52 oraciones de ejemplo con los arboles

A efta hora, el Agua, i la Tempeftad, començò à crefcer tanto, que no menos Tormenta havia en el Pueblo, que en la Mar, porque todas las Cafas, i Iglefias fe caieron, i era necefario que anduviefemos fiete, ò ocho Hombres abraçados vnos con otros, para podernos amparar, que el viento no nos llevafe; i andando entre los Arboles, no menos temor teniamos de ellos, que de las Cafas, porque como ellos tambien caìan, no nos matafen debaxo.

Afi eftuvimos algunos dias, con mucho trabajo, i necefidad, porque la provifion, i mantenimientos, que el Pueblo tenia, fe perdieron, i algunos Ganados: la Tierra quedò tal, que era gran laftima verla: caìdos los Arboles, quemados los Montes, todos fin hojas, ni ierva.

Toda la Gente de efta Tierra anda defnuda, folas las Mugeres traen de fus cuerpos algo cubierto con vna Lana que en los Arboles fe cria.

los Indios que tenian à Alonfo del Caftillo, i Andrès Dorantes, vinieron al mefmo Lugar, que nos havian dicho, à comer de aquellas Nueces, de que fe mantienen, moliendo vnos granillos con ellas, dos Mefes del Año, fin comer otra cofa, i aun efto no lo tienen todos los Años, porque acuden vno, i otro no: fon del tamaño de las de Galicia, i los Arboles fon mui grandes, i ai gran numero de ellos.

Efte Mezquiquez es vna Fruta, que quando eftà en el Arbol es mui amarga, i es de la manera de Algárrovas, i comefe con Tierra, i con ella eftà dulce, i bueno de comer.

A esta hora, el Agua, i la Tempestad, començò à crescer tanto, que no menos Tormenta havia en el Pueblo, que en la Mar, porque todas las Casas, i Iglesias se caieron, i era necesario que anduviesemos siete, ò ocho Hombres abraçados vnos con otros, para podernos amparar, que el viento no nos llevase; i andando entre los Arboles, no menos temor teniamos de ellos, que de las Casas, porque como ellos tambien caìan, no nos matasen debaxo.

Asi estuvimos algunos dias, con mucho trabajo, i necesidad, porque la provision, i mantenimientos, que el Pueblo tenia, se perdieron, i algunos Ganados: la Tierra quedò tal, que era gran lastima verla: caìdos los Arboles, quemados los Montes, todos sin hojas, ni ierva.

Toda la Gente de esta Tierra anda desnuda, solas las Mugeres traen de sus cuerpos algo cubierto con vna Lana que en los Arboles se cria.

Este Mezquiquez es vna Fruta, que quando està en el Arbol es mui amarga, i es de la manera de Algárrovas, i comese con Tierra, i con ella està dulce, i bueno de comer.

Otros cortaron ramas de los arboles y las pusieron sobre el camino.

La llamarada era espléndida, el perfume riquísimo, y las sombras que proyectaban los arboles hadan juego con la luz de un modo admirable.

Las yerbas su virtud la presentaban, Los arboles sus frutos y sus flores, Las piedras el valor que en encerraban.

pues, si acaso canta, de mejor gana se paran las aues a le oyr, que no aquel Antico: de quien se dize, que mouia los arboles e piedras con su canto.

") (Marciales II, 93); "aquel Antico: de quien se dize, que mouia los arboles e piedras con su canto": "Amphion arbores et saxa cantu movisse perhibetur" (Petrarca, De Rebus familiaribus 8 C, citado en Deyermond, 40).

Con este instrumento encanto no solamente a los animales, sino tambien a los arboles y a las piedras.

É según los dichos de los menges todo este tiempo es verano, en el cual los arboles comienzan á echar afuera é á florecer é la tierra a germinar».

Prune, v. [prun] Podar, quitar las ramas superfluas de los arboles y plantas.

Mas fue cosa de notar y marabillar que luego que Carabajal fue colgado y muerto en aquel arbol, con ser vno de los arboles que mas viciosamente se crian y mas sustentan el verdor, se[180] fue dende en adelante secando y consumiendo hasta que no quedo memoria del.

Todo se destacaba más negro: los tejados, las tapias, los arboles, los faroles cubiertos de espesas caperuzas de nieve.

El terreno estaba densamente cubierto por los arboles ya descritos, que esparcían sus singulares ramas por la superficie, y cuyas gruesas hojas aplastábamos con los pies al andar.

De los ARBOLES HISTÓRICOS, que son depositarios de recuerdos y hechos lejanos, existen todavía unos pocos, como: en México, en el que debajo de su sombra descansó el conquistador Hernán Cortez á lamentar los desastres de la batalla de la "noche triste"; en la Habana, el Ceiba, bajo el cual se celebró el primer cabildo y la primera misa.

Dicense frutos parescidos quando es este trigo quando el pan es salido de la tierra e los arboles e las viñas han echado fojas e quanto a los olivares quando estan en cierne e quanto a los otros arboles que no pierden la hoja quando esten en flor.

10 Aora, ya tambien la hacha eštá puešta à la rayz de los arboles: y todo arbol que no haze buen fruto, es cortado^ y echado en el fuego.

8 Y muy mucha compaña tendian šus mantos en el camino: y otros cortavan ramos de los arboles, y tendian por el camino.

DE LOS ARBOLES.

52  oraciones de ejemplo con  los arboles