que deben á la facultad de tenerse en dos pies el privilegio de cobrar el barato en la Creación, necesitaba del apoyo de otro bimano.

pero que lo no sabe, que para ello se remite a los privilegios que su Alteza firmo al dicho Almirante.

Volvióse el señor Antonio y dijo con expresión respetuosa: La señora baronesa de Carrillo, a pesar de su juventud y hermosura, es tan católica como juiciosa, y está aún más interesada que nosotros en defender los sagrados privilegios del rey.

(Año de 1512.—Diciembre 29, Santo Domingo.)—Testimonio de reclamación y protesta de D. Diego Colón contra la sentencia ó declaración dada en Sevilla por los Señores del Consejo, que dice menoscaba sus privilegios.

Pero su familia sabía aprovecharse de esta amistad, especialmente su yerno, el Azul de la Virgen, un camándulas, según decía la vieja, que hacía dinero hasta de las telarañas del templo; una hormiga insaciable que, valiéndose de la amistad del cardenal y su suegra, iba adquiriendo nuevos privilegios, sin que sacerdotes y sacristanes osasen la menor protesta contra él viéndole tan bien protegido.

Entre otras cosas, se prohibió el hacer el comercio de América á los extranjeros, y sólo pudo suceder que ni ellos ni nosotros lo hiciésemos, que no establecer un privilegio en provecho nuestro como se pretendía.

Pero inmediatamente su coquetería de mujer la impulsaba á modificar este privilegio un poco melancólico que le confería el paso del tiempo.