115 oraciones de ejemplo con ordenes

¡Pues con autoridad y poder da ordenes a los espíritus impuros, y ellos salen! 004:037 Las noticias sobre Él se difundieron en todos los alrededores de la región.

007:008 Pues yo también soy un hombre puesto bajo autoridad, teniendo a mis ordenes soldados.

Ordenes de Çestil con las de San Benito, La orden de Cruzniego con su abat bendito, Quantas órdenes son non las pus' en escripto: ¡Venite exultemus! cantan con alto grito.

Otro buen rapapolvo á las Ordenes religiosas puede leerse en el Libro de los gatos, 53.

] [Nota 1237: Las Ordenes militares, que siguen en antigüedad á las ramas de los benedictinos, puestas en la copla anterior.

Véanse ambas Ordenes citadas en las Cortes de Alcalá de 1348; acaso, y sin acaso, se traían sus contiendas, como suelen, y más tratando de testamentos ó mandas.

I Don Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache y conde de Mayalde, natural de Madrid y caballero de las Ordenes de Santiago y Montesa, contaba treinta y dos años cuando Felipe III, que lo estimaba, en mucho, le nombró virrey del Perú.

El 31 amaneciò continuando la mejoria de nuestro General, por lo que el R. P. Lapa celebrò el santo sacrificio con la posible solemnidad, y egecutaron varias devotas preces, y deprecaciones con el mismo objeto que el dia anterior: y este dia se resolvió caminar para Corrientes el Mayor General de Ordenes, D. Jayme Nadal y Guarda, para el mismo fin que se tenia pensado.

No solo no se diò asenso á esta noticia, sino que imaginamos haber habido en esto alguna traicion; porque casi lo propio dió por razon el mismo indio que fué acompañando al Mayor General de Ordenes, D. Jayme Nadal y sus consocios, sin que hasta hoy se sepa cosa alguna de su éxito á la de Corrientes: sin embargo de que confiesan los indios no haber mas que 60 leguas de distancia, y todo camino llano.

Y con lo que responde el Mayor de Ordenes en la suya quedamos satisfechos.

El 12 llegó el Mayor de Ordenes de la de Corrientes, con solo un indio y un peon, trayendo pliegos de S. E., y conduciendo una corta puntilla de reses para nuestro socorro: bien se cuanto sería nuestro consuelo al verle, y mayormente cuando, tan celoso de nuestro alivio, se habia avanzado á venir por caminos peligrosos y no trillados, con tan poca seguridad.

Capellanes, el Auditor, Mayor de Ordenes, Medico, y dos remeros, con un que gobernaba la tropa.

Este dia, como á las cuatro de la tarde, despues de bendecirse el barco, nos dimos á la vela los sugetos siguientesEl Señor Comandante General, el P. Capellan, Fray Francisco Morillo, el Auditor, el Mayor de Ordenes, el Secretario, el Protector, el Médico, el tambor, un práctico, otros dos de agua, dos remeros, una negra cocinera, el sastre, dos indios Mocobíes, el uno ladino que hacia de intérprete.

Cuando la guerra con Aragón, en el sitio de las Atarazanas equipó D. Pedro la escuadra que había de obtener tan señalada victoria, y se dice que el Rey en persona acudía todos los días á estos sitios, dando muchas ordenes verbales á los marinos y demás gentes que trabajaban en las obras.

Los religiosos de las Ordenes mostraron lo que debian en servicio de Dios Nuestro Señor y de su Rey, si no fué uno á quien sus prelados castigaron rigurosamente con justicia.

Aun los Consejos del reino comenzaron á estorbarle: el de Castilla, el de Hacienda, el de Indias, el de la Guerra y los llamados de Italia, Flandes, Aragón, de las Ordenes, de Inquisición y de Cruzada, á cuyo cargo estaba la administración de los negocios públicos, principalmente en los cuatro primeros, y la gobernación de las provincias; porque con el respeto que inspiraban y la noble entereza de los magistrados qu

Veíanse también aparecer títulos nuevos; personas de humilde ó mediano nacimiento llegar á ser contados entre los Grandes; y los hábitos de las Ordenes militares sacados á pública subasta, y las ejecutorias de hidalguía vendidas á precio de pequeños servicios, acabaron de echar por tierra los cimientos de la verdadera aristocracia, al paso que se acrecentaba la vanidad general, tan pueril y tan funesta.

CAPÍTULO XXV De los diversos Dictados y Ordenes de los Mejicanos.

XXVI Del modo de pelear de los Mejicanos, y de las Ordenes Militares que tenian.

Motezuma puso en mas punto la caballería, instituyendo ciertas Ordenes Militares, como de Comendadores, con diversas insignias.

A las ordenes del cura ecónomo había un número de clérigos vestidos y alimentados por aquél, el cual ejercía sobre ellos tal autoridad, que hasta podía azotarlos si no cumplían con sus obligaciones; al lado de las sencillas iglesias mozárabes había alojamientos para niños, esclavos y peregrinos, y todo el clero que servía la parroquia vivía alrededor del templo.

No contento con nombrar gobernadores, concedí hábitos de las Ordenes militares, transformé algunos buenos plebeyos en malos hidalgos con famosos títulos de nobleza; quise también que la clerecía participase de mis favores, y así, conferí beneficios cortos, canonjías y algunas dignidades eclesiásticas.

Sin duda os moveria á grandisima lastima, porque habeis de saber que en profesion soy teologo, en ordenes sacerdote, en filosofia Aristoteles, en medicina Galeno, en canones Ezpilcueta, en astrologia Ptolomeo, en leyes Curcio, en retorica Tulio, en poesia Homero, en musica Enfion; finalmente, en sangre noble, en valor unico, en amores raro, en armas sin segundo, y en todo el primero; soy principio de desdichados y fin de venturosos.

Y vemos por experiencia que las Casas, las Ordenes, las Cibdades, las Provincias, los Reynos duran é relucen con la obediencia, é caen é se pierden por la inobediencia de los rebeldes.

Que todas las demas Religiones son Ordenes de la mentira, y solo la Religion de Santo Domingo es Orden de la verdad?

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