337 colocaciones para desiertas

No soy un rayo de la guerra, pero, en fin, he hecho lo que he podido... Pues bien, usted me creerá, si quiere, señor cura, al oír la imponente voz del rey del desierto comprendí estas palabras del Profeta: «Se estremeció mi alma y los pelos de mi cuerpo se erizaron.

Sobre el hueco de un balcón había un cuadro, acaso del Españoleto, que representaba a Santa María Egipciaca tendida en las arenas del desierto, enteramente desnuda, muy hermosa y más incitante de lo que fuera oportuno en sitio frecuentado por gentes de Iglesia.

Sin duda permanecía junto á la tumba todo el año, por ser este el lugar más frecuentado en la soledad del desierto, resultándole fácil el nutrirse con los despojos de las caravanas ó el sorprender á un hombre ó á una bestia de carga en momentos de descuido.

Comprendió Watson que para el amigo Cachafaz, hijo del desierto, «ahorita mismo» significaba una hora, dos ó tal vez tres, y «ahí cerquita» algo así como un par de leguas.

Le hizo contar Elena cómo era su vida en el desierto patagónico, inmensa llanura barrida en invierno por huracanes fríos que levantan columnas de polvo, y sin más habitantes naturales que las bandas de avestruces y el puma vagabundo, que, cuando siente hambre, osa atacar al hombre solitario.

XV MI ESTRELLA Tu eres la estrella que mis pasos guias En el camino del desierto mundo, Y de tu lumbre el esplendor divino Siempre me alhaga.

que, de trecho en trecho, son para ellos los oasis en medio del desierto, y sin duda allí, en medio de los líquenes, encuentran el alimento necesario á su subsistencia.

Un Ponce fué abastecedor de los ejércitos que realizaron la conquista del desierto.

Cada día que pasaba sin que un gran auditorio le escuchara, le parecía que se perdían en el vacío y en el silencio de un desierto aquellas voces admirables que sentía dentro de .

Cuando la expedición al desierto las barrió definitivamente por la superioridad del rémington sobre la lanza,en 1879, el mismo año en que Edison descubría la luz eléctrica por incandescencia en el vacío,las tribus de pastores seminómades que poblaban la Pampa como ocupantes de territorios en común no conocían el derecho de propiedad individual sobre la tierra, pero sobre la choza y los enseres domésticos.

Unos habían tenido millones y paseado en lujosos carruajes allá en Madrid, ciudad casi fantástica, cuyo nombre sonaba en los oídos de los isleños como el de Bagdad para el pobre árabe del desierto que escucha un relato de Las mil noches y una noche.

Es de sentir que en la última campaña al desierto, la division Ramos no hubiese continuado sus marchas en la direccion que seguia, para resolver practicamente el problema del origen del Colorado.

Cual la celda de un mísero ermitaño queda abierta a los vientos del desierto, así mi corazón quedóse abierto al soplo huracanado del engaño.

Este es el león del desierto cuyos rugidos espantan al más bravo de los cazadores.

Sandoval se acordaba en tales momentos de la vida en Persia y Arabia, porque, a pesar de la estación y de la capa de nieve que cubría las calles, había en aquel cuadro algo orientalesco, que hacía soñar con las solitarias palmeras del desierto y los harenes musulmanes.

Sus altas rocas, custodios de la frontera del desierto, vuelven sobre su faz negra y torva, repiten la carrera de mi caballo, y parece que me amenazan así.

Se creeria ver allí la tierra prometida en el seno del desierto.

A juzgar por las relaciones de los viajeros del Asia, se cree uno trasportado al fondo de sus interminables desiertos, descendiendo el Eufrates y oprimido por la majestad de una soledad asombrosa.

El viaje que describe es tan penoso por lo largo de las jornadas en el desierto y lo precario del hospedaje en los tambos indios, que sólo pudo realizar aquel viaje terrestre por necesidad de visitar los conventos.

10 Le halló en tierra de desierto, y en un desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.

Mas hora, como piedra en el desierto, Yaces desamparada, Y el justo desgraciado vaga incierto 20 Allá en tierra apartada.

Entre los escasos habitantes acampados al pie de la Cordillera, se heredaba la convicción de que existen aún en ciertos lugares del desierto patagónico bestias enormes y de formas nunca vistas, últimos vestigios de la fauna que surgió al principiar la vida en el planeta.

¿Quién dudará de la victoria del leon del desierto?

Los poetas de los alrededores agregan esta nueva hazaña a la biografía del héroe del desierto, y su nombradía vuela por toda la vasta campaña.

la escena de los israelitas en el desierto que más se ha repetido en el mundo, la adoración del becerro de oro.

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