20 oraciones de ejemplo con partesana

Al principio pensó que algún tercio de soldados pasaba por aquella parte, y por verlos picó a Rocinante y subió la loma arriba; y cuando estuvo en la cumbre, vio al pie della, a su parecer, más de docientos hombres armados de diferentes suertes de armas, como si dijésemos lanzones, ballestas, partesanas, alabardas y picas, y algunos arcabuces, y muchas rodelas.

El de Toledo á priesa hace gente, Tocábanse las cajas y campanas, Y con temor y miedo al mas valiente Vereis cargar de hierro y partesanas.

Al ver á los más pacíficos vecinos armados con partesanas, palos y picas, corriendo hacia London-Bridge, cerré mi puerta, y corrí á encerrarme con Karl, en lo más profundo del sótano.

El primero andaba siempre silencioso; el segundo, que no esperaba le aconteciese nada grato en la Torre, se hacía el reacio, dando grandes gritos y obligando á los alabarderos á comunicarle cierto deseo de andar con el regatón de las partesanas.

Despues los soldados dieron en desafiarlos á que peleasen con ellos, y no atreviéndose los Indios, los denostaron, y trataron mal, mostrándoles sus espadas, lanzas, gorgujes, partesanas, y otras armas, con que mucho les espantaron.

Y un otro que por Ana traia una partesana, que claro dice: parte es Ana, queriendo decir que Ana es parte para matar ó dar la vida; y ésta que yo he sacado, que son las víboras, que ellas mismas son el letrero, pues dicen por el que las trae, vivo horas, que bien se puede decir que en esta vida no se vive sino horas; Que las horas del pesar Más son que las del reposo, Pues que se puede mudar Lo venturoso.

Por Santiago, decia apoyándose en su partesana, que no entré yo al servicio del señor conde para habérmelas con brujas y hechiceros; este instrumento que bastaria para matar millones de moros, unos despues de otros se entiende, acaso no seria suficiente á hacer un ligero rasguño en la mano del moro que fundó este maldito castillo.

» dijo entónces, Y al ir á empuñar la espada, Diciendo á voces la gente: «¡Viva el sacro nombre de Austria!» Un soldado en la cabeza Empleó la partesana; Que como de la corona Juzgó vivir adornada, Fué capaz sujeto á un tiempo De la dicha y la desgracia.

Por las armas tambien soy famoso, porque un tio mio, hermano de mi padre, es en mi tierra espadero, y agora está en Valencia, ó donde él se sabe, y siempre él anda limpiando espadas, montantes, dagas, puñales, estoques, cuchillos, cuchillas, lanças, alabardas, chuzos, partesanas, petos y morriones y todo genero armorum.

La guardia de doncellas rodeaba el templete del emperador; las demás fuerzas militares con sus arcos terciados y sus partesanas en reposo ocupaban el segundo término.

Una guardia, provista de partesanas y lanzones dignos del lápiz de Gustavo Doré, precede a un hombre con cabeza de león (animal fatídico de esta fauna mitológica), huyendo ante el dragón sagrado, que lo persigue para ver si lo puede devorar.

Ya un anciano tao-tsé ve brotar un guerrero de su dedo índice, ya una virgen se posa sobre la cabeza de una paloma viva, ora dos héroes cruzan sus partesanas y sostienen terrible lucha en el aire, o un Buda en fin apoya un pie en los pétalos de un lotho mientras en su infantil mano se yergue su elegido, que vuela a la región de los espíritus descartado de su envoltura material.

Lanzones, partesanas, pinchos, medias lunas, harpones, horquillas, machetillos y adargas de mimbres son los objetos más salientes de aquella hoy ya inocente armería.

Entonces aparecen las rondas nocturnas, armadas de lanzones retorcidos, partesanas, escudos de mimbre, y precedidos de un gong o campana china, en el que dan sendos porrazos; con lo que consiguen dos objetos: despertar al que duerme y prevenir a los ladrones para que burlen su vigilancia.

En seguida, blandiendo su partesana, se entró atrevidamente por entre las columnas de fuego y humo que brotaban los cañones, y seguido entre una lluvia de balas por los más salientes de sus tropas, se lanzó sobre los artilleros y se hizo dueño de las piezas».

» A los ministros manda diligentes del almacén sacar las armaduras, los arneses y petos relucientes, mallas finas y láminas seguras, escudos de pinturas diferentes, espingardas de acero fino puras, los arcos, las pelotas, las aljabas, partesanas agudas, chuzas bravas.

(Da con la llave en la puerta de bronce del sepulcro, y á esta señal todas las profundidades del subterráneo se pueblan de soldados con antorchas y partesanas.

Á la cabeza va un hombre vestido de negro, que lleva una bandera blanca con cruz negra; sigue maese Eneas Dulverton, revestido de manto negro, con su bastón de condestable en la mano; un grupo de soldados con partesanas y traje rojo, y el verdugo con su hacha al hombro y el filo vuelto hacia el que va detrás, que es un hombre cubierto completamente con un gran velo negro, cuyas puntas se arrastran bajo sus pies.

Á su lado va un sacerdote, y detrás otro grupo de soldados con partesanas, un hombre vestido de blanco, que lleva bandera negra con cruz blanca; y á derecha é izquierda dos filas de alabarderos, alumbrando con hachas.

Podría suceder que una noche, algún guarda poco dormilón, te clavase la partesana antes de marchitarse tu ramo.

20  oraciones de ejemplo con  partesana