Un día encontró Bonis en un libro la palabra avatar y su explicación, y se dijo:¡Una cosa así me vendría a mí perfectamente!

¡Un hijo, un hijo de mi alma! Ese es el avatar que yo necesito.

Nuestros héroes son avatares o encarnaciones de Vishnú.

Tal vez era la misma, que se perpetuaba á través de los siglos valiéndose de prodigiosos avatares.

Cierto era que había existido siempre; pero antes del avatar victorioso que le hizo señor del mundo, su vida se arrastraba vergonzosa entre desprecios y vilezas.

¡Si a veces pienso en que tú has realizado en mí un caso de «avatar», como el de Gauthier, ¿te acuerdas? No lo he leído.

La version 3 est en vue, "consacrée à un avatar de Clément Ader".

Se diría que Sidarta es la encarnación, el avatar de Amor, que llora y lamenta haber creado la vida; que padece en sí cuanto todo ser que tiene vida padece, y que anhela retrotraer la vida a la nada para que el padecimiento acabe.

Y la Prehistoria, noche del planeta y noche de la Humanidad, se ofrece a los espíritus melancólicos como una evocación de Ahasverus en su avatar, que no acabará nunca, y a los espíritus escépticos, en aquel perfil de cigüeña con anteojos, que llamó Eça de Queiroz «el sabio Topsius, miembro del Instituto imperial de excavaciones históricas».

La región, por el fatalismo topográfico y por la independencia de sus moradores, no descansa de su avatar bélico.

Las razas sin patria y los pueblos que empiezan a dudar de la que tienen por no encontrar en su seno más que pobrezas y opresiones, sienten como un rejuvenecimiento al pensar en este país maravilloso donde se realizan los más asombrosos avatares.

Si no, habría que suponer en éstos una capacidad verdaderamente mefistofélica para efectuar en sí mismos transformaciones instantáneas, y tales avatares mágicos son inconcebibles.

La sangre era su distintivo y su Avatar, el horror bermejo de la sangre.

Pero este avatar misterioso no despertaba en Cromwell ninguna emoción.

Tú del fakir conoces secretos y avatares; a tu alma dió el Oriente misterios seculares, visiones legendarias y espíritu oriental.

¿Quién sabe, si á la voz de un profeta, de un vate, de un avatar, de un dios nuevo, no despertarán esos pueblos?

El prodigioso espíritu que se encarna en el no menos prodigioso cuerpo de la más grande de las trágicas francesas, está por realizar un nuevo avatar.

Don Quijote no debe ni puede morir; en sus avatares cambia de aspecto, pero es el que trae la sal de la gloria, el oro del ideal, el alma del mundo.

La calidad viril, la vida épica, pertenecen al ángel rebelde que es, precisamente, un avatar del Prometeo griego; y por esto, en ese episodio inicial, está la justificación cualitativa del poema.

Fué un despertar lento y doloroso, como si en virtud de un avatar ó hechizo, su alma volviera á la conciencia en un cuerpo nuevo, desconocido, embotado.

Ese usurero que tú me has descrito, el tío Miserias, ¡qué de avatares no tiene en la zoología!

El semitismo judío, cristiano o musulmán, seguirá siendo el amo del mundo, tomará avatares extraordinarios.

CAMBIO DE ROPA Y CAMBIO DE ESPÍRITU En estas malas épocas Valdés utilizaba los trajes viejos que ya no le servían en su avatar brillante, y tomaba un aire de miseria perfecto.

Provino de estos hechos repetidos la creencia, persistente entre todos los pueblos, de que hay ó hubo semidioses, avatares, ó hijos del cielo, venidos á la tierra.

Los generales y guerrilleros españoles habían dejado de ser Mina, Zurbano y Zumalacárregui, para tomar un nuevo avatar.