Stork, n. [stórk] Cigüeña.

Cuando se llevaban los pantalones anchos, los de Pablito parecían sayas; si estrechos, era una cigüeña.

Por eso se separó de su marido y se echó a llorar sin consuelo... Felizmente, en la azotea del palacio anidaba una pareja de cigüeñas.

Vieron así llorar a Cristela de día y de noche... Eran tan buenas como curiosas esas cigüeñas.

Poldy, sin duda, simpatizó con la cigüeña.

Era también un misterio para Poldy el lugar donde anidaba la cigüeña.

Una mañana, como de costumbre, entre diez y once, volvía Poldy de la laguna, donde en balde había buscado a la cigüeña.

Aterrorizada la cigüeña llegó á unos cien pasos de los arqueros y el ave de rapiña empezó á trazar pequeños círculos, como si se preparase á caer sobre ella, cuando el ballestero, apuntando rápidamente, atravesó con su dardo á la pobre cigüeña.

No contento con el milano habías de ensartar también la cigüeña.

No tenemos prisa, tíoreplicó Cornelio: se está muy bien en este nido de cigüeñas.

Cosa que, según la nodriza, hacía rabiar á las cigüeñas.

Salas de los Infantes está en tierra fría, rodeado de colinas pedregosas; tiene una iglesia con su torre cuadrada en un alto y su nido de cigüeñas.

OTROS DÍAS I Ya están las zarzas floridas, y los ciruelos blanquean; ya las abejas doradas liban para sus colmenas, y en los nidos, que coronan las torres de las iglesias, asoman los garabatos ganchudos de las cigüeñas.

En el fondo de la rúa castellana, bajo los resplandores crudos de aquel cielo de añil, adquiría la artística diversión caracteres de rito, fabuloso perfume de romance, al que prestaba marco insigne la torre parroquial con el sagrado nido de la cigüeña.

FÁBULA X [imagen] La Zorra y la Cigüeña.

Una Zorra se empeña En dar una comida á la Cigüeña.

FÁBULA XVI [imagen] El Labrador y la Cigüeña.

FÁBULA VI [imagen] El Lobo y la Cigüeña.

Sin duda alguna que se hubiera ahogado Un Lobo con un hueso atragantado, Si á la sazón no pasa una Cigüeña.

Y tú de aquel que pasa por allá, á quien todos le señalan con el dedo á lo cigüeño.

Centenares de chimeneas esparcen borrones de humo sobre un cielo donde hace medio siglo colocaban los artistas del país sus vuelos de blancas cigüeñas.

En tiempo del Imperio, la tarjeta, originaria de aquí, era de enormes dimensiones, y tenía tres emblemas representando las tres felicidades más grandes que puede obtener un chino: un heredero, un empleo público y una vida larguísima, simbolizados por las figuras de un niño, un mandarín y una cigüeña.

17 Para que allí aniden las aves; en las hayas [tiene] su casa la cigüeña.