33 Metáforas para malos

Malo enim aliquid novum commemorasse, quàm impiè respuisse....

PARM.yo ya desconfiaua de la poder alcanzar: porque jamas podia acabar con ella que me esperasse a poderle dezir vna palabra: e como dizen, mala senal es de amor huyr e boluer la cara.

es el primer deber de la justicia; á los malos no les debe sino castigo y esterminio.

Lo malo es la competencia.

Mala debe de ser mi conciencia, pues me dice que guarde fidelidad al judío.

Lo malo es mi pícara condición, mi incapacidad de ahorrar, por lo cual tengo que admitir trabajos que no me dan tono.

Se levantó con graciosa resolución exclamando: Malo y rogado son dos cosas malas... Vamos andando.

Diniero él, mucho diniero... Ser capatazo de la sopa en el Sagriado Corazón de allá... y en toda la probieza de allá, mandando él, con garrota él... barrio Salmanca... capatazo... Malo, mu malo, y no dejar comer... Ser un criado del Goberno, del Goberno malo de Ispania, y de los del Banco, aonde estar tuda el diniero en cajas soterranas.

Lo malo, como digo, son las dificultades prácticas.

Lo malo del discurso del método de Descartes no es la duda previa metódica; no es que empezara queriendo dudar de todo, lo cual no es más que un mero artificio; es que quiso empezar prescindiendo de mismo, de Descartes, del hombre real, de carne y hueso, del que no quiere morirse, para ser un mero pensador, esto es, una abstracción.

Malo era el fanatismo, pero el capital era peor.

Y, aún supuesto que se llamassen assí, todavía no falta quien diga que el malo fué Dímas, y el bueno fué Géstas, como lo prueban aquellos versos bastantemente vulgarizados: Imparibus meritis tria pendent corpora ramis: Dismas, Gestas, in medio est divina Potestas. Dismas damnatur, Gestas super astra locatur.

Más malo es el Fuego que me quema a .

Lo malo de la española era entonces su geniazo.

Todas las cosas á la verdad [son] limpias: mas malo es al hombre que come con escándalo.

Lo malo era su humor hosco, impulsivo y variable.

El malo es su intendente, el encargado de los esclavos; un ibero liberto que nos vigila y á cada instante amenaza con el látigo y la cruz.

Malo en cuanto ladrón, por haberse arrepentido; tan mal ladrón como mal cuchillo el que se mella, aun cuando sirva para espátula.

Y Pancho continuó: Las de los malos son esas luces verdosas que andan rastriando por el suelo y que juyen en cuantito si acerca un cristiano.

Si él era bueno..., la mala era mi madre..., ella..., ella...

«¡Malo es eso!dijo el mayordomo.

Lo malo era para la muchacha, que se engreiría, imaginándose ya digna de un príncipe, no queriendo aceptar a ningún payés.

Malo es el mundo, malo, malo, malo.

Como aquellos Monarcas á quienes las tradicionales leyes han hecho representación personal de los principios fundamentales del Gobierno, Palafox no podía hacer nada malo: lo malo era obra de sus consejeros.

Si hubiera de juzgar de todos los Españoles según las cualidades de los compañeros de viaje, mala sería mi opinión, aún prescindiendo de un viejo abogado, prefecto de una provincia de Puerto-Rico, personaje típico de la España de Felipe II, no de la España revolucionaria de hoy, que creia en brujas y hechicerías, milagros, apariciones y misterios de la piedra filosofal, y hablaba de S.M.C. con un recogimiento edificante y ortodoxo.

33  Metáforas para  malos