4 colocaciones para malas

Saborear la mejor perdiz y la mejor lamprea de la plaza y usar con codos y rodillas la mejor batista, y enredar los dedos entre los mejores encajes, y derramar por sábanas, camisas, corsés, medias y pantalones, las esencias más caras, con profusión, causando el asombro de Eufemia, era género de delicia que se aumentaba con la idea de la mala pasada que les estaba jugando a todos aquellos parientes, en particular a Bonis y a su tío.

Mis faltas son debilidades, y además un efecto preciso de la mala, de la perversa educación que he recibido.

Con estas razones de la mala vieja creyeron los más que yo debía de ser algún demonio de los que tienen ojeriza continua con los buenos cristianos, y unos acudieron a echarme agua bendita, otros no osaban llegar a quitarme, otros daban voces que me conjurasen; la vieja gruñía; yo apretaba los dientes; crecía la confusión, y mi amo, que ya había llegado al ruido, se desesperaba, oyendo decir que yo era demonio.

Las vivacidades de su conducta y de su lenguaje sobrepasaban algunas veces al nivel que separa a las gentes de buena sociedad de la mala.

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