23 colocaciones para ascuas

Y a lo mejor se quedaba como un gato que acecha, los ojos como ascuas, y hablando bajito, bajito, y señalando para la mesa en que está el altar y la lamparilla, decía: «Mírenlo, mírenlo; allí está».

«¡Mañana!exclamó pasando de la desesperación al decaimiento cual ascua que de fuego se trueca en ceniza.

Se puso sobre la faja el chaleco de borlaje de oro, y encima de éste la chaquetilla, una pieza deslumbrante, de enormes realces, pesada cual una armadura y fulguradora de luz como un ascua.

Dejáronle al fin en el sosiego que necesitaba; instalámonos en el salón contiguo; llegó la mujer gris con el brasero encogollado de ascuas resplandecientes; púsole en la caja que estaba allí, y nos sentamos alrededor de ella, sin perder de vista al enfermo, Mari Pepa, su hija y yo.

Considerad esto, considerad: un calor de ascua, un calor de infierno! FORD.Con toda mi alma deploro que por culpa mía hayáis sufrido todo esto.

Conocidamente pasaba don Cándido por el carácter de la enfermera como por sobre ascuas.

Se pone al asador y se sirve con su jugo y tambien á la santa-menehould; en este caso se cuece la carne al fuego de ascua, y cuando está cocida se empana y se le hace tomar color al horno; sírvase con una salsa á vuestra eleccion, ó se puede tambien mechar con tocino bien condimentado, cocerlo al asador y darle un hermoso color.

Por lo que pasaba como gato sobre ascuas era por los artículos pertinentes á cosa de literatura y arte, porque allí que le estorbaba lo negro, es decir, que no entendía palotada, ni le entraba en la cabeza la razón de que tales monsergas se escribieran.

Era un panneau decorativo: el arcángel maldito, caído bajo un cielo de tempestad sobre una roca; Luzbel, con la túnica y el cabello rubio azotados por el vendaval, con el codo en la rodilla y la sien en el dorso de la mano, resplandecía aún de divinidad, en la hierática rigidez de su soberbia, como el ascua que en su propia ceniza se va apagando.

No quiero que mi hija viva sobre ascuas, pensando si ahorcan o fusilan a su marido....

Los cadáveres abandonados á las puertas de las casas, se cubrían de asquerosos insectos, hasta que las aves de rapiña bajaban audazmente por la noche al centro de la ciudad, disputando tenazmente su presa á los perros vagabundos de retorcida lengua y ojos de ascuas, convertidos en bestias feroces por el hambre.

Lo que le obligaba a caminar así no era difícil de adivinar: tras él venía la fiera gruñendo y rezongando; y al asomar al boquerón, no me impidió el frío nervioso que corrió por todo mi cuerpo, estimar la exactitud con que Pito había calificado el lucir de los ojos de aquel animalazo: realmente centelleaban entre los mechones lanudos de sus cuencas, como las ascuas en la oscuridad.

No era sino para revolverse más atizada en un derrumbe colosal sobre la indefensa planicie, sofocándola con sus llamas, devorándola con los millones de dientes de sus ascuas y de sus chispas.

Cuando llegaron donde se encontraba Materne, que mandaba un pelotón de hombres, cuyo número ascendía a cerca de doscientos cincuenta, Hullin halló al cazador en disposición de fumarse una pipa, con la nariz roja como un ascua y la barba erizada por el frío, como piel de jabalí.

¡Oh, la llama en el viento! Espíritus rosados, amarillos, malvas, azules, se pierden no donde, subiendo á un secreto cielo bajo; ¡y dejan un olor de ascua en el frió! ¡Campo, tibio ahora, de Diciembre! ¡Invierno con cariño! ¡

Con el corazón estrangulado, se detiene el mozo en la linde sagrada para sus amores: quisiera padecer muy de prisa, devorar su dolor en un hartazgo mortal; porque le amedrenta el porvenir extendido delante de su juventud, como una llanura sin límites; la vida de aquellos últimos meses, entre ilusiones y espantos, le arde en el pensamiento con ascuas que amapolan su rostro y le salpican de sudor.

Veían las cocinas con los pucheros armados sobre las ascuas, las artesas de lavar junto a la puerta, y allá en el testero de las breves estancias la indispensable cómoda con su hule, el velón con pantalla verde y en la pared una especie de altarucho formado por diferentes estampas, alguna lámina al cromo de prospectos o periódicos satíricos, y muchas fotografías.

Habia sobre una mesa dos velas encendidas, porque ya iba cerrando la noche: tendió el brazo el huésped y las apagó, y bastaron su rostro de ascua y sus ojos de azuladas llamas para dar luz al aposento.

Este olor á chamusquina puso á la señora sobre ascuas.

Anoche estuve toda la noche discurriendo muy intranquilo, los sesos como ascuas, porque al plan, mejor dicho, al sistema no le faltaba más que una fórmula para estar completo... ¡La maldita fórmula...! Por fin, ahora, hace un ratito, se me ocurrió; di un brinco de alegría.

Me asalta y prende como el sacre a la paloma: con sus alas fulminantes me azota y me maltrata, me abrasa con su aliento de ascua, me lanza en el aire y me rechaza al suelo.

Si un ideal parpadea en las páginas, si la pasión enciende en ellas vibraciones de ascua, si la verdad hace crujir el pensamiento en las frases, los libros parécenle material de hoguera.

La lidia las aburría o las horrorizaba; pero la salida de la cuadrilla las enardecía, y movíanse nerviosamente en sus asientos al ver el desfile de jacarandosas figurillas, que, a la luz del sol, destacábanse sobre la arena del redondel como ascuas de oro con el brillo de sus alamares.

23 colocaciones para  ascuas