Cuando nuestra conversación se había hecho más confidencial, díjele que tendría gusto en saber, si no había inconveniente en decírmelo, cómo había venido a México, y por qué él, español y que parecía educado esmeradamente, se había resignado a vivir en medio de aquellas soledades, trabajando con tal rudeza y no teniendo por premio sino una situación que rayaba en miseria.

Los insectos llamados «tejedores» rayaban con sus patas inquietas esta clara superficie.

Conservaba una dentadura ideal y un cuerpo que, aun sin corsé, daba quince y raya a muchas fantasmonas exprimidas que andan por ahí.

Su corazon no está agitado por ninguna pasion violenta; anoche concilió sin dificultad el sueño, que no se ha interrumpido hasta el rayar del alba; y espera que las horas se adelanten para entregarse al ordinario curso de sus tranquilas tareas.

La enemistad de un rival poderoso le obligó á separarse de sus hermanos de Salta, y fue á buscar un asilo á Montevideo, donde acabó su vida en el claustro al rayar de la presente centuria.

Minerales muy blandos, rayados por la uña (grados 1 hasta 3) Oro, Plata, Cobre » 2, 3, 4 » 2*, 3* y 4* Galena » 7 » 6* Sal común » 40 » 20* Yeso » 60 y 63 » 29* y 30* Mica » 74 » 33* Kaolina » 94 » 37* 2) Minerales que no son rayados por la uña, pero si por la punta de un cuchillo (grados 3 hasta 5).

Mi hombre sabe ver claro, y posee una sagacidad que da quince y raya al lucero del alba.

Á la llegada de éstos se retiró el valiente moro con serenidad, teniéndolos á raya hasta reunirse con los suyos.

La luna principiaba a rayar sobre los Andes, i su luz rielaba sobre las lijeras i bulliciosas aguas del rio, figurando en ellas una prolongada cinta de plata estendida en desórden sobre la arena; todo estaba en calma.

Uno de los rasgos mas característicos de esa poblacion (para la cual la vida no es mas que un hábito) es la impasibilidad, que raya á veces en un estoicismo bárbaro.