65 Adjetivos para describir mandíbulas

Quedó en actitud reflexiva, acariciándose la mandíbula inferior con la mano que tenía libre, mientras sostenía á la joven en la palma de la mano opuesta.

Y pasaba por su memoria la imagen de James Foster (hijo), un muchacho de orejas demasiado separadas del cráneo, fuerte mandíbula y ojos de perro bueno, que tenía un año más que ella.

que reír a mandíbula batiente.

Hablando de estas cosas, me faltó tiempo para pedir a Neluco algunas noticias sobre el octogenario Marmitón, antes de llegar a su portalada, cuyas dovelas, removidas y desportilladas ya por la acción de las intemperies y de las yedras y jaramagos que las invadían por todas sus junturas, me recordaban un poco la mandíbula superior de su dueño cuando yo soñé que le había visto devorar troncos y peñascales.

Algunos espectadores estaban sentados en el suelo, con la mandíbula apoyada en ambas manos, la nariz sobre el borde de la mesilla y la vista fija en los jugadores, para no perder detalle del famoso suceso.

La fuerza de la embestida y la violenta contracción de sus poderosas mandíbulas armadas de triple hilera de dientes, fueron bastante á sepultarle en la cabeza las afiladas barras.

Tiempo perdido: el centinela ni siquiera miraba de reojo para ver a su interlocutor: su cabeza redonda, peluda, sus salientes mandíbulas, sus ojos que no pestañeaban, parecían imagen de la misma obstinación.

Sus bufones que eran pueblo envilecido; sus reyes que no merecían serlo; la placida estupidez del bobo de Coria y la mandíbula prominente de los Austrias: ¿qué historiador ni qué crítico han dejado tales documentos y razones para el proceso de nuestra decadencia?

Cuando el vicario y sacristán salían, Manuel miró a su madre y la vió lívida, con la mandíbula desencajada.

Era moreno, de aspecto jovial y atrevido, con la cabeza puntiaguda, la mandíbula cuadrada y unas orejas prominentes.

Van-Stael apuntó a las abiertas mandíbulas del monstruo, e hizo fuego.

Sobre los esqueletos del camello cabalgan los huesos de los árabes, por los cóncavos donde en otro tiempo se animaban los ojos, y por las mandíbulas descarnadas se desliza corriendo la arena sutil, y estos murmullos parecen amenazas.

Parecíale que en el denso velo que ante sus ojos se extendía iba marcándose como una mancha blancuzca que al momento tomaba el contorno del cráneo horrible, y hasta creía distinguir la mirada indefinible de sus vacías cuencas y la sonrisa espeluznante de las desdentadas mandíbulas.

Los grandes nadadores, pertrechados de mandíbulas formidables y estómagos elásticos é inmensos, preferían las peripecias de la lucha, las persecuciones de la caza viviente, y devorabancomo devoran en la tierra los carnívoros á los herbívorosá todos los pequeños comedores de residuos y de plancton.

Era un hombre todavía joven, fornido, de pelo negro y color atezado, tipo de cavador de viña, los labios gruesos, el bigote á la rusa, unido á las patillas, la cara de hombre tosco y bravío, con la mandíbula acusada y una raya profunda que le dividía el mentón.

en el tiempo venidero 1995 al nombrarme las gentes, se reirán mandíbulas batientes...

Sus ojos envidiosos examinaron á este hombre, grande, cuadrado, de mandíbula fuerte cubierta por la florescencia de una barba roja.

Este cebo falaz atraía á los inexpertos, cerrándose sobre ellos las cavernosas mandíbulas.

Es un defecto que la misma Sara Bernhardt ha padecido: á la vista del público, un estremecimiento nervioso la obligaba á crispar los dientes, y por entre sus mandíbulas cerradas la voz pasaba sibilante, con una dureza metálica que después muchos actores, equivocadamente, han querido imitar.

Y el revolucionario describía al joven enfermo: su cuerpo delgado fortalecido artificialmente por la higiene y la gimnasia; sus ojos empañados y macilentos en el fondo de profundas ojeras, y la mandíbula inferior colgante y como muerta, sin esa energía que la mantiene pegada al cráneo.

Va el jóven en su edad esperanzado; Fia el viejo en su mole, aunque flaquean Las rodillas y el cuerpo treme helado; Y ambos con vano afan tiran, golpean: Hiérense aprisa al cóncavo costado: Ronco el pecho resuella: menudean Por orejas y sienes las puñadas: Las mandíbulas crujen martilladas.

Allí estaba la Astuta, la Invencible... Se removía en la estancia el toldo de la sombra con rumores macabros, tal vez de mandíbulas crujientes ó de áspera guadaña, y Regina, en un esfuerzo viril de angustia y de valor, alzaba los brazos sobre Daniel como queriendo defenderle.

Su mandíbula descarnada era cruel; sus manos huesudas, cubiertas por un vello azafranado, escondían una amenaza.

Una mano irrespetuosa lo había cubierto con una gorrita vieja, y en sus cuencas negruzcas y vacías parecía brillar una imaginaria mirada de terrorífica malicia; así como en su mandíbula superior, desdentada a trechos, vagaba una sonrisa que daba frío.

Tercero: un aire de taco, un gesto de ¿qué se me da a ?, una desenvoltura, un sans-faon, capaz de rallar las tripas a todos los habitantes de Villamar, cuyas desgraciadas orejas y más desgraciadas mandíbulas conservaron largo tiempo deplorables testimonios de aquellas nuevas adquisiciones.

65 Adjetivos para describir  mandíbulas