102 oraciones de ejemplo con empina

En los aristocráticos lapasan, se bailan habaneras y rigodones, se cantan trozos de ... cualquier cosa, y se bebe vino de Europa en vaso: mientras que en los lapasan tradicionales, en los puros tagalos, se empina coquillo, se baila cumintang, se canta cutang-cutang, se bebe en tabo, se come lechón, y por todo mantel está el verde césped, por todo tenedor los cinco dedos, y por todo pan sendas pelotas de morisqueta.

Ella se empina sobre las puntas de los pies para verle y ser vista.

¡Ah! ¡sacramento! ¡sacramento! A su lado, un anciano respetable comenta también en voz alta el curso de las operaciones, con palabras agrias que nadie escucha; a pesar de sus anteojos, no ve bien la pizarra: se empina, empuja a los vecinos y jura cada vez que algún oficioso repite la cifra que él no alcanza a distinguir.

Penumbras indecisas iban cayendo sobre la procesión, y ésta avanzaba al compás de una música continua, gemebunda; cuando al cabo de un recodo la pendiente, brusca, se empinaba, los hombres que llevaban las andas se detenían, para sostener con un brazo la Virgen oscilante, y entonces sobre la cabellera renegrida el disco de oro relucía.

En efecto; al subir la marea, cuando la ola se empina sobre la ola, inmensa, eléctrica, júntase al tempestuoso mugido de las aguas la estrepitosa algazara de las conchas y de los mil seres diversos que consigo arrastra.

Yérguese sobre una gran mole de granito, y se empina y vuelve á empinarse indefinidamente, cual una Babel titánicamente amontonada, roca sobre roca, siglo tras siglo, empero constantemente calabozo sobre calabozo.

Era el tal, jugador, holgazán, pendenciero, pero, sobre todo, borracho, y con tan mal vino, que su desdichada compañera podía contar las copas que empinaba por los guantazos y empellones que ella recibía luego.

La joven ríe, hace señas, se empina; quiere seguirlo con los ojos hasta que desaparezca en el torbellino de polvo.

A menudo se detiene, se empina sobre sus divinos pies para verme, y, por encima de las cabezas de la muchedumbre, me insta con la mano para que camine.

A menudo se detiene, se empina sobre sus divinos pies para verme, y, por encima de las cabezas de la muchedumbre, me insta con la mano para que camine.

El fuerte que corona la isla se tiende arrogante y como que se empina para dominar el mar, alcanzando ciento diez y nueve piés sobre su nivel.

A nuestra izquierda y á nuestro frente estaba apiñada la ciudad, y se veia como los semblantes de una multitud que invade una altura y se empina para ver pasar algo á sus piés.

El yankee en quietud, se echa, se rueda, se empina, se para de cabeza; pero pocas ó ningunas veces atina á sentarse como la gente, y el pandemonium aquel del carro, es una de cuadriles, de codos, de patazas enarboladas, de gañanes patiabiertos, que es una delicia.

Todo el pueblo admirado Estaba en una plaza amontonado, Y en medio se empinaba un Titerero Enseñando una bolsa sin dinero; Pase de mano en mano, les decía: Señores, no hay engaño, está vacía.

Los ideales no son apriorísticos, sino inducidos de una vasta experiencia; sobre ésta se empina la imaginación para prever el sentido en que variará la Humanidad, y por ello todo ideal representa un nuevo estado de equilibrio entre el pasado y el porvenir.

Una colina donde Alectryon se empina por fulminar el rayo de su quiquiquí á las gloriosas huestes.

Alberto caminó siguiendo la línea más avanzada del jardín, junto á la cerca, sobre la cual se empina la ramazón de una ringla de sauces, y va á caer de la otra parte, dentro del lago, con graciosa enlomadura que parece una cascada de sutiles aguas verde-gayo.

Lo más notable de aquel sitio es que cuando la marea del Océano se precipita hacia la orilla, donde la ribera es una playa, la ola se extiende sobre ella, pero donde es la montaña del Atlas la ola se empina, y veis el agua levantada sobre misma como una muralla, sin entrar en los huecos, ni ser sostenida por la tierra; pero entre la montaña y el agua sopla un aire violento, un bosque hueco.

(Se empina la bota y bebe.

El callejón se empina y se tuerce.

Oh, no, dijo Critilo, que éste está á los pies del monte y aquél sobre su cabeza, aquél se empina hasta el cielo y éste se roza con el abismo, aquél entre austeridades y éste entre delicias.

El río, lleno de braveza, se desbocaba por los ramblizos, cubría los islotes, se empinaba como un potro ensoberbecido junto a las barrancas, abatía sin piedad los sauces ribereños y se precipitaba como un furioso turbión hacia el mar...

Como es esto?» No te canses, Lucilo, en reflexiones; Pues, no ves que se empina en dos tacones, Tan altos, tan iguales Que salen con baston los carcañales?

LAS ESPIGAS La espiga rica en fruto se inclina a tierra; la que no tiene grano se empina tiesa.

Sobre ella se empina la imaginación para prever el sentido en que varía la humanidad.

102  oraciones de ejemplo con  empina