612 oraciones de ejemplo con ojeada

Una ojeada le había bastado para reconocer que era un cura.

Instintivamente apreció con rápida ojeada el estado de la habitación.

El tren en que yo iba, llegaba a Zenda aquella noche; podría pasar el día siguiente, martes, recorriendo las cercanías, que tenían fama de muy pintorescas, dando una ojeada al famoso castillo e ir por tren a Estrelsau el miércoles, para volver aquella misma noche a dormir a Zenda.

Tiene unos ojos muy brillantes y muy rápidos, con los que parece que recorre el horizonte entero de una ojeada, y creo que su ingenio tiene la misma prontitud que su mirada.

En esto entró la amable vecina, echó una ojeada al descarnado esqueleto cuyas angulosas formas dejaban adivinar los trapos que la cubrían.

Su primera ojeada era todo un examen.

Con una ojeada perezosa y distraída Elena abrazaba el bosque y el vasto horizonte, fijándola con insistencia en sus confines azulados.

] Demos una ojeada á ese conjunto de delirios.

Juan lanza una ojeada hacia la puerta y mira a Gertrudis como interrogándola.

Gertrudis y Juan cambian una rápida ojeada de inteligencia; después dan las gracias, de común acuerdo.

Eché una ojeada al salón de baile.

Estaba enteramente solitario, o al menos así le pareció a la primera ojeada.

Materne dijo que era preciso subir lo más alto que fuese posible, con el objeto de dominar la llanura para adquirir noticias ciertas que llevar al vivaque, pues todas las habladurías de los fugitivos no valían lo que una simple ojeada al terreno.

Ojeada general sobre su historia.

Hasta qué punto puede ya darse por terminada la formación de un derecho internacional americano, no conforme con la conciencia jurídica de los Estados europeos, lo pone de manifiesto una ojeada sobre lo que han dicho del problema en que nos ocupamos estadistas conspícuos y reconocidas autoridades jurídicas de aquel país.

Me volví á dirigirles una nueva ojeada, y el Señor Polonio continuó: Reparad que tan sólo digo atribuídos.

Al llegar al paseo de Embajadores era de noche; tomaron una copa en un merendero de la Manigua y echaron una ojeada por allá.

Mas si desde las elevadas torres de la ciudad echamos una ojeada sobre las campiñas que la rodean, será preciso confesar que su opulencia no es debida á la perfeccion de la agricultura, ni à los esfuerzos de la industria.

Tomó usted, con rapidísima ojeada, nota de mi admiración, y la desdeñó en seguida... volviéndose a mirar por el cristal de la plataforma...

Su cabeza había caído sobre el pecho; pero yo sabía que no estaba dormido, pues en una ojeada furtiva a su perfil descubrí uno de sus ojos rígidamente abierto.

Mirar una estrella con rápida ojeada, examinarla en sentido lateral volviendo en aquella dirección la porción exterior de la retina más susceptible que la parte interior a las impresiones débiles de luz, es contemplar la estrella distintamente, apreciar mejor su brillo, brillo que se opaca justamente en proporción cuando dirigimos de lleno las miradas sobre el astro.

Estoy aguardando,continuó, lanzando una ojeada a la puerta de nuestro departamento,estoy aguardando a una persona que debe

Pero mientras estuvimos arriba tuve tiempo de arrojar una rápida ojeada alrededor, y esta ojeada fué más que suficiente.

Pero mientras estuvimos arriba tuve tiempo de arrojar una rápida ojeada alrededor, y esta ojeada fué más que suficiente.

Con solo echar una ojeada á las Cuatro palabras que encabezan la obra de entonces del autor, se profundizan bien cuáles eran, en realidad y substancia, sus intenciones bajo el aspecto general y ulterior de su trabajo.

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