82 oraciones de ejemplo con a ojo

Fuentes, animado por aquellas risas, se desbordaba en paradojas, en frases ingeniosas y sutiles, cayendo a ojos vistas en el amaneramiento.

Porque el duque de Requena se desmoronaba a ojos vistas.

» Cuanto a ojos, como a todo lo del mundo, cambian las modas, y por esto decía Calderón, en la jorn.

La miré largo rato a ojos descubiertos porque la veía muy bien, y porque cuando el hombre está así en tensión de aspirar fijamente un cuerpo hermoso, no recurre al arbitrio femenino de los anteojos.

El señordijo don Celso, señalando a éste y hablando con don Simónes don Zambombo, como le llamamos los que nos honramos con su amistad íntima, o don Jeromo Cuarterola, como le llaman en el pueblo y fuera de él cuantos le conocen y le quieren, porque se lo merece; y por eso le sirven a ojos cerrados....

¡Oh, qué criatura! Había que creerla y él se lo tragaba todo a ojos cerrados, incluso la afirmación de que sus relaciones con el teniente sólo fueron para aumentar sus rabietas.

Creyó a ojos cerrados en sus reyes y sacerdotes como únicos representantes de Dios, y se moldeó a su imagen y semejanza.

De modo que si le propusieran a la prójima, en aquel momento, transmigrar al cuerpo de otra persona, sin vacilar y a ojos cerrados habría dicho que quería ser Jacinta.

Pues soñé que estaba yo en el laboratorio, y que me entretenía en distribuir bromuro potásico en papeletas de un gramo... a ojo.

Aquel barrio y los sitios aquellos éranle tan familiares, que a ojos cerrados andaría por entre los cajones sin tropezar.

Doña Águeda con unos ojos dulzones, inútilmente grandes, que nadie había querido para , miraba extasiada a la convaleciente que iba engordando a ojos vistas, según las de Ozores.

Tres metros y mediodijo el Marqués que llegó a tiempo de dar la medida exacta del batacazo posible, a ojo, como él hacía siempre los cálculos geométricos.

La vendedora cortó la carne a ojo de buen cubero, y con los demás artículos pedidos la puso en un plato que trajo Cecilia; y no bien la vio, parece que la entraron ganas de hablar hasta por los codos.

Así es que, a ojo de buen cubero, bien se puede asegurar, sin recelo de ser exagerado, que hasta en las cosas que más naturales parecen, la naturaleza, si bien se examina, ha hecho de seis partes una, y el espíritu del hombre ha hecho las otras cinco.

Había muerto, porque un sábado quiso terminar un trabajo a destajo de un pilastrón dejado anteriormente para sostén del abovedado, y que, una vez que ya no servía, habíalo calculado el amo a ojo en 35 ó 40 carros de arena.

Esta Laura Orsini, apenas cumplidos los trece años y declarada núbil a ojo y fe de notario, casó el 16 de Noviembre de 1505 con Nicolás de la Rovère, sobrino del reinante Julio II, enemigo declarado de Alejandro VI, a quien públicamente llamaba Marrano, nombre con que se designaba a los judíos conversos.

El real do estava la tienda del rey era un poco en altura, et por o ellos ivan era llano; et el rey don Fernando óvolo a ojo, et los que con él estauan, et vió de commo se tornava el un cavallero et que fuera el otro en su cabo: otrosí vió aquellos siete cavalleros de moros commo le estauan delante, teniéndol el camino por do él avie a pasar: et mandó quel fuesen acorrer.

Ya en los años de don Serafín, aquella casa más que secular, se apreciaba como un tesoro, por los que a ojo calculaban el valor del cedro empleado en sus techos.

La luna de octubre siete meses cubre, dice el proverbio; y, como la de aquel año hubiera sido esplendente y limpia, he aquí por qué en el mes de enero, en que empieza este relato, el sol brillaba en el cielo como el ojo de una muchacha bonita; que si a soles comparan los poetas los ojos, no hay razón para que a ojo no compare yo el sol, si es verdad aquello de que el orden de los factores no altera el producto.

Pues mirar por el escaparate y escoger a ojo, y decir aquel calzao es el mío, y entrar y disputárselo al sursum curda... ¿Me entiendes?...

Pero fué una organización a ojo de buen cubero, sobre el mapa, como quien dice, y desconociendo en absoluto, las condiciones de la tierra.

Iniciada la colonización que fué, conviene decirlo, ensayo cultural y premio a la fatigosa labor de las tropas, se tira el primer canal de regadío, hecho a ojo de buen cubero, sin bases planimétricas ni fundamentos de nivelación.

="A ojo de buen cubero"...

A Rosina lo primero que hubo de sorprenderle en el cuadro fue la acabada simulación de ambiente, y cómo los seres, a pesar de yacer aplastados en un lienzo, se presentaban aparentemente sólidos, sumergidos en un caudal de aire, y con distancias entre que a ojo pudieran calcularse con ligero error.

7 ¡Cuán hermosos [son] sobre los montes los pies del que trae [alegres] nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice a Sion: Reina tu Dios! 8 ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente jubilarán; porque ojo a ojo verán, como torna el SEÑOR a traer a Sion.

82  oraciones de ejemplo con  a ojo