1164 oraciones de ejemplo con cortina

Non as miedo nin verguença de rey nin de reyna, Múdaste do te pagas cada día ayna, Huésped eres á muchos, non duras so cortina: Como el fuego te andas de veçina en veçina.

Allá entre los pliegues de una cortina de damasco se escondía la tercera, como si quisiese esquivar la ceremonia afectuosa; pero no le valió la treta, antes su retraimiento incitó al primo a exclamar: ¿Doña Hucha, o como te llames?...

Costábale trabajo resolverse, y permanecía refugiada en el rojo dosel de la cortina, cruzando las manos sobre el peinador de percal blanco, que rayaban con doble y largo trazo, como de tinta, sus sueltas trenzas.

Que había una persona apostada entre la hoja entornada de la ventanilla y la cortina blanca, no cabe duda ninguna, porque apenas Leonardo cruzó y puso la mano derecha en el hueco que dejaba en el marco un balaustre caído, cuando se asomó la cara más linda de mujer que quizás existía en aquel tiempo en La Habana.

Apresuró el paso, y, en efecto, a través de otro postigo de la reja del zaguán, vio a su hermana mayor Antonia, en el acto de alzar la cortina para entrar en el primer aposento, por la puerta que daba a la sala.

Algunos segundos después vio asomar por los balaustres de la ventana un canto de la cortina blanca; pero al acudir al reclamo, notó que descendía del terraplén del convento un caballero a paso largo, que se dirigía derecho al punto objetivo de sus miradas.

Se dirigió, sin embargo, con aparente cautela al punto donde se veía el canto de la cortina blanca, sostuvo un breve diálogo con la persona que se hallaba oculta detrás de sus pliegues, y entonces, a paso largo siguió al abrigo de las altas paredes del convento, la vuelta de la Punta.

, que entonces vivía en aquel pedazo de calle frente a una cortina de la muralla que da hacia la entrada del puerto.

Aseméjase a la cuna de un niño que la aldeana haya colocado dentro del surco mientras trabaja, y al descorrer la cortina del sueño, no puede ver otra cosa entre las ondulaciones del surco que un estrecho pedazo de cielo.

Acertó entonces pasar por allí un bravo militar que, algo preocupado, tomó el barullo por filibusterada, y arremetiendo sable en mano á los chicos, entra en el templo, y si no se enreda en la cortina suspendida del coro, no iba á dejar dentro títere con cabeza.

Afortunadamente no hubo más que un herido y unos cuantos contusos, entre ellos el mismo militar al caerse luchando con la cortina, que olía á capa del filibusterismo.

Algunos jirones de niebla se alzaban lentamente del fondo de los arroyos que lo surcaban, y allá, al Occidente, una gran cortina de montañas negras, en cuyas cimas aun blanqueaba la nieve, cerrábalo bruscamente arrojando sobre él un manto de sombra.

A pesar de esta sombra, los ojos de los viajeros, conocedores del terreno, distinguieron en la misma falda de la negra cortina la aguja de la torre de la catedral.

Esto tenia en movimiento á todos los habitantes del corral; y las vecinas, andaban en retruécanos y agudezas de casa de vecindad, y los chiquillos miraban embobados á un hombre, que con trage de botarga, dirigia la construccion de aquel teatro informe, muestra de la infancia del arte, compuesto de una docena de malas tablas, de algunos tapices viejos, de una cortina descolorida, y abierta enteramente á la intemperie.

Cuando una cortina de gasa cubria tu inmensa majestad, yo estudiaba los graciosos pliegues de tu velo para imitarlos en mi traje.

Levantóse una cortina, y Clotilde se presentó vestida sencillamente y sin ningun adorno.

Y no bien hubo pronunciado la hija del conde estas palabras, se inclinó y se dirigió á la puerta, mientras la sirviente levantaba la cortina.

Clotilde atravesó el umbral, y cayó la cortina.

Bajo la emoción de aquel instante en los ojos sombríos de Ángeles Ortega cayó una cortina de llanto que ya nunca se alzó para dejarla ver una ilusión ni una esperanza... XIII Pasó un año.

"Al verse la catarata, se ve despeñar una inmensa cortina blanca y caer lentamente á plomo.

Bueno, tras la cortina está el esclavo.

No des luz en cosa indina, Ni pongas al sol cortina, Que venganza al del cielo; Mira que estás obligada, Y que no es razon, celosa.

En abogados... habías de ver un escrito puesto por don Manuel Cortina ó don Joaquín Francisco Pacheco...

A la altura de los balcones montañeses se corre de pronto una cortina colorada y aparece, hecho con flores amarillas y rojas, un escudo de grandes dimensiones.

22 El está sentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores [le] son como langostas; él extiende los cielos como [una] cortina, los despliega como [una] tienda para morar; 23 el torna en nada [a] los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como que no hubieran sido.

1164  oraciones de ejemplo con  cortina