672 oraciones de ejemplo con su semblante

Pero antes de entrar, una de las viejas, robusta y venerable vecina, que revelaba en su semblante bondadoso una gran pena, detuvo al cura, y le preguntó en voz baja: Hermano cura, ¿lo ha visto Vd. por fin?

Parecía tener como treinta y seis años; pero quizás sus enfermedades, sus fatigas y sus penas eran causa de que en su semblante, franco y notable por su belleza varonil, se advirtiese un no qué de triste, que no alcanzaban a disipar ni la dulzura de su sonrisa, ni la tranquilidad de su acento, hecho para conmover y para convencer.

Y junto a ellos, y haciendo contraste, las muchachas del pueblo con su fisonomía dulce, sus mejillas sonrosadas y su traje pintoresco; y los niños con su semblante alegre, sus carrillos hinchados para tocar los pitos, o sus bracitos agitados tocando los panderos; todo aquello me pareció un sueño de Navidad.

El cura parecía absorto, derramaba lágrimas, y en su semblante honrado y dulce había desaparecido toda sombra de melancolía, iluminándose con una dicha inefable.

" Elías pareció un poco repuesto; apartó con despego á la joven, y su semblante principió á serenarse.

Su nariz era delgada y correcta, aunque demasiado pequeña; su frente pequeña también, pero de un corte muy bello; su boca muy hermosa y embellecida más por la graciosa forma de la barba y la garganta, cuya voluptuosidad y redondez contribuía á hacer de su semblante uno de los más encantadores palmos de cara que se había ofrecido á las miradas del militar desconocido, el cual (digámoslo de paso) era hombre corrido en asuntos femeninos.

La preocupación, el abatimiento se pintaban en su semblante.

Su semblante, que sonreía con la expresión triunfal del que lleva en el bolsillo la llave de todos los goces de este mundo, se contrajo de pronto.

Una palidez densa cubría su semblante.

Me contaba á veces mi compañero el pastor cómo había caído en una grieta del ventisquero, y cuando hablaba de ello, todavía se dibujaba el espanto en su semblante.

La buena Rita miró a don Manuel con asombro, y viendo tan cerrado su semblante y tan resuelta su actitud, tomó a la pequeña en sus brazos con blandura, y comenzó a cuidarla con sumisión y esmero.

Sonrió a Salvador con una encantadora picardía, muy nueva en su semblante.

Carmencita, incapaz de bajar de un solo paso desde el cielo rútilo y floreciente hasta el lóbrego comedor de la casona, se deslizó hacia su dormitorio para recogerse un momento y componer su semblante transfigurado.

Salvador ignoraba que Carmen unía siempre a la idea de la muerte la aparición del ave fatídica; pero al notar el entristecimiento de su semblante, adivinador y cuidadoso, le dijo, como quien cuenta una infantil conseja: Ya no volverá la nétigua nunca a volar sobre tu jardín.

Dirigía yo la colocación de los distintos ornamentos, sobre el altar y presbiterio, cuando acudió don Guadalupe Robles a la capilla, con pretexto de consultarme no acuerdo qué extremo de la administración de la hacienda; y al ver el caudal allí reunido, la codicia se reflejó en su semblante haciéndole dirigir la mirada, mientras conversaba conmigo, de uno en otro objeto, cuya existencia ni siquiera sospechaba.

Tenía los ojos fuera de sus órbitas, y todo su semblante era imagen del terror.

De pie, y retratadas en su semblante la indignación y la repugnancia que la escena le produce, el madrileño, junto á su fiel amigo don Silvestre, que participa, por simpatía, de la situación moral del primero.

Lo cierto es que casi no se atrevía á hablar á Clara; pero de repente, en una ocasión en que D. Carlos y Lucía se adelantaron y se perdieron de vista entre los árboles, el Comendador detuvo á Clara, la contempló de un modo extraño y dulce, y tomando su semblante una expresión solemne y en cierto modo venerable, exclamó: ¡Hija mía! Es V. muy buena, muy hermosa... inocente de todo;

Su semblante, lleno de gravedad austera, era muy hermoso.

La expresión de su semblante, sus modales y gestos no eran antipáticos: eran insignificantes; salvo que no podía menos de reconocerse por ellos en D. Casimiro á una persona de clase, aunque criada en un lugar.

Á pesar del horror que mi madre ha sabido inspirarme á la complacencia de los sentidos, la imagen material de D. Carlos, su porte, la gallardía de su cuerpo, la elegancia y pulcritud de su vestido, el fuego de sus ojos y la viva animación de su semblante y la frescura de su boca me atormentan y me hieren, y me distraen de mis piadosas meditaciones.

Sus formas los asemejan tambien á los Tacanas y Mocetenes; y sus facciones, mas afeminadas que las de los primeros, se aproximan mayormente á las de los segundos: su semblante se halla revestido, como el de estos, de una espresion notabilísima de dulzura; su cara es redonda, y el conjunto de su fisonomía nada desagradable.

Tragomer levantó la frente y una sonrisa iluminó su semblante.

Tragomer se puso sombrío; la animación de su semblante dejó plaza á una intensa palidez y dijo, bajando la cabeza: Era el conde Juan de Sorege, el amigo intimo, el compañero de locuras de Jacobo de Freneuse cuando éste era libre y dichoso...

Á este pensamiento cerró los puños y su semblante se contrajo.

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