Pero como si Robledo tuviera empeño en evitar que le tomasen por un personaje romántico, se apresuró á decir escépticamente: Yo busco á la mujer cuando me hace falta, y luego continúo solo mi camino.

» Si de esta manera no se logra el fin que yo busco y ha logrado don Celso en su valle, le andaríamos muy cerca.

Yo busco la belleza hasta en la muerte; me preocupo de la última postura como los romanos y temía perecer aquí como una rata sitiada en la alcantarilla... Y, sin embargo, ¡si supiera usted lo que he reído viendo el terror de mi tía y de esas pobres gentes que nos sirven!...

No os conozco: no sé si sois vos a quien yo busco.

Perdonad, pero yo busco en vos la dama, cuando voy á hablaros del mundo, cuando voy á sacar vuestro pensamiento del claustro.

¿A que no sabesme dijo repentinamente poniéndome una mano sobre la rodillaqué es lo que yo busco ocupándome tanto de la instrucción popular?

Es lo que yo busco.

De manera que la Rosita que usted dice tendría ahora sesenta y tantosdijo Roberto; la que yo busco tendrá a lo más treinta.

¿Serás tú acaso á quien yo busco? ¿Y á quién buscais, señor? contestó temblorosa Zelpha.

Señora, no quiero nada de vos, que yo busco una mujer que quita cejas.

«Pues siendo así—replicó—, vente conmigo, porque tú eres el hombre que yo busco.

El remedio que yo busco es no hallar cosa que me pueda estorbar ó desviar del amor de mi señora.

el modo de preparar el tósigo, mientras yo busco á quien ha de administrárselo.

Yo busco de los siglos Las ya borradas huellas, Y sé de esos imperios De que ni el nombre queda.

No hay tiempo que perder... Frótele fuerte con el puño sobre el corazón, en tanto yo busco á ese idiota de enfermero.

yo busco también á los que adoro »Y el sitio en donde están como tú ignoro.

No es Sino que yo busco este Desahogo, con que pueda Admirarme y suspenderme De que de una mano á otra Así una mujer se trueque.

Yo busco una filosofía que sea primeramente una cosmogonía, una hipótesis racional de la formación del mundo; después una explicación biológica del origen de la vida y del hombre.

Se necesita dinero, mucho dinero para la casa, para la comida, para la modista, para el sastre, para el teatro, para el coche; yo busco como puedo ese dinero.

Pero yo no he ido; yo no quiero eso; yo busco mi cena pascual, la colación de Noche-buena, mi casa, mi familia, mis tradiciones, mis recuerdos, las antiguas alegrías de mi alma...

De aquí que toda alma soñadora y entusiasta pueda creerse el héroe ó la heroína de los versos, y decir: Yo busco una flecha de oro Que, niño, de una hada adquirí, Y «Guarda el sagrado tesoro», Me dijo; «tu suerte está ahí.

Yo busco la flecha de oro Que, niño, de una hada adquirí, Y «Guarda el sagrado tesoro», Me dijo; «tu suerte está ahí.

Tiene razón la dicha Revista en que yo busco esta fraternidad, pero ni adulo á ustedes ni los encantuso para lograrlo y menos aun para sustraer á ustedes al influjo de Francia.

“Poco me importa la civilización de un país; lo que yo busco es la poesía, la naturaleza, las costumbres”.

¡Demonio! ¿Si irán por ahí las corrientes que yo busco? ¿Otra vez la manía? dijo Fernando ocultando mal la preocupación en que había caído.