33 colocaciones para folleto

En el sofá únicamente dos periódicos en forma de folletos: el más voluminoso con un malísimo grabado que representaba los figurines de un hombre, una mujer y un niño, y llevaba por título La moda o Recreo Semanal,[10] el otro El Regañón.

Raskolnikoff tomó en silencio las hojas del folleto alemán y los tres rublos y salió sin decir palabra.

A mi ilustro amigo Montanelli y á los preciosos artículos de M. dall'Ongaro debo el tener noticia del folleto del doctor Barrellay (Ospizi marini).

El ver que en estas Memorias se transcriben páginas de folletos publicados por Aviraneta, y el ir comprobando otros detalles, me hizo creer en la autenticidad de la narración.

que tenía una crítica muy salada y chispeante de los cuadros de la última Exposición; mostró el ciego deseos de que su amigo se la leyera; corrió el otro en busca del folleto; quedóse solo el joven del Águila.

[Nota 6: El título del folleto que este impostor publicó en Buenos Aires,

En la conferencia pública, en el folleto y el libro pone esa misma unción pedagógica.

El partido democrático se resintió grandemente de esa medida de la presidencia, y el mismo Monroe manifestó también su disgusto en un notable folleto en el que, sin combatir á Wáshington, á quien tenía en gran consideración y estima, justificaba su misión cerca del gobierno francés.

Breves reflexiones contra las doctrinas del folleto.

Pues á esa misma categoria corresponde el primer documento del folleto.

Primero se fué derecho al ministro á reclamar justicia; quería que el secretario fuese destituido por atreverse á poner en tela de juicio un privilegio señorial del más adicto de los diputados ministeriales; y, por añadidura, pedía el secuestro de la edición del folleto, que él no había leído, pero que contendría ataques directos ó indirectos á las instituciones.

Hablé con muchos penados, me enteré de infinidad de historias, verdaderos casos clínicos, y por último, distribuí entre ellos, con permiso del director, algunos ejemplares de mi folleto El delincuente ante la ciencia.

Mi distinguido amigo: Al leer lo que dice La Época sobre política internacional, siento ciertos escrúpulos de haber contribuído, con el folleto que publiqué pocos días ha, á promover la cuestión de alianzas, que muchos periódicos tratan ahora.

También His, el renombrado embriólogo de Leipzig, de quien hemos hablado ya con merecido encomio en páginas anteriores, resumió el nuevo concepto de la fina estructura de los centros en sugestivo folleto, ilustrado con numerosos esquemas.

Y si la índole de mi folleto, pensado y escrito exclusivamente para España, y enderezado, por tanto, á corregir, acaso con excesiva viveza, vicios, rutinas y abandonos genuinamente españoles, no me lo vedara, habría á estas fechas saboreado la satisfacción de verlo traducido á varios idiomas, por ser muchas las solicitudes de versión á lenguas extrañas, cortésmente denegadas.

Por último, el distinguido articulista de Il Secolo censura sarcásticamente al sabio doctor Horta y Pardo (que posee, en efecto, muchos títulos honoríficos y científicos) por encargar a los lectores de su notable folleto que, en vista de los fundamentos que expone, tengan fe en la nacionalidad española del inmortal descubridor del Nuevo Mundo.

«Convengo en esome respondió, pues muy bien que solamente aquellos ociosos que quieren leer todo cuanto se imprime gustan de divertirse perdiendo el tiempo en la lectura de esos folletos.

Una lluvia de folletos, hojas insultantes y caricaturas, durante algún tiempo, desacreditarían la Monarquía.

Constituyó, pues, esa Sección, que comenzó a expedir millares de folletos conteniendo la descripción del conejo (tamaño, movilidad, fecundidad) y la enumeración de sus hábitos nocivos.

Chipiteguy compraba a veces restos de ediciones, montones de folletos, de periódicos y de libros.

Al fin paró en lo que paran generalmente estas predilecciones repentinas, en leerle un par de folletos manuscritos que pensaba dar muy pronto a la imprenta.

En cambio, pocos eran los mozalbetes de la capital que no supiesen de memoria algún párrafo del célebre folleto, no para admirar su entonación severa y su lenguaje profético, sino para tornarlos en irrisión.

Le di tres pesetas por los dos folletos y por la proclama.

PROPAGANDA REFORMISTA A partir del 15 de Enero verá la luz en Madrid una série de folletos, redactados por nuestros primeros escritores, en que se tratarán estos puntos: La emancipacion de la América latina.

El Padre Crespo es autor de una notable gramática bicol-española y de sinnúmero de folletos, poesías, artículos y leyendas, todas ellas impregnadas de las notas que vibran siempre en todos los escritos del Padre Crespo.

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