A la mañana siguiente, aprovechando la comunidad el hecho feliz de no haber ido a la parroquia ni la señá Benina ni el ciego Almudena, menudearon los comentarios del extraño suceso.

Menudearon las visitas.

Sus visitas menudearon desde entonces.

Al final menudearon las promesas de fidelidad y complacencia.

Sin embargo, en días posteriores, menudearon las exigencias de la impura.

Hizo la tortillera una exclamación de angustia, y al enderezarse en el enano asiento, como era tan gorda y pesada, echó a rodar la mesita que tenía delante, donde había otras tortillas ya cocidas, con lo cual se aumentó su disgusto y se menudearon sus gritos.

Menudearon con esto las idas de Millán a casa de Pepe, y aquél, que cuando chico no paró ojos en la hermana de su amigo,

Vino el período de las canciones báquicas, desacordadas; las frases obscenas menudearon entre ellos y ellas.

Excuso decirles que menudearon las sesiones confidenciales, y como resultado de ellas, que Clotilde sufrió todos los días la influencia fascinadora de esta chalina sobrenatural; a la postre se declaró vencida, entregándose a ella atada de pies y manos.

Para aquellos nuestros abuelos, era el rosario por la noche una distracción como otra cualquiera á falta de alguna más variada, y así se explica que antes del devoto ejercicio y durante el tránsito menudeasen mucho las libaciones en las tiendas de montañés, y que los hermanos estuviesen en no pocas ocasiones muy lejos de guardar aquella compostura y devoción que el caso reclamaba.

Lo cual no impidió que mientras Roger comía renovasen los otros sus argucias y que á poco menudeasen argumentos y sofismas y lloviesen las citas latinas y griegas, escolásticas y evangélicas, silogismos, premisas, inferencias y deducciones.

Apenas desembocó la columna en la calle del pueblo comenzó un fuego graneado de chanzas, y menudearon las despedidas y los abrazos.

Las preguntas menudearon: ¿Sigue nuestro amado soberano en Windsor? ¿Qué nos decís de la buena reina Felipa?

Menudearon desde entonces las confesiones, y arreció la cólera de los perseguidores.

Menudearon los plácemes,

Al principio sus visitas eran raras, parecía que le llevaban a remolque, y siempre pretextaba, para no ir, su amor a la soledad o la urgencia con que había de terminar algunos trabajos: después sus visitas menudearon y pocos meses después eran casi diarias: hubiérase dicho que su espíritu empezaba a disfrutar de una segunda primavera y que bajo el sol de la amistad retoñaban los pocos gérmenes que no tronchó el sufrimiento.

Con tal ímpetu menudearon sus golpes sobre los contrarios, que pensé que querian reproducir el sacrificio del Calvario.

Las visitas de Sampau menudearon.

Menudearon tanto las visitas de don Gil Tomás, que perdieron su misterio amedrentador y llegaron á ser familiares.

Iban los ánimos de sorpresa en sorpresa, y tanto menudearon los sobresaltos, que determinaron en la multitud una nerviosidad enfermiza.

Todo el día menudearon las visitas de personajes propios y extraños, algún diplomático, Directores de Hacienda y Gobernación, Generales, Diputados y Senadores, y dos Ministros, todos con la misma cantinela: que el orador había dicho cosas de mucha miga, y que había logrado poner los puntos sobre las íes.

Y entonces menudearon los codazos y los chsss! significativos.

Sin embargo, las jugarretas menudearon.

Esta competencia fue causa que menudeasen quejas y capítulos al rey; con que cansados los consejeros, y él con ellos, las provisiones saliesen varias, ó ningunas, perdiendo con la oportunidad el crédito; y se proveyesen algunas cosas de pura justicia, que atenta la calidad de los tiempos, manera de las gentes, diversidad de ocasiones requerian templanza ó dilacion.

Los diarios opositores menudearon las bombas y los boletines, y en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Tucumán y Mendoza se organizaron espontáneamente grandes manifestaciones populares.