65 colocaciones para emerger

Fué él en los arsenales del desierto, cuando pasamos por el Canal de Suez; adelantándose en la proa de un barco mercante, cuando entramos en Malta, resbalando sobre las rosadas montañas de Sicilia y emergiendo de los mares que cercan el Peñón de Gibraltar.

Y agarrándose á las anfractuosidades de la roca, emergió la cabeza y pudo respirar.

¿Por qué no?... Lubimoff acaba de ver en el frente numerosos cementerios removidos por el cañón, con los muertos emergiendo de la tierra, tal como los levantó el estallido de las granadas...

Todo lo que guardaba en el fondo de su pensamiento emergió á borbotones, expelido por una voz ronca cargada de lágrimas.

Te remeda el gorjeo de la alondra, la imperativa voz de las trompetas, el quejido que emerge de la cuna y el doliente "kundiman" de mi tierra, el raudo vendaval que avanza indómito por cima de las altas cordilleras, y brama en los barrancos y hondonadas y en las rocas que hendieron las centellas.

Y cuando la noche ya avanza de estrellas al vago tremer, al fin de la oscura avenida un lánguido rayo se ve, fulgor diamantino que anuncia de fúnebre velo al través, que emerge de nube fantástica la Luna, la blanca Astarté.

En pocas horas de dolor su conciencia habíase retorcido cruelmente, y de esta convulsión fiera emergían ahora desdoblamientos insólitos, panoramas morales enormes constelados de perplejidades aterradoras.

En balde de las espesuras de la selva llena de pájaros, se derramaban los trinos y emergían los arrullos.

Una excusa de cobarde egoísmo emergió en su pensamiento, fabricado de una sola pieza.

, montones de grava, trozos que emergían sembrados de fresca hierba, volaron bajo sus piernas que parecían infundidas de extraño vigor.

Á su conjuro, levantóse pesadamente un ventanal de cristales, y del hueco emergió la faz monda y riente y el torso, en mangas de camisa, de un mozo que limpiaba unas botas de campo.

A RIZAL (EN EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE SU FUSILAMIENTO) ¡Héroe inmortal, coloso legendario, emerge del abismo del osario en que duermes el sueño de la gloria! Ven.

De la blancura incierta de algunas camisas, rígidas y acartonadas por el líquido seco, emergían ubres como harapos, adaptando su arrugada flacidez a las bocas lloronas de los pequeños.

El más hondo prestigio del campo castellano reside en la sugerición de los distantes pueblos, que emergen de la pura planicie y se recortan en el fino horizonte, con el campanario abolengo que parece, como una flecha, penetrar en el infinito azul.

Conocía el archipiélago de las islas Lípari, con sus minas de azufre y de piedra pómez, grupo de cimas volcánicas que emergen de las profundidades del Mediterráneo.

Más de una vez, enfrente de algún peñasco desprendido de la montaña, intenté, aunque en vano, copiar fielmente en mi álbum los cambiantes fugitivos de las olas y las pintadas piedras que emergían a trechos, cubiertas de verdes musgos.

Al final sólo vemos tumbas, y emergiendo de su oleaje rojizo algunas chozas de esteras y pedazos de lata, semejantes á las que existen en los suburbios de todas las ciudades.

Y el arroyo no sólo es superior al río por lo incierto de su marcha y la belleza de sus orillas; lo es también por el ímpetu de sus aguas: relativamente es más fuerte que el río Amazonas para modificar sus orillas, variar sus sinuosidades, depositar bancos de arena y emerger islas.

Bruck, al contrario, se remontaba á los tiempos en que el mundo, dejando de ser una bola de gas incandescente, comenzaba á enfriarse, y sus queridas rocas emergían, rompiendo la película delgada, la corteza del gran esferóide.

El odio hacía emerger y flotar, al través de muchos años de admiración, ciertos recuerdos de la infancia del torero olvidados hasta de él mismo.

» La tumba es de mármol; rodéala un muro cuadrangular, alto parapeto de tosco granito; pegado a cada esquina, emerge del suelo la culata de un enorme cañón de bronce, destinado a dar solidez al muro.

La alta barrera de los Andes ha prolongado la breve aurora ecuatorial; pero, al punto de emerger el disco del sol sobre la cordillera, derrámase el incendio sobre el paisaje bruscamente iluminado; parece que el lejano Chimborazo estuviese en erupción de llamas y rayos ofuscadores; á poco se agita y hierve el río Guayas, haciendo espejear su epidermis resplandeciente, chapeada de escamas metálicas.

¡Oh, y más allá! Más allá el cuadro valioso, dorado por el tiempo, el retrato que firma Durand o Bounat, y las preciosas acuarelas en que el tono rosado parece que emerge de un cielo puro y envuelve en una onda dulce desde el lejano horizonte hasta la hiedra trémula y humilde.

Sobre las cabezas del gentío emergían a caballo los picadores y los alguaciles con sus trajes del siglo XVII.

Y aderezando aquellas estancias silenciosas, mueblaje escaso y macizo de venerables tallas y oscuro color; antiguos cueros y sedas marchitas; lienzos crepusculares donde emergían un rostro pálido, unos ojos ardientes, una mano aristocrática; amén de muchos libros en pergamino, algunas armas ociosas, y viejos paramentos apolillados por cuyos desgarrones asomaban los hierros de un cofre ó los marfiles de un bargueño.

65 colocaciones para  emerger