13795 oraciones de ejemplo con leía

¡Jesús me valga! ¿Con que es decir que aquel periódico que yo leía en mi lugar con tanta fe, está escrito por este hombre; y aquellos artículos en que tanto se clamaba por el orden, por la moralidad, por el bien de los pueblos, eran dictados por un anarquista cínico y desmoralizado?

Después llegaron á una puerta sobre la que se leía: Oficina auxiliar de las subsistencias.

Siempre que leía uno de mis artículos contra los enemigos de la candidatura del gobierno, celebraba con entusiasmo los insultos más atroces.

Muchachos cerriles que aspiraban á ser mancebos en las barberías de la ciudad hacían allí sus primeras armas; y mientras se amaestraban infiriendo cortes ó poblando las cabezas da trasquilones y peladuras, el amo daba conversación á los parroquianos sentados en el banco del paseo, ó leía en alta voz un periódico á este auditorio, que, con la quijada en ambas manos, escuchaba impasible.

Habíase enamorado de la hija del Fraile, no repentinamente y a la primera mirada, como los protagonistas de aquellas novelas que con tanta fruición leía, su pasión se había formado lentamente, por escalones que poco a poco había ido subiendo.

En una de las carpetas de estudio, dos recogidas velaban: una era Belén, que leía en su libro de rezos, y la otra Mauricia la Dura, que tenía la cabeza inclinada sobre la carpeta, apoyando la frente en un puño cerrado.

Lo leía en los ojos de ella, que á su vez pareció adivinar lo que pensaba el príncipe, ruborizándose levemente.

" Así, permitióse a Nolan que se reuniera a la compañía cierta tarde en que un grupo fumaba y leía en voz alta en el puente.

; sucedió que llegó el turno a Nolan de leer para los demás; y leía muy bien, por lo que me .

Acostumbraba decir que no aconsejaría a nadie leer continuamente, como no es posible dedicarse de continuo a ninguna ocupación; pero que él leía precisamente cinco horas diarias.

He dicho que leía admirablemente.

La razon por la cual ignoraba Nolan todo lo que se relacionaba con esa zona era que se habían cortado lastimosamente de sus periódicos todas las noticias desde que Austin inició la colonización; de manera que aun cuando leía de Honduras y de Tamaulipas, y hasta últimamente de California, aquella virgen provincia que tanto había recorrido, y donde había muerto su hermano según creo, no existía ya para Nolan.

En la sala del tresillo leía periódicos el Marqués de Fúcar.

no lo creerás, pero es cierto que sin saber la causa, yo leía y leía, llevada de un no qué de admiración y respeto hacia .

no lo creerás, pero es cierto que sin saber la causa, yo leía y leía, llevada de un no qué de admiración y respeto hacia .

El que leyó esta carta paseaba, mientras leía, por una alameda de altísimos árboles.

El que leía la carta era un joven vestido de riguroso luto.

En la sala del tresillo leía periódicos el Marqués de Fúcar.

A vueltas de sus propios pensamientos había pasajes y versículos de la Sagrada Escritura, que desde que volvió al monasterio, era su libro más apreciado y que de continuo leía; y aquellas memorias suyas comenzaban con un versículo en que hasta allí parecía encerrarse su vida, y que tal vez era una profecía para lo venidero: Vigilavi et factus sum sicut passer solitarius in tecto.

Por las noches le leía su madre algo, unas veces la vida del Santo, otras una novela de Julio Verne o algún cuento candoroso y sencillo.

Al encontrarse, ambos se miraban a los ojos con la costumbre de medirse los claros pensamientos; ella leía reproches y enemistad para el amado ausente, y aquél encontraba perdones y disculpas en respuesta a su tácita acusación.

Leía la muchacha en el foco de luz: «Miguel, amigo mío: No el poeta ni el camarada, el penitente es quien acude a ti.

Lo aprendió desde niño, conversando, como un idioma vivo, y leía constantemente a los creadores de tan profunda literatura.

¡A callar! gritaba en cuanto el dómine bajaba los párpados, y ya no permitía á ningún niño ni mojar la pluma, ni volver la hoja del libro en que leía, ni rebullirse, ni mirar á nadie ni á nada...

Pasaron adelante y entre varias tropelías del gusto, casas de gula y juego, toparon una gran casa, que repetía para palacio, con sus empinadas torres, soberbios homenajes y en medio de su majestuosa portada, en el mismo arquitrabe, se leía este letrero: Aquí yace el príncipe de tal.

13795  oraciones de ejemplo con  leía