41 oraciones de ejemplo con el pandero
Completa la sinfonía el pandero, cuyo atroz chirrido de calderetería vieja alborota los nervios más tranquilos.
no descubras tu pena a los estranos: pues esta en manos el pandero que lo sabra bien taner.
Llena la Huerta tu gentil presencia y encantas con tu gracia al mundo entero, haciendo resbalar por el pandero tus dedos, que de nardos son la esencia.
[470] Desque pierde verguença el tahur al tablero, Sy el pellote juega, jugara el braguero; Desque la cantadera diz' el cantar primero, Syenpre los pies le bullen é mal para el pandero.
La comparación de los panderos, cuyas sonajas no suenan, es, como del Arcipreste, ultrahomérica; el pandero es para bailar y regocijarse, y eso son los semicasorios y envolvimientos que ella vendía; pero ¡que no oiga el sonajeo la vecindad!] [Nota 707: El mezquino no halla estorbo en nada para levantar falsos testimonios.
En manos está el pandero que le sabrá bien tañer —respondió Sancho Panza.
Mama Salomé, reina de mojiganga o de mentirijillas, no se parecía a los soberanos de verdad, que cuando sus vasallos los echan del trono poco menos que a puntapiés, se van orondos a comer el pan del extranjero y engordan que es una maravilla, y hablan a tontas y locas de que Dios consiente, pero no para siempre, y que como hay viñas, han de volver a empuñar el pandero.
Para el pandero».
Completa la sinfonía el pandero, cuyo atroz chirrido de calderetería vieja alborota los nervios más tranquilos.
Le aconsejará que acuda a la Exposición; usted irá a trabajar a su casa, a razón de cien francos diarios; mediante lo cual él le retocará el pandero.
Cuando llegué allá, el oso ya había parecido y los bohemios andaban por el pueblo tocando el pandero y haciéndole bailar.
Y los tres saalik se pusieron de pie, y uno cogió el pandero, otro el laúd y el tercero la flauta.
Pues déjalo que vaya, que en buenas manos está el pandero.
El sacristán de la parroquia disponíase á dar fuego á los cohetes, y Pilara, fregando una contra otra dos conchas veneras, saltando, acompañaba á su hermana, que repicaba el pandero, entonando una copla allí mismo improvisada.
Y con el bravo torero, el infante, el caballero, la mantilla y el pandero.
Por tanto se pone el pandero en tus manos, que lo sabrás bien tañer.
Así es, hermana Claudia, el vulgo inconstante, que lo bueno en malo y lo malo en bueno suele mudar, dando á unos fama de santos y graves varones, y no siendo vero lo que dice el pandero, tienen en su pecho una hedionda piscina encubierta; y por el contrario, otros, por hipócritas y malos tenidos, tienen su tribunal y asientos por electos en la eterna beatitud.
Él quede, señor, en tu compañía; no tomes pena demasiada, ten buena esperanza en el suceso, que en manos está el pandero que le sabrá tañer.
Y bajo la huyente frente mirad con ojo mañero al gitano, que canta con voz de Oriente un raro canto lejano y hace sonar el pandero con la mano con que remienda el caldero.
En buenas manos está el pandero.
Sus acompañamientos son el «arpa y tamboril», la guitarra, el pandero y las castañuelas.
Aun las bailan los aldeanos con sus trajes domingueros y al son de las castañuelas, la gaita y el pandero.
¡Malos dias vivas, respondió Barbara, y no llegues, bellaconazo, á los mios, plegue á Cristo! pero calla; que á fe no lo vayas á penar al otro mundo; que hartas pesadumbres sé yo dar de noche á otros más agudos que tú, y en manos está el pandero que le sabran bien tañer.
Bien seguros estamos, respondió Chiquiznaque, que no se dijeron ni dirán semejantes monitorios por nosotros; que si se hubiera imaginado que se decian, en manos estaba el pandero que lo supieran bien tañer.
Callad hermanos, decian ellas (como si los tuvieran presentes y fueran ya sus verdaderos mancebos ó amancebados), callad y tapáos los ojos, y dejad tocar el pandero á quien sabe, y que guie la danza quien la entiende, y no habrá par de canónigos mas regalados que vosotros lo seréis destas tributarias vuestras.