39 oraciones de ejemplo con sátrapas

El calzado de los sátrapas persas era una joya valiosísima.

Nepomuceno, confundiendo las cosas, y hasta las facultades del alma, se llegó a figurar que los genios alemanes eran unos sátrapas que se pasaban la vida despreciando a los seres vulgares y manoseando los mejores bocados del eterno femenino.

» Y se sumía otra vez en su bienestar artificioso y refinado, con el egoísmo del sátrapa que, luego de ordenar varias crueldades, se encierra en el harén.

¡Lo mismo que miles de años antes! Los hombres con casco procedían de igual modo que los sátrapas perfumados y feroces de mitra azul y barba anillada.

Pero una vez realizada la conquista, por no separarse más del dichoso sepulcro ampliaron el círculo de sus correrías, cortando el terreno de los vencidos en condados y reinos, y se dieron una vida de sátrapas orientales como no la habían podido soñar en sus magras tierrecillas de Europa.

¡Adiós, regalos agradecidos con caricias de pantera enamorada! ¡Adiós, huevos hilados y bistés con patatas, y cafés con tostada como no los soñó ningún sátrapa de Oriente!

era yo en Susa un sátrapa muy querido del gran Rey Arteo, y el más rígido, grave y moral de todos los sátrapas.

El parecer de los grandes sátrapas y rabíes es el siguiente:A lo que decís que el rey de España os hace volver cristianos, que lo hagais pues no podeis hacer otro.

Aquella alma dulce y blanda, que todo lo condonaba y olvidaba, no podía perdonar los desafueros inexpiables de O'Donnell en Cuba, sátrapa feroz entre los feroces.

Se me objetará seguramente, que los españoles del elemento oficial emplearon con nosotros los tormentos inquisitoriales, y esta es una verdad que no se puede negar, pues de ello hablan bien claro los ominosos tiempos en que gobernaron la Isla los execrables sátrapas Sanz, Palacio, Lasso, Dabán y Marin, los más funestos que han venido á estas tierras, para descrédito de la hidalga nación Española.

Lo mismo que se hizo con un prisionero, se hizo con todos los demás, y ya muy entrada la noche todavía le ofrecían corazones al incansable bebedor de sangre humana, que inmóvil, con su gran boca sombría, parecía entre la oscuridad alentar desde su frío altar de piedra el incansable furor de los sátrapas.

¿Pues, y la Reina Vastí? ¡Apenas si interesa la Reina Vastí! ¿Qué fué de ella, después que la repudió el Rey Asuero, por demasiado pudorosa; por no querer presentarse á lucir su hermosura, delante de todos aquellos Príncipes y Sátrapas borrachos y libertinos, que su marido, borracho también, tenía congregados en su gran palacio de Susa?

Acaeció, pues, que estando prisionero de un general de Alejandro el sátrapa Artasiroy habiéndose resuelto que si el sátrapa no entregaba pingües tesoros que suponían ocultos le matarían cortándole en pedazos,la única hija del sátrapa, Zenana, se dió arte para llegar hasta el rey, con propósito de abrazar sus rodillas y librar á su padre del suplicio.

Acaeció, pues, que estando prisionero de un general de Alejandro el sátrapa Artasiroy habiéndose resuelto que si el sátrapa no entregaba pingües tesoros que suponían ocultos le matarían cortándole en pedazos,la única hija del sátrapa, Zenana, se dió arte para llegar hasta el rey, con propósito de abrazar sus rodillas y librar á su padre del suplicio.

Acaeció, pues, que estando prisionero de un general de Alejandro el sátrapa Artasiroy habiéndose resuelto que si el sátrapa no entregaba pingües tesoros que suponían ocultos le matarían cortándole en pedazos,la única hija del sátrapa, Zenana, se dió arte para llegar hasta el rey, con propósito de abrazar sus rodillas y librar á su padre del suplicio.

Y así que hubo oído la promesa de que su padre tenía salva la vida, Zenana, después de estrechar otra vez las rodillas de Alejandro, desapareció, yendo á ocultarse con su nodriza en una cueva cercana á Babilonia, pues temía ser perseguida y ultrajada por los mismos que intentaban matar al sátrapa.

¡Ay! ¿De qué me ha servido? ¡Ya veo que el enemigo más allá de los ojos tiene su fortaleza!Recordarás que últimamente me pidió audiencia una dama, hija del sátrapa Artasiro; y yo, fiel á mi propósito, no alcé el trozo de púrpura que me impedía verla.

] Los sátrapas, los críticos, entendidos, bachilleres, podridos, caprichosos, satíricos y maldicientes, se empeñaron por Momo.

19 También se pasaron a David [algunos] de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl, aunque no les ayudaron; porque los sátrapas de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.

No, dixo el oficial: solamente nuestros principales sátrapas son los que á punto fixo saben porque nos degollamos.

Formaban tan hermoso espectáculo las ciudadanas mas hermosas de Persepolis, y los principales sátrapas colocados en órden, que al principio creyó Babuco que se reducia á esto la fiesta.

Llegó su magestad, besó Memnon tres veces el suelo, y le dió su memorial, que tomó el soberano con mucha afabilidad, y se le alargó á uno de sus sátrapas, para que le diera cuenta.

Llama el sátrapa á Memnon aparte, y le dice con tono de mofa y ademan de insulto: Donoso tuerto sois, pues os atreveis á dar al rey un memorial que no ha pasado por mi mano, y cometeis con eso el atentado de pedir justicia de un fallido muy honrado, que está baxo mi amparo, y es sobrino de una doncella de servicio de mi querida.

¿Con que no teneis bribonas que engañan á los hombres de bien, ni amigos íntimos que les estafan su dinero y les sacan un ojo, ni deudores que quiebren, ni sátrapas que se rian de vosotros quando os niegan justicia?

No, le dixo el morador de la estrella, nada de eso: no nos engañan las mugeres, porque no las hay; no hacemos excesos de glotonería, porque no comemos; ni hay deudores que quiebren, porque no tenemos plata ni oro; no nos pueden sacar los ojos, porque no se parece nuestro cuerpo al vuestro; ni los sátrapas cometen injusticias, porque todos somos iguales.

39  oraciones de ejemplo con  sátrapas